domingo, 22 de octubre de 2017

San Mello de Rouen, obispo.(22 de octubre)

San Mello de Rouen, obispo.

Pastoreó en nombre de Cristo, y recibió su premio.

Añadir a Facebook Añadir a Twitter Añadir a Goglle+ Añadir a Linkedin
22 octubre 2017
San Mello de Rouen, obispo.
San Mello.
San Mello de Rouen, obispo. 22 de octubre. 

Su vida fue escrita en el siglo IX, está plagada de leyendas, que intentan hacer a Mello un ser semejante a Cristo, cosa que, en definitiva es la santidad. Mello era inglés, tal vez de Cardiff, Gales. Nació a inicios del siglo III y tomó la carrera militar. Fue destinado a Roma, donde una vez vio al papa San Esteban I (2 de agosto) mientras este catequizaba a un grupo de cristianos. Mello se detuvo y oyó hablar de Cristo, hizo preguntas y el papa le invitó a convertir a Cristo. Mello se convirtió, se bautizó y quiso servir a Cristo radicalmente; por ello regresó a su tierra, vendió sus bienes en favor de los pobres. Luego regresó a Roma, donde el papa Esteban le ordenó presbítero, y cuando celebraba su primera eucaristía, se le apareció un ángel con un hermoso báculo que le dijo: "Toma este báculo porque pronto tendrás que guiar al pueblo de Dios en la ciudad de Rouen, en el norte de la Galia". El santo lo contó al papa y este le confirmó en ello, enviándole a los galos como primer obispo de Rouen.
Llendo de camino, pasó por Autun, donde encontró a un tal Lupillo, que había sufrido un accidente y tenía una pierna partida en dos. Como Mello era forastero, le preguntaron si sabía medicina. Él les contestó que sanaría al hombre, si primero les dejaba predicarles a Cristo. – "Di lo que quieras" – le respondieron – "sánalo y creeremos en tu Dios y le adoraremos". Entonces Mello tocó a tocó Lupillo con su báculo, diciendo: – "En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, sánate", e inmediatamente el pobre hombre pudo ponerse en pie sin problemas y sin que quedara rastro de la herida. Entonces volvió a la ciudad y contó a todos los que hallaba por el camino lo que le había pasado. Había también en Autun una viuda que había quedado ciega de tanto llorar la muerte de su marido, y cuando supo lo ocurrido a Lupillo, envió a sus hijos adonde Mello, para que este la sanara también. Mello escuchó a los muchachos, se puso de rodillas y clamó: – "Señor Jesucristo, que abriste los ojos de los ciegos, abre los ojos de esta mujer para que pueda ver que no hay otro Dios más que tú". Y así sucedió. Entonces Verónica y sus hijos fueron bautizados.
Llegando a Rouen Mello sanó a un hombre llamado Quirino, quien llevaba paralítico más de 40 años, en cuanto este renunció a sus falsos dioses. En el nombre de Cristo Mello le animó a levantarse, y así lo hizo Quirino. Además de él, se convirtieron a Cristo sus padres. El santo dio su primer sermón en la plaza pública, y según cuenta la leyenda, en un tejado cercano había un joven llamado Praecordio, el cual se durmió porque la prédica resultó larga. Esto hizo que se resbalara del techo y cayera al suelo, rompiéndose las piernas y la cabeza, muriendo en el acto. Entonces Mello se aproximó y usando de nuevo su báculo, tocó al chico diciéndole: –"Levántate en nombre de nuestro Señor Jesucristo", y el niño sobrevivió. Agradecido a Jesucristo, Praecordio fue sacerdote y junto a Mello levantó la primera iglesia de la ciudad.
En 314, cuando ya era muy anciano, se le volvió a aparecer el ángel, diciéndole: – "Mello, has luchado por Cristo, has proclamado su nombre a los paganos, has edificado la Iglesia de Cristo entre ellos y al mismo tiempo has preservado tu alma y tu cuerpo en toda pureza. Ahora prepárate para recibir la recompensa de la vida eterna". Y así consolado predicó por última vez a sus fieles y les exhortó a permanecer unidos a Cristo. Luego expiró dulcemente, el 22 de octubre de 314.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 22 de octubre además se celebra a
Beata Josefina Leroux, virgen clarisa y mártir.
Santa Córdula de Colonia, virgen y mártir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario