domingo, 22 de octubre de 2017

Santos del día 23 de octubre

Santos del día 23 de octubre
Decimo Kalendas novembris
   San Juan de Capistrano, religioso presbítero (1 coms.) - Memoria litúrgica   
San Juan de Capistrano, presbítero de la Orden de Hermanos Menores, que luchó en favor de la disciplina regular, estuvo al servicio de la fe y costumbres católicas en casi toda Europa, y con sus exhortaciones y plegarias mantuvo el fervor del pueblo fiel, defendiendo también la libertad de los cristianos. En la localidad de Ujlak, junto al Danubio, en el reino de Hungría, descansó en el Señor.
Cerca de Gades, en la provincia hispánica de Bética, santos Servando y Germán, mártires en la persecución bajo el emperador Diocleciano.
En Persia, los santos mártires Juan, obispo, y Jacobo, presbítero, que fueron encarcelados durante el reinado de Sapor II y al cabo de un año consumaron su lucha muertos a espada.
En Antioquía de Siria, san Teodoreto, presbítero y mártir, que, según narra la tradición, fue apresado por Juliano el Apóstata, regente de Oriente, y, por persistir en la confesión de la fe cristiana, fue martirizado.
En la ciudad de Colonia, en Germania, conmemoración de san Severino, obispo, digno de alabanza por sus virtudes.
En Pavía, en la Liguria, conmemoración de san Severino Boecio, mártir, insigne por su ciencia y sus escritos, que estando encarcelado compuso un tratado sobre la consolación de la filosofía, y sirvió a Dios con fidelidad hasta la muerte que le infligió el rey Teodorico.
En Siracusa, ciudad de Sicilia, san Juan, obispo, de quien el papa san Gregorio I Magno alabó las costumbres, la justicia, la sabiduría, el modo de aconsejar y el cuidado de los bienes de la Iglesia.
En Rouen, de Neustria, san Román, obispo, que abatió los símbolos de los paganos que eran aún venerados en su ciudad, convenció a los buenos a mejorar y a los malos a abandonar su conducta.
En la región de Herbauge, cerca de Poitiers, en Aquitania, de la Galia, san Benito, presbítero.
En Constantinopla, san Ignacio, obispo, que, por haber reprendido al césar Bardas por el repudio de su legítima esposa, fue objeto de injurias y desterrado. Restituido a su sede por intervención del papa san Nicolás I, descansó en la paz del Señor.
En Rumsey, en Inglaterra, santa Etelfleda, que. aún adolescente, se consagró al Señor en el monasterio fundado por su padre Etelwodo y, elegida abadesa, lo gobernó durante largos años hasta su muerte.
En Campugliano, de la Toscana, san Alucio, pacífico hacedor del bien hacia los pobres y peregrinos, y liberador de cautivos.
En Mantua, ciudad de la Lombardía, beato Juan Bono, eremita, que siendo joven abandonó a su madre y vagó por diversas partes de Italia, haciendo de malabarista y comediante. A los cuarenta años, con motivo de una enfermedad, prometió a Dios abandonar el mundo para darse a Cristo y a la Iglesia en el amor y la penitencia, para lo cual fundó una congregación a la que dio la Regla de san Agustín.
En Milán, también de la Lombardía, beato Juan Ángel Porro, presbítero de la Orden de los Siervos de María, que, siendo prior del convento, todos los días festivos estaba en la puerta de la iglesia, o recorría las calles, para reunir a los niños y enseñarles la doctrina cristiana.
En York, en Inglaterra, beato Tomás Thwing, presbítero y mártir, que, acusado falsamente de conspiración, alcanzó la palma del martirio al ser ahorcado y descuartizado, por orden del rey Carlos II.
En Valenciennes, en Francia, beatas María Clotilde Angela de San Francisco de Borgia (Clotilde Josefa) Paillot y sus cinco compañeras, vírgenes y mártires, que durante la Revolución Francesa, por estar consagradas a Dios fueron condenadas a muerte, y en presencia del pueblo subieron al patíbulo serenamente. Sus nombres son: Beatas María Escolástica Josefa de San Jacobo (María Margarita Josefa) Leroux y María Córdula Josefa de Santo Domingo (Juana Ludovica) Barré, de la Orden de las Ursulinas; Josefina (Ana Josefa) Leroux, de la Orden de las Clarisas; María Francisca (María Lievina) Lacroix y Ana Maria (María Augustina) Erraux, de la Orden de Santa Brigida.
En la ciudad de Tho-Duc, en Annam san Pablo Tong Viet Buong, mártir, que, siendo soldado, sufrió la muerte por Cristo en tiempo del emperador Minh Mang.
En Reims, en Francia, beato Arnoldo (Julio Nicolás) Rèche, hermano del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que, dócil a la acción del Espíritu Santo, se entregó por completo a la formación de los jóvenes en su condición de maestro, mostrándose igualmente asiduo a la oración.
En Ciudad Real, en España, beatos mártires Ildefonso García Nozal y Justiniano Cuesta Redondo, presbíteros, y Eufrasio de Celis Santos, Honorino Carracedo Ramos, Tomás Cuartero Gascón y José María Cuartero Gascón, religiosos de la Congregación de la Pasión, que por Cristo y por la Iglesia fueron fusilados durante la persecución religiosa.
En la localidad de El Saler, de la provincia de Valencia, también en España, beato Leonardo Olivera Buera, presbítero y mártir, que en la misma persecución religiosa alcanzó el premio eterno al imitar la pasión de Cristo.
En la aldea de Benimaclet, también en la región valenciana, en España, beatos Ambrosio León (Pedro) Lorente Vicente, Florencio Martín (Álvaro) Ibáñez Lázaro y Honorato (Andrés) Zorraquino Herrero, religiosos del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y mártires, que durante la misma persecución derramaron su sangre por Cristo.

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