jueves, 19 de septiembre de 2019

Evangelio del día y Reflexión del Papa Francisco 19092019


Evangelio del día: Abre tu corazón al perdón y deja entrar el verdadero amor
Evangelio del día. AUDIO. Lucas 7,36-50 - XXIV jueves tiempo ordinario: La salvación entra en nuestra vida cuando abrimos el corazón
papa francisco con las manos abiertas abre tu corazon al perdon

Evangelio del día: Lucas 7,36-50

Evangelio del día: (La pecadora perdonada): En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: "Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una pecadora!" Pero Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". "Di, Maestro", respondió él. "Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la deuda. ¿Cuál de los dos lo amará más?" Simón contestó: "Pienso que aquel a quien perdonó más". Jesús le dijo: "Has juzgado bien". Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus cabellos. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra poco amor". Después dijo a la mujer: "Tus pecados te son perdonados". Los invitados pensaron: "¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?" Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz". Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Aquel que había invitado a Jesús al almuerzo era una persona de un cierto nivel, de cultura, quizás un universitario. Quería escuchar la doctrina de Jesús, porque como buena persona de cultura estaba inquieto, buscaba conocer más. Y no parece que fuera una mala persona...
Hasta que irrumpe en el banquete una figura femenina: en el fondo una mal educada que entra justo donde no había sido invitada. Una que no tenía cultura o si la tenía, aquí no lo demostró. En efecto, entra y hace eso que quiere hacer: sin pedir disculpas, sin pedir permiso. Y en todo esto, Jesús la deja actuar.
Es entonces cuando la realidad se revela detrás de la fachada de las buenas maneras con el fariseo que comienza a pensar:
"Si este fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, pues es una pecadora".
Este hombre no era malo, sin embargo, no logra entender el gesto de la mujer. No logra entender los gestos elementales de la gente.
[...] Hay entonces dos actitudes muy diferentes entre sí: por una parte la del hombre que ve y califica, juzga; y por otro la de la mujer que llora y hace cosas que parecen locuras, porque utiliza un perfume que es caro, es costoso...
[...] Jesús le reprocha al fariseo que ha entrado a su casa y no le ha dado agua para los pies; ni un beso; ni ungido con óleo mi cabeza. En cambio ella hace todo esto: con sus lágrimas, con sus cabellos, con su perfume.
El Evangelio no dice cómo terminó la historia para este hombre, pero dice claramente cómo terminó para la mujer: "Tus pecados han quedado perdonados"...
En el comportamiento de la mujer hay mucho, mucho amor, mientras que con respecto a los comensales Jesús no dice que falta el amor, pero lo da a entender. En consecuencia la palabra de salvación "tu fe te ha salvado" la dice sólo a la mujer, que es una pecadora. Y la dice porque ella logró llorar sus pecados, confesar sus pecados, decir: "Soy una pecadora".
Por el contrario, no la dice a esa gente, que incluso no era mala, sino porque estas personas creían que no eran pecadoras. Para ellos los pecadores eran los demás: los publicanos, las prostitutas.
He aquí entonces la enseñanza del Evangelio: "La salvación entra en el corazón solamente cuando abrimos el corazón en la verdad de nuestros pecados" (Homilía en Santa Marta, 18 de septiembre de 2014)

Evangelio del día de hoy


Comentarios del Evangelio del día en audio:
🎧
Evangelio del día

No hay comentarios:

Publicar un comentario