San José María de Yermo y Parres, presbítero
y fundador
fecha: 20 de
septiembre
n.: 1851 - †: 1904 - país: México
canonización: B: Juan Pablo II 6 may 1990 - C: Juan Pablo II 21 may 2000
hagiografía: Mercabá
n.: 1851 - †: 1904 - país: México
canonización: B: Juan Pablo II 6 may 1990 - C: Juan Pablo II 21 may 2000
hagiografía: Mercabá
Elogio: En
el lugar llamado Puebla, en México, san José María de Yermo y Parres,
presbítero, fundador de la Congregación de Siervas del Sagrado Corazón de Jesús
y de los Pobres, con el fin de ayudar a los abandonados en sus necesidades
espirituales y corporales.
Nació
el 10 de Nov. de l851 en Malinalco, Edo. de México. A los 52 días de su
nacimiento quedó huérfano de madre. Su tía, Ma. del Carmen junto con su padre,
se hizo cargo de su educación que fue cristiana y austera, a la vez que llena
de cariño y solicitud.
Sus
primeros estudios los hizo bajo la dirección de maestros privados y después en
escuelas particulares, en la Cd. de México, distinguiéndose por su notable
aprovechamiento, siendo condecorado por el emperador Maximiliano I de México.
En 1867 ingresó en una Congregación religiosa, donde al cabo de 10 años y tras
muchas luchas interiores, descubrió que ése no era su camino. Tiempo después
continuó sus estudios eclesiásticos en León, Gto., donde se ordenó sacerdote en
1879.
El
Padre Yermo fue nombrado capellán de dos pobrísimos barrios rurales y ahí
descubrió su vocación de servicio por los pobres y los abandonados, y fue así
que fundó una comunidad religiosa llamada "Siervas del Sgdo. Corazón de
Jesús y de los Pobres". Tres años después, en 1888, el P. Yermo instaura
el noviciado con el fin de dar una formación más sólida a sus colaboradoras. El
día elegido, el P. Yermo muestra su carácter heroico al trabajar
incansablemente salvando gente de una inundación que arrasó la tercera parte de
la ciudad de León, recibiendo del gobernador de Guanajuato el título de
"Gigante de la Caridad". En ese mismo año funda en Puebla el primer
proyecto en la República dedicado a la regeneración de la mujer prostituida. En
enero de 1904 llevó las primeras misioneras, que junto con los Jesuitas
trabajarían desde entonces en la Sierra Tarahumara. Muere el 20 de septiembre
de l904, a los 25 años de su sacerdocio. Fue beatificado por S.S. Juan Pablo
II, en mayo de 1990 y canonizado el 21 de Mayo del 2000 por el mismo Papa.
fuente: Mercabá
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ingreso o última modificación relevante: ant
2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente
enlace: http://www.eltestigofiel.orgindex.php?idu=sn_3416
Beata María Teresa de San José
Tauscher, virgen y fundadora
fecha: 20 de
septiembre
n.: 1855 - †: 1938 - país: Países Bajos
canonización: B: Benedicto XVI 13 may 2006
hagiografía: Vaticano
n.: 1855 - †: 1938 - país: Países Bajos
canonización: B: Benedicto XVI 13 may 2006
hagiografía: Vaticano
Elogio: En
Sittard, Paises Bajos, beata María Teresa de San José (Ana Maria) Tauscher,
virgen y fundadora de las Hermanas Carmelitas del Divino Corazón de Jesús.
Nació
en Sandow (Brandenburgo, hoy Polonia), el 19 de junio de 1855. Su padre era
pastor luterano, y su madre, aunque era luterana, sentía un gran amor por la
santísima Virgen, por lo cual, el 24 de julio, cuando su hija fue bautizada, le
puso el nombre de Ana María. Administró el bautismo su abuelo paterno, también
pastor luterano. Su infancia transcurrió de modo feliz y despreocupado, con su
madre, a quien amaba tiernamente, y con su padre, que le dedicaba los ratos
libres de su ministerio. En mayo de 1862 su padre fue nombrado superintendente
en Arnswalde, a donde se mudó con la familia, que mientras tanto había
aumentado con el nacimiento de otras dos niñas: Lisa y Magdalena.
En
aquel ambiente tan diverso, Ana María comenzó una vida nueva, ya no en la
soledad del campo, sino en el movimiento de una gran casa parroquial, donde su
padre y su madre se dedicaban con gran empeño a las diversas actividades
pastorales y caritativas. En efecto, su madre, acompañada por ella, reunía a
los niños para el catecismo y visitaba a los pobres y a los enfermos. Así se
suscitó en Ana María un gran amor al prójimo, especialmente a los más
necesitados.
En
1865 su padre fue trasladado a Berlín. Allí Ana María comenzó a sentirse mal,
por lo cual tuvo que dejar la escuela, a la que volvió después con mucho
esfuerzo. A causa de su delicada salud y con vistas a los estudios, en 1870 sus
padres decidieron enviarla, con su hermana Lisa, a un colegio para niñas de los
Hermanos Moravos, también protestantes, situado en el campo. Entre ellos había
personas muy devotas y en Ana María surgió el deseo de una completa
consagración a Dios. El aire sano la ayudó a restablecerse pronto, y en
contacto con la naturaleza su temperamento tímido fue abriéndose más.
Durante
la Pascua de 1872 su padre la hizo volver a casa para que recibiera la
Confirmación. Fue para ella una gran prueba, porque se sentía cada vez más
alejada del luteranismo. En algunas ocasiones, incluso en el colegio para
niñas, no había querido decir a qué religión pertenecía, declarando que seguía
una suya propia. En discusiones con pastores protestantes que frecuentaban a su
familia, se comentó que su manera de razonar era más católica que protestante.
Pasó
el verano de 1873 en casa de sus abuelos. En esa circunstancia recibió una
propuesta de matrimonio, que rechazó inmediatamente, afrontando con firmeza la
ira de su abuelo, al que, por lo demás, amaba mucho. En 1874 murió su madre,
que sólo tenía 45 años de edad, y Ana María, quebrantada por el dolor, tuvo que
hacerse cargo de la familia. Cinco años después, su padre volvió a casarse, y
la eximió de esa responsabilidad. Así, pudo finalmente realizar el deseo que
cultivaba desde hacía mucho tiempo: constituir una asociación de señoritas que
se dedicaran a diversas labores manuales, para después venderlas y así ayudar a
las misiones.
Para
ofrecer a Dios un gran sacrificio, aceptó en Colonia el cargo de directora del
manicomio de la ciudad. En medio de las duras pruebas derivadas del contacto
con los enfermos mentales, recibió la gracia de Dios de adherirse a la fe
católica. Fue acogida oficialmente en la Iglesia católica el 30 de octubre de
1888. Cada vez sentía más intensamente el deseo de consagrarse completamente a
Dios. Después de leer el libro de la autobiografía de santa Teresa de Jesús, se
orientó hacia el Carmelo, pero su confesor le dijo que no era ese su camino.
Con el tiempo vio claramente que Dios la llamaba a fundar una congregación que,
impregnada del espíritu carmelitano de oración y reparación, se dedicara a la
asistencia a los niños huérfanos, pobres y abandonados: las Carmelitas del
Divino Corazón de Jesús.
En
su autobiografía narra los grandes sufrimientos que afrontó al inicio de la
Congregación. Expulsada de la casa paterna, así como de Alemania, donde el
cardenal Kopp le negó la autorización de llevar el hábito religioso, anduvo
errante de un país a otro, hasta que llegó a Rocca di Papa, cerca de Roma,
donde en junio de 1904 el cardenal Satolli le dio permiso de conseguir una
vieja casa, que llamó: el Carmelo del Divino Corazón de Jesús. Allí, el 3 de
enero de 1906, la madre y sus primeras compañeras emitieron los primeros votos
religiosos válidos según el derecho canónico.
Pasada
la tribulación, le fue permitido volver a Alemania, donde se habían
multiplicado sus obras, llamadas «Casas de San José». En 1912 partió para
América para fundar allí el Carmelo del Divino Corazón de Jesús. Mientras se
ocupaba de las nuevas fundaciones, estalló en Europa la primera guerra mundial
y la casa madre de Rocca di Papa fue expropiada por el Gobierno italiano por
ser «propiedad alemana». Cuando volvió de América, en 1920, tuvo que buscar una
nueva casa madre. La encontró en Sittard, Países Bajos. Allí pasó los últimos
años de su vida. A causa de su deteriorada salud ya no podía viajar. Se
dedicaba a la formación espiritual de sus religiosas y a la consolidación de la
Congregación, elaborando las Constituciones. Murió santamente el 20 de
septiembre de 1938, y fue beatificada el 13 de mayo de 2006.
fuente: Vaticano
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Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
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