El futuro de la humanidad y de la Tierra
está ligado a la Amazonía
2019-09-12
Entrevista a Leonardo
Boff de Pierluigi Mele,
publicada en RAI-Confini el
05-09-2019
Leonardo
Boff, la Amazonía está viviendo meses dramáticos. De enero a hoy, comparando
con 2018, los incendios en la región aumentaron en un 145%. Un número devastador.
La comunidad internacional se está movilizando. ¿Cómo clasificaría usted el
comportamiento de la comunidad internacional?
La
reacción fue muy fuerte y decisiva. El problema es que nuestro presidente no
tiene modales civiles, no observa el protocolo oficial que subyace en la
relación entre las autoridades. Ha ofendido al presidente francés Macron y a la
canciller alemana Merkel. Es una persona mala y estúpida. No entiende nada de
nada sobre el Amazonas ni sobre los indios. Quiere ocupar sus reservas naturales
para el agronegocio y la minería. Pero cuando el problema toca la billetera,
todo cambia. El presidente escuchó que los europeos ya no quieren soja y carne
de Brasil, que el tratado comercial entre la Comunidad Europea y el Mercosur no
se realizará sin un cambio radical de la política en relación con la Amazonía.
Entonces cambió un poco su discurso.
Bolsonaro,
desvariando, culpa salvajemente a las ONGs. ¿Cómo están las cosas?
Bolsonaro
quiere reinventar Brasil en el marco de un ultraliberalismo radical. El modelo
es la edad media religiosa, premoderna y preiluminada. Prácticamente ha
desmantelado todo lo que Lula y Dilma hicieron en beneficio de los pobres.
Ahora hay hambre en Brasil. Y el presidente, absolutamente paranoico, sale en
televisión para decir que en Brasil no hay hambre. Un millón de familias han
pasado de la pobreza a la miseria durante el año pasado y sufren hambre
sistemáticamente. Todos los consejos de estado en las diversas esferas de la
sociedad han sido abolidos. En resumen: “la era de la estupidez ha entrado en
Brasil”. La sociología y la filosofía han sido prohibidas en universidades y
otros cursos. Esto es para tener un pueblo que no piensa. Brasil, en esta
lógica, puede convertirse en un país de parias, como la India.
Sabemos
que en las bases de las políticas locas del gobierno existe la ideología
“extractiva”, pero también existe el “soberanismo”, es decir, “el Amazonas es
de Brasil”. Esto dice Bolsonaro. ¿Es así, Leonardo?
En
este punto, Bolsonaro no tiene cultura ecológica. Creo que incluso los miembros
del G7 tienen sólo una cultura ecológica “verde”, no como la del Papa Francisco
que es una ecología “integral”.
He
argumentado en varios lugares en estos términos, en el sentido de la nueva
visión de la ecología. Desde la perspectiva de los astronautas que ven la
Tierra desde fuera de la Tierra, todos dicen: la Tierra y la humanidad forman
una sola entidad. No existe el planeta Tierra por un lado y la humanidad por el
otro. Ambos forman una sola realidad. El ser humano es la porción inteligente,
amorosa y sensible de la Tierra. Somos la Tierra, por eso el “hombre” viene de
“humus”, tierra fértil, o “adam” en hebreo, o “tierra” en árabe. Somos más que
hijos e hijas de la Madre Tierra... Somos la propia Tierra, que piensa, que
ama, que cuida de todas las cosas. Esta es una idea de la mayoría de cosmólogos
y astrofísicos.
Otro
punto. Vivimos en la nueva fase de la Tierra, el proceso de planetización.
Todos estamos en la misma Casa Común. Regresamos del exilio después de millones
de años y ahora estamos todos juntos en un solo lugar, en el planeta Tierra.
La
Tierra no es de nadie. Es un bien común de toda la humanidad y de toda la
comunidad de vida (animales, árboles, microorganismos, etc.). La Amazonía es
parte de la Tierra; Brasil no es el señor de la Amazonía. La Amazonía es de
toda la Tierra, de toda la humanidad. Brasil posee sólo la gestión de esta
parte, y la administra mal y de forma poco responsable. Hoy sabemos que la
Amazonía, que abarca 9 países, es fundamental para el equilibrio del planeta,
del sistema climático, de la absorción de dióxido de carbono, y además, regula
el ciclo de lluvias en el mundo. Esto significa que toda la humanidad tiene una
responsabilidad sobre la Amazonía, no es sólo de Brasil. El futuro de la vida
en la Tierra se juega en la conservación o destrucción de la Amazonía. No estoy
seguro de si los miembros del G7 tienen esta visión “integral” del problema.
Otro
punto importante: en estas discusiones nunca se ha hablado de los pueblos
indígenas, los habitantes originarios de estas tierras. Conocen el ritmo de la
selva, saben cómo preservarla. Son nuestros maestros y doctores, no los
científicos que tienen una visión desde afuera. La belleza del documento del
Papa Francisco sobre el Sínodo Panamazónico es hacer que los nativos sean los
protagonistas principales a fin encontrar soluciones verdaderas y sostenibles
para este inmenso bioma (ecosistema).
Más
allá de estas ideologías (extractivas y soberanistas), ¿cuáles son las
“estructuras de pecado” que están devastando la Amazonía?
Las
estructuras de pecado son la motosierra, la devastación sistemática de la selva
por las maderas valiosas, por la biodiversidad, por elementos importantes para
la medicina y especialmente por las “tierras ricas”, elementos fundamentales
para la nueva tecnología 5G. Pero el mayor pecado es el exterminio de etnias
enteras, la ocupación de sus reservas, la contaminación de los ríos debido a la
extracción del oro. Muchos indígenas mueren de enfermedades porque la gente del
agronegocio no quiere tratarlos y curarlos.
¿Qué
está haciendo la Iglesia Católica para defender la Amazonía?
La
Iglesia Católica es, ciertamente, junto con otras iglesias históricas como los
luteranos, una presencia constante y exigente en defensa de los pueblos
originarios. Existe el Consejo Misionero Indígena (CIMI), que ha estado
trabajando sistemáticamente en la protección de los pueblos indígenas desde
hace 30-40 años. El documento del Sínodo Panamazónico hace otro discurso. No se
trata de convertir a las culturas sino de evangelizar en las culturas para que
pueda surgir una iglesia con rostro indígena. En este sentido, se piensa en la
ordenación de sacerdotes indígenas para crear esta nueva forma de iglesia que no
sea simplemente una adaptación de las iglesias europeas.
El
Papa Francisco, como sabemos, ha convocado para el próximo octubre un
importante Sínodo sobre la Amazonía. En el muy denso y profundo “Instrumentum
laboris” hay una propuesta para promover una “ecología integral” en la
Amazonía. ¿Qué significa esto?
El
sínodo es una derivación y aplicación de la encíclica Laudato Si’. Esto
significa que debemos respetar este enorme bioma (ecosistema) en los 9 países,
en su singularidad, en sus culturas, en sus idiomas. Así como los primeros
cristianos hicieron su síntesis de la fe cristiana con la cultura greco-latina,
así también la Amazonía deben hacer su camino. Crear realmente una
eclesiogénesis. No será una iglesia occidental, sino indígena, afrolatinoamericana,
con elementos de la tradición europea de la época colonial.
Precisamente
en este documento se proponen nuevos caminos pastorales para la Iglesia en la
Amazonía. Por ejemplo, hay una parte que puede llevar a una nueva visión de los
ministerios. En especial el ministerio ordenado. Los conservadores están
atacando este punto. ¿Piensa usted que el Sínodo será capaz de resistir?
El
Papa Francisco tiene una enorme libertad interior y valor para abrir nuevos
caminos. Yo creo que serán consagrados verdaderos presbíteros indígenas. Apoyo
al obispo Erwin Kräutler, amigo del Papa, que defiende también ordenar mujeres.
Dice que, en su diócesis –una de las mayores del mundo, a orillas del río
Xingú–, las mujeres hacen todo lo que hace un sacerdote. ¿Por qué no permitir
también la ordenación presbiteral de las mujeres?
Grandes
teólogos como Karl Rahner y Luigi Sartori escribieron que no hay ningún dogma o
doctrina que impida dar este paso. Todas las otras iglesias, incluidos los
judíos, lo han hecho ya. La iglesia católica romana no puede seguir siendo una
isla de patriarcalismo y antifeminismo. El Espíritu insta a la Iglesia a tomar
esta decisión, por amor a los pueblos más alejados del mundo. Deus potuit, decuit,
ergo fecit. [Dios podía hacerlo, y era bueno hacerlo... luego lo hizo].
Última
pregunta: el Papa Francisco está dando un giro a la Iglesia en el sentido de la
“Iglesia en salida” y de la sinodalidad. Sabemos que los enemigos de Francisco,
que no son sólo eclesiásticos, están haciendo todo lo posible para limitar la
fuerza de sus reformas. ¿Crees que el camino tomado por Francisco es
irreversible?
Creo
que el Papa Francisco ha inaugurado una nueva genealogía de papas de fuera del
antiguo cristianismo europeo, donde vive sólo el 25% de los católicos. Nosotros
en las Américas somos el 64%. Los otros están en África y Asia. Ha llegado el
momento, en mi opinión, de que el camino del cristianismo en el mundo
globalizado se haga a partir de estas nuevas iglesias, que tienen ya su
madurez, su teología y su liturgia. Los que están en contra del Papa y el
Sínodo son todos “herejes”, en el sentido original de la teología. La herejía
no fue inicialmente una cuestión de doctrina sino de unidad de la Iglesia. Los que
están en contra del Sínodo y del Papa Francisco rompen esta unidad. Son
realmente herejes en el sentido verdadero y original de la palabra.
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