sábado, 31 de octubre de 2015

León Nowakowski y 108 mártires de Polonia, Beatos - Irene Stefani, Beata 31102015

León Nowakowski, Beato
León Nowakowski, Beato

Sacerdote y Mártir, 31 Octubre






El beato León Nowakowski, sacerdote diocesano polaco, nace en Byton el 28 de junio de 1913 y murió en la localidad de Piotrkow Kujawski, durante la ocupación militar de Polonia, por su fe fue fusilado a manos de un régimen contrario a Dios.

Fue beatificado por Juan Pablo II en Varsovia (Polonia) el 13 de junio de 1999 junto con otros 107 mártires polacos.

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108 mártires de Polonia durante la segunda guerra, Beatos
108 mártires de Polonia durante la segunda guerra, Beatos

Mártires, 12 de junio


Por: . | Fuente: ACI Prensa 



El 13 de junio de 1999, el papa Juan Pablo II beatificó, en Varsovia, a 108 mártires de la última Guerra Mundial en Polonia, y estableció que su fiesta se celebre el 12 de junio. Entre ellos hay 3 obispos, 52 sacerdotes diocesanos, 26 sacerdotes religiosos, 3 clérigos, 7 religiosos no sacerdotes, 8 religiosas y 9 personas laicas.

Durante la II Guerra Mundial, en Polonia fueron numerosas las víctimas de la encarnizada persecución nazi contra la Iglesia. También otros muchísimos ciudadanos fueron perseguidos y asesinados en aquellas terribles circunstancias. Pero los 108 beatificados por el Papa fueron todos ellos asesinados por odio a la fe cristiana en diversas circunstancias o lugares, o murieron como consecuencia de los sufrimientos infligidos por el mismo motivo en las cárceles y campos de concentración. La mayoría de los sacerdotes murieron por no dejar de ejercer su ministerio, a pesar de las amenazas; muchos de estos mártires perdieron la vida por defender a judíos; las religiosas, por su parte, en su servicio amoroso y silencioso, aceptaron con espíritu de fe los sufrimientos y la muerte. Todos fueron en sentido estricto testigos de la fe de Cristo.

Los padecimientos de los 108 mártires polacos —torturados y ejecutados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial —elevados a los altares por el Papa Juan Pablo II— evidencian los sufrimientos de la Iglesia durante la Segunda Guerra Mundial, así como la ayuda que ellos prestaron a judíos, comunistas y en general a todo perseguido por las fuerzas del Eje.

El Postulador General de los mártires, P. Tomasz Kaczmarek, informó que los 108 polacos, que murieron a manos de soldados alemanes durante la ocupación nazi (1939-1945) y que fueron declarados beatos el 13 de junio en Varsovia, proceden de 18 diócesis diferentes y 22 órdenes religiosas.

Salvadores de judíos

Entre los polacos a ser beatificados están 15 víctimas del campo de concentración de Auschwitz y otros 43 que sufrieron en Dachau, campo ubicado cerca de Munich. También se cuentan varios católicos que fueron perseguidos, torturados y ejecutados por salvar a judíos y comunistas que eran buscados por los nazis.

Así por ejemplo, dos religiosas, que se encuentran en la lista de los futuros beatos, fueron asesinadas por rescatar a decenas de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. De la misma manera, la religiosa dominica Julia Rodzinska (1899-1945) murió de tifus en el campo de concentración de Stutthof, luego de dar ayuda, junto con otras siete religiosas, a varias mujeres judías.

Los judíos hallados por los nazis en el ático del convento de las hermanas de la Inmaculada Concepción fueron causa de tortura y ejecución de las religiosas Bogumila Noiszewska (Maria Ewa) y Kazimiera Wolowska (Maria Marta), que murieron fusiladas en Slonim en 1942. Del mismo modo, el párroco de Gdeszyn, P. Zygmunt Pisarski, fue arrestado y asesinado en Dachau en 1943 por rechazar entregar a comunistas locales a la Gestapo.

Perseguidos por ser católicos

El P. Kaszmarek afirmó también que la misma experiencia de sufrimiento fue vivida por Mons. Julian Nowowiejski, Arzobispo de Plock (1858-1941), quien fue duramente maltratado y finalmente asesinado en el campo de concentración de Dzialdow.

Otro de los obispos que fueron acosados por el nazismo fue el también prisionero en Dachau, 
Michal Kozal (1893-1943), Obispo de Wloclawek, diócesis que sufrió el exterminio de la mitad de sus sacerdotes, once de los cuales están en la lista de beatificaciones.

"El odio a los polacos se mezcló con el ataque a la Iglesia Católica, que representaba un inconveniente obstáculo a la implementación de la insana visión de Hitler sobre la raza y la vida política y social", afirma el P. Kaczmarek.

El Postulador de la causa de los beatos cree que el Papa Wojtila conoció a uno de los mártires durante su juventud, cuando él estudiaba en Cracovia, el P. Jozef Kowalski, quien fue asesinado en Auschwitz en 1942 por rehusarse a cometer sacrilegio con su propio rosario.

Entre los 52 sacerdotes que pasaron por las torturas y ejecuciones nazis, la mayoría de ellos jóvenes, hay dos hermanos que ofrecieron sus vidas en virtud de su ministerio pastoral. Se trata de los padres Kazimierz y Stefan Grelewski, procedentes de Radom, el primero de los cuales fue colgado y el segundo torturado hasta morir en Dachau en 1943.

Otros dos ejemplos de sacrificio y amor a la Iglesia fueron el fray Anicet Koplinski (1875-1941), un capuchino nacido en Alemania que prefirió morir en las cámaras de gas a abandonar su orden, y dos marianistas Jerzy Kaszyra (1904-1943) y Antoni Leszczewicz (1890-1943), que murieron quemados en dos atrocidades cometidas en Rosica.

También laicos

Entre los 108 mártires polacos, existen un total de nueve laicos como Natalia Tulasiewicz, una agente pastoral de 39 años, que fue asesinada en una cámara de gas en Ravensbruck, y Mariana Biernacka (1888-1943), una campesina que pidió ser fusilada en lugar de su nuera que tenía varios meses de embarazo, en Grodno.

Documentación

El padre Kaczmarek explicó que las causas de los mártires fueron sólidamente fundadas en 92,000 páginas de documentación, que fueron entregados oportunamente al Vaticano en 1994. En la investigación han participado 600 especialistas, entre archivistas, historiadores y teólogos.

"Una pregunta me viene a la mente muchas veces: ¿por qué Dios ha querido revelar sus mártires a sus compatriotas contemporáneos justo ahora, en el umbral del Tercer Milenio? Una sola respuesta viene siempre a mi mente: necesitamos estos testigos para nuestros tiempos´´, dijo el padre Kaczmarek.

A continuación la lista de los 108 mártires:
- Adam Bargielski
- Aleksy Sobaszek
Alfons Maria Mazurek, sacerdote (1891-1944)
- Alicja Maria Jadwiga Kotowska
Alojzy (Aloisio) Liguda, sacerdote (1898-1942 Dachau)
Anastazy Jakub (Anastasio) Pankiewicz, sacerdote (1882-1942)
- Anicet Koplinski
Antoni (Antonio) Beszta-Borowski, sacerdote (1880-1943)
- Antoni Julian Nowowiejski
Antoni Leszczewicz, sacerdote (1890-1943)
- Antoni Rewera
- Antoni Swiadek
- Antoni Zawistowski , sacerdote (1882-1942 KL Dachau)
- Boleslaw Strzelecki , sacerdote (1896-1941, Germania Auschwitz)
Bronislaw Komorowski , sacerdote (1889-22.3.1940 KL Stutthof)
- Bronislaw Kostkowski , estudiante (1915-1942 KL Dachau)
- Brunon Zembol , religioso (1905-1922 KL Dachau)
- Czeslaw Jozwiak (1919-1942 prisionero en Dresden),
- Dominik Jedrzejewski , sacerdote (1886-1942 KL Dachau)
- Edward Detkens , sacerdote (1885-1942 KL Dachau)
- Edward Grzymala , sacerdote (1906-1942 KL Dachau)
- Edward Kazmierski (1919-1942 prisionero en Dresden),
- Edward Klinik (1919-1942 prisionero en Dresden),
- Emil Szramek, sacerdote (1887-1942 KL Dachau)
- Ewa Noiszewska, religiosa (1885-1942, Góra Pietrelewicka in Slonim)
Fidelis (Fidel) Chijnacki, religioso, (1906-1942 KL Dachau)
Florian Stepniak, religioso, sacerdote (1912-1942 KL Dachau)
- Franciszek Dachtera, sacerdote (1910-23.8.1942 KL Dachau)
- Franciszek Drzewiecki, religioso, sacerdote (1908-1942 KL Dachau)
- Franciszek Kesy (1920-1942 priosionero en Dresden),
Franciszek (Francisco) Rogaczewski, sacerdote (1892-11.1.1940)
- Franciszek Roslaniec, sacerdote (1889-1942 KL Dachau)
Francisco (Franciszek) Stryjas, padre de familia, (1882-31.7.1944 Kalisz)
Gregorio (Grzegorz) Boleslaw Frackowiak, religioso (1911-1943 Dresden)
- Henryk Hlebowicz, sacerdote (1904-1941 Borysewo)
Henryk (Enrique) Kaczorowski, sacerdote (1888-1942 KL Dachau)
Henryk (Enrique) Krzysztofik, religioso, sacerdote (1908-1942 KL Dachau)
Hilario (Pawel) Januszewski, religioso, sacerdote (1907-1945 KL Dachau)
Jan Antonin (Antonio) Bajewski, religioso, sacerdote (1915-1941 KL Auschwitz)
- Jan Nepomucen Chrzan, sacerdote (1885-1942 KL Dachau)
- Jarogniew Wojciechowski (1922-1942 prisionero en in Dresden).
- Jerzy Kaszyra, religioso,sacerdote (1910-1943, in Rosica),
Jozef Achilles Puchala, religioso, sacerdote (1911-1943)
Jozef Cebula, religioso, sacerdote (1902-1941 KL Mauthausen)
- Jozef Czempiel, sacerdote (1883-1942 KL Mauthausen)
Jozef Innocenty (Inocencio) Guz, religioso, sacerdote (1890-1940 Sachsenhausen)
- Jozef Jankowski, religioso,sacerdote, (1910 -16.10.1941, Auschwitz)
- Jozef Kowalski
- Jozef Kurzawa, sacerdote (1910-1940)
- Jozef Kut, sacerdote (1905-1942 KL Dachau)
- Jozef Pawlowski, sacerdote (1890-9.1.1942 KL Dachau)
- Jozef Stanek, religioso, sacerdote (1916-23.9.1944, Varsovia)
- Jozef Straszewski, sacerdote (1885-1942 KL Dachau)
Jozef Zaplata, religioso (1904-1945 KL Dachau)
Julia Rodzinska, religiosa (1899-20.2.1945 Stutthof);
Karol Hermann Stepien, religioso, sacerdote (1910-1943)
Katarzyna Celestyna Faron, religiosa (1913-1944 KL Auschwitz)
Kazimierz (Casimiro) Gostynski, sacerdote (1884-1942 KL Dachau)
- Kazimierz Grelewski, sacerdote (1907-1942 KL Dachau)
- Kazimierz Sykulski, sacerdote (1882-1942 KL Auschwitz)
Cristino (Krystyn) Gondek, religioso, sacerdote (1909-1942)
- Leon Nowakowski, sacerdote (1913-1939)
- Leon Wetmanski(1886-1941, Dzialdowo), Obispo
- Ludwik Gietyngier
Ludwik (Luis) Mzyk, religioso, sacerdote (1905-1942)
Ludwik Pius Bartosik, religioso, sacerdote (1909-1941 KL Auschwitz)
- Maksymilian Binkiewicz, sacerdote (1913-24.7.1942, Dachau)
- Marcin Oprzadek, religioso (1884-1942 KL Dachau)
- Maria Antonina Kratochwil, religiosa (1881-1942)
- Maria Klemensa Staszewska, religiosa (1890-1943 KL Auschwitz)
Marian Gorecki, sacerdote (1903-22.3.1940 KL Stutthof)
- Marian Konopinski, sacerdote (1907-1.1.1943 KL Dachau)
- Marian Skrzypczak, sacerdote (1909-1939 in Plonkowo)
Mariana Biernacka, laica (1888-1943),
- Marta Wolowska, religiosa (1879-1942, Góra Pietrelewicka in Slonim)
- Michal Czartoryski, religioso, sacerdote (1897-1944)
Miguel (Michal) Ozieblowski, sacerdote (1900-1942 KL Dachau)
Michal (Miguel) Piaszczynski, sacerdote (1885-1940 KL Sachsenhausen)
- Michal Wozniak, sacerdote (1875-1942 KL Dachau)
- Mieczyslaw Bohatkiewicz, sacerdote (1904-4.3.1942 shot in Berezwecz)
- Mieczyslawa Kowalska, religiosa (1902-1941 KL Dzialdowo)
- Narcyz Putz, sacerdote (1877-1942 KL Dachau)
Narciso Turchan, religioso, sacerdote (1879-1942 KL Dachau)
Natalia Tulasiewicz (1906-31.3.1945 Ravensbrück),
- Piotr Bonifacy Zukowski, religioso (1913-1942 KL Auschwitz)
Piotr Edward Dankowski, sacerdote (1908-3.4.1942 KL Auschwitz)
Roman Archutowski, sacerdote (1882-1943 KL Majdanek)
- Roman Sitko, sacerdote (1880-1942 KL Auschwitz)
Stanislaw Kubista, religioso, sacerdote (1898-1940 KL Sachsenhausen)
- Stanislaw Kubski, religioso, sacerdote (1876-1942 KL Dachau)
- Stanislaw Mysakowski, sacerdote (1896-1942 KL Dachau)
- Stanislaw Pyrtek, sacerdote (1913-4.3.1942 Berezwecz)
- Stanislaw Starowieyski, padre de familia (1895-13.4.1940/1 KL Dachau)
- Stanislaw Tymoteusz Trojanowski, religioso (1908-1942 KL Auschwitz)
Stefan Grelewski, sacerdote (1899-1941 KL Dachau)
Symforian Ducki, religioso (1888-1942 KL Auschwiitz)
Tadeusz Dulny, seminarita (1914-1942 KL Dachau)
- Wincenty Matuszewski, sacerdote (1869-1940)
- Wladyslaw Bladzinski, religioso, sacerdote (1908-1944)
- Wladyslaw Demski, sacerdote (1884-28.5.1940, Sachsenhausen)
Wladyslaw Goral,(1898-1945 KL Sachsenhausen), Obispo
- Wladyslaw Mackowiak, sacerdote (1910-4.3.1942 Berezwecz)
- Wladyslaw Maczkowski, sacerdote (1911-20.8.1942 KL Dachau)
- Wladyslaw Miegon, sacerdote, (1892-1942 KL Dachau)
- Wlodzimierz Laskowski, sacerdote (1886-1940 KL Gusen)
- Wojciech Nierychlewski, religioso, sacerdote (1903-1942 KL Auschwitz)
- Zygmunt Pisarski, sacerdote (1902-1943)
- Zygmunt Sajna, sacerdote (1897-1940 Palmiry)


Irene Stefani, Beata
Religiosa, 31 de octubre


Por: Varios | Fuente: irenestefani.altervista.org // AICA.org 



Religiosa Misionera

Martirologio Romano: En Ghekondi (Kenya), beata Irene Stefani, (en el siglo Aurelia Giacomina Mercedes), monja del Instituto de las Hermanas Misioneras de la Consolata. ( 1930)
Fecha de beatificación: 23 de mayo de 2015, durante el pontificado de S.S. Francisco.
Breve Biografía
¿Quien es la Hermana Irene Stefani?
Sor Irene es una de las primeras misioneras de la Consolata quien recorrió los senderos de la caridad heroica hasta entregar su propia vida por la difusión del Evangelio.
Ella el 19 de Junio de 1911, a los 19 años de edad, deja su pueblo natal, Anfo, en la provincia de Brescia (Italia), donde ya se le conocía como “el angel de los pobres”, y se dirige a Turín donde José Allamano, el fundador del Instituto de los Misioneros de la Consolata, aca­baba de dar inicio también a las Misioneras de la Consolata. El la recibe en el pequeño grupo de las primeras jóvenes deseosas de entregar su vida a Dios para la obra misionera.
Acabada su preparación, con confianza y humilde valenía, hacia finales de 1914, acepta con entusiasmo el mandato para las misiones de Kenya, conciente de las dificuldades que la esperan.

Su corazón no tiembla, porque està afianzado en Dios. El 29 de Enero de 1914, día de su consagración a Dios por la misión, Sor Irene habia condensado en pocas lineas su programa de vida:
Sólo Jesús!
Todo con Jesús... Toda de Jesús...
Todo para Jesús... Nada para mí.
En Enero de 1915 llega al Kenya, experimenta la pobreza extrema, la fatiga, la soledad. Tiene que hacer el esfuerzo para aprender un idioma nuevo, penetrar en una cultura muy diferente, deshacer prejuicios. Sor Irene ensancha su corazón, para que en él encuentre espacio aquel mundo al que ella se entrega con todo su ser: es mujer humilde, llena de fe ardiente, de caridad intrépida y esperanza inquebrantable para anunciar que Jesús es el Hijo de Dios y el Salvador de la humanidad.
En 1915 a los pocos meses de haber llegado al Kenya, la primera guerra mundial hace sentir sus efectos en las colonias inglesas y alemanas e implica directamente numerosos misioneros y misioneras presentes en Africa Oriental.
A partir de Agosto de 1916, Sor Irene desarrolla la tarea de enfermera de la Cruz Roja en Kenya y Tanzania, en los grandes hospitales de campo levantados por los “carriers”, los trescientosmil y más indígenas movilizados por los ingleses para defender y ensanchar sus fronteras. Con piedad y abnegación pasa dias y noches en las grandes carpas donde se amontonan hasta dosmil enfermos y heridos. En aquellas miserables condiciones falta todo pero sor Irene suple a la falta de remedios y de asistencia médica multiplicando los gestos de caridad y con la cercania afectuosa y maternal a cada uno de esos po­bres jóvenes. “Esa hermana es un ángel”, se oye comen­tar alrededor.
A fines de la guerra Sor Irene vuelve al Kenya entre sus Agikuyus y se entrega totalmente a la obra de evangelización con inagotable espíritu apostólico. Ella llega a ser maestra, enfermera, partera, visitadora familiar y a todos lleva amor y gestos concretos de solidaridad. Tanto es así que la gente empieza a llamarla con cariño “Nyaatha”, que significa “la madre toda misericordia”.
Al cumplir 39 años de edad, frente a las necesidades incalculables de la obra misionera y siempre más conciente de su pequeñéz, Sor Irene siente la llamada interior a ofrecer a Dios el sacrificio supremo de su vida para el adviento del Reino. Tan sólo dos semanas después de su ofrecimiento, asistiendo a un enfermo de peste que muere entre sus brazos, contrae la misma enfermedad que en pocos días la lleva a la muerte, víctima de su caridad heroica.
Es el 31 de Octubre de 1930. En cuanto la dolorosa noticia de su muerte se difunde, la gente aturdida y consterna­da acude en masa a la misión para ver por última vez su rostro, superando el temor supersticioso hacia los muertos, aún muy arraigado en aquel tiempo.
Después de más  de medio siglo la Iglesia de Nyeri (Kenya) y la de Turín piden a la “Congregación de los Santos” en Roma que sean reconocidas las virtudes heroicas de Sor Irene Stéfani, para gloria de Dios y ejemplo a los fieles.
Sus restos, exhumados en 1995, reposan en la iglesia de la Consolata en Nyeri­Mathari (Kenya).
Dado que Su Santidad, el Papa Francisco, el 12 de junio de 2014, firmara la promulgación del decreto reconociendo un milagro atribuido a la intercesión de sor Irene Stefani, se ha autorizado su beatificación, misma que se realizó el 23 de mayo de 2015.
El milagro de la fuente bautismal de Nipepe (Mozambique)
El milagro reconocido por la Congregación vaticana para autorizar la beatificación ocurrió en 1989 en la localidad de Nipepe (diócesis de Lichinga, Niassa-Mozambique), durante la guerra civil entre los grupos guerrilleros de la Frelimo y de la Renamo.
En la iglesia parroquial de Nipepe se hallaban refugiadas unas 270 personas entre las cuales muchos niños y niñas, algunos habitantes del pueblo y los catequistas de varias parroquias de la diócesis, que se habían reunido para un curso de formación catequística dirigido por el párroco, padre José Frizzi, misionero de la Consolata. Durante cuatro días permanecieron encerrados, sin poder salir, amenazados de muerte por ambos grupos guerrilleros, con escasos víveres y sin acceso al agua.
El milagro atribuido a la intercesión de sor Irene Stefani consistió en la prodigiosa multiplicación del agua de la fuente bautismal que durante cuatro días sirvió a las 270 personas refugiadas.
Era el 10 de enero de 1989, el período más caliente del año. No había ninguna posibilidad de obtener agua. Durante la misa del alba se oyeron los disparos con los cuales se iniciaba el ataque militar. Sor Irene fue fervorosamente invocada por todos los presentes pidiendo su protección y ayuda. La única agua que había en la iglesia era la de la fuente bautismal, pero nadie tenía el valor de beber de esa agua sagrada. Considerando la situación angustiosa, sobre todo de los niños, el catequista Bernardo Bwanaissa dio permiso para que se pueda beber el agua de la fuente bautismal.
En 2009, antes de morir, Bernardo recordó y testimonió ante el obispo de Lichinga que “en aquel enero de 1989, todos los que estábamos secuestrados en la parroquia de Nipepe durante cuatro días comimos las galletas regaladas por Caritas que se encontraban en la sacristía y bebimos del agua de la fuente bautismal”.
Esta agua fue suficiente para todos los refugiados en la iglesia durante los cuatro días, y no solo para beber, sino también para lavarse y refrescarse del sudor, y hasta para lavar una niña dada a luz la primera noche del secuestro, a la que sus padres le dieron el nombre de Irene en recuerdo de sor Irene. Al final del secuestro, ingresó el padre José Frizzi quien, sorprendido al ver el suelo en torno del bautisterio muy mojado, preguntó por qué había tanta agua. La gente le contó lo sucedido. La intercesión de sor Irene hizo el milagro de la multiplicación del agua.
“La fuente bautismal parecía un árbol que producía agua”, dijo uno de los testigos durante el proceso eclesiástico del milagro, realizado en julio de 2010. Todos los que vivieron el hecho milagroso lo confirmaron en el proceso y repetían con reverencia y estupor: “Por intercesión de sor Irene todos fuimos salvados”; “Ella nos escuchó y nos ayudó”; “Fue ella, madre Irene, que nos concedió el milagro”. Sor Irene fue invocada con fe y hubo agua suficiente para todos los refugiados durante los cuatro días del encierro.
El pueblo Makua la llama “mae Irene” y es muy significativo para ellos porque la sienten cercana como una mamá que interviene en todas sus necesidades. Manuel Muapareia, uno de los testigos, dijo: “Para nosotros es la madre Irene porque piensa en todo: en proteger la vida, en curar las enfermedades, en defendernos de los peligros, en consolarnos cuando nos sentimos solos y tristes, es decir, ella hace todo lo que hace una madre por sus hijos”.
Las madres del pueblo Makua la invocan después de la Virgen Consolata, porque Irene entró en sus corazones, sus mentes, su cultura y en la expresión religiosa de este pueblo.
Este acontecimiento milagroso llenó de admiración y continúa suscitándola a la distancia de 25 años, lo que hace ver claramente que sor Irene está en el corazón y la mente de cuantos vivieron esta experiencia en primera persona y de quienes fueron informados.

 

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