Art of Living y su «efecto en cadena» que está revolucionando uno de los suburbios de Johannesburgo
La médico sudafricana Ozó Ibeziako ha recibido el Premio Harambee 2019 a la promoción e Igualdad de la Mujer africana, patrocinado por los Laboratorios René Furterer, que concede esta ONG anualmente en reconocimiento de aportaciones a la mejora de la mujer en la sociedad. La premiada ejerce la medicina en un hospital y es profesora de Medicina de Familia en la Universidad de Pretoria. Nacida en Nigeria, en 1999 se trasladó a Sudáfrica para comenzar la labor de evangelización del Opus Dei.
La doctora Ibeziako dedicará los seis mil euros del premio a la potenciación del programa Art of Living, que desarrollan desde 2012 con voluntarias en el barrio de Alexandra en Johannesburgo.
- ¿Por que Art of Living?
- El contexto de nuestro trabajo es la división de Sudafrica en áreas, guetos, llamados Townships, zonas marginales donde se concentra un número muy elevado de habitantes por km2, con unas condiciones precarias de vivienda, pocos servicios básicos, una criminalidad alta y enormes porcentajes de desempleo. El barrio de Alexandra quedó en el medio de la zona para blancos pero rodeados de alambrada para que la gente quedara encerrada en una área determinada y con una fuerte presencia policial para mantener el orden.
- Entiendo que las cosas han ido mejorando…
- El contexto actual es mejor, porque hay libertad de movimientos y algunas personas han logrado mejorar su situación social y económica, pero sufren las mismas penalidades que las otras zonas del país con la desventaja de tener una densidad de población muy alta y el flagelo del crimen. Una gran parte de los jóvenes siguen sin acceso a la educación, lo que produce un circulo vicioso que los lleva a no tener horizonte y a recurrir al crimen, a la droga o a la prostitución como forma de vida. En Komati Foundation quisimos aliviar de alguna manera este problema.
Ozó Ibeziako recibió Premio Harambee 2019 de manos de Teresa de Borbón dos Sicilias y Laurent Coupe / Foto- Álvaro G. Fuentes
Nos propusimos ayudar a las mujeres de la zona para que descubran su valía y lo mucho que pueden hacer en sus propias vidas y en la sociedad con el resultado sorprendente de que las que nos hemos beneficiado en primer lugar somos las personas que estamos llevando adelante el proyecto. Por eso soy muy optimista, porque compruebo cada día las cualidades de las mujeres de mi país, aunque vivan en condiciones muy marginales.
- ¿Cómo es la situación de la mujer?
- Las condiciones en las que las mujeres viven demuestran la fortaleza, coraje y talento que son necesarios para sacar adelante sus familias, sus comunidades, a la sociedad, a la nación. A pesar de las circunstancias adversas han decidido ser parte del cambio: a través de voluntarios y profesionales se les ayuda, descubren su potencial, reciben herramientas para afrontar las dificultades, se invita a lideres femeninas que sirvan de modelos. Se trata de mujeres que proceden de Alexandra y que han logrado estudiar, formar una familia, contribuir en la sociedad.
- ¿Cómo potencian a la mujer trabajadora?
- A través de los talleres y actividades, etc., se les ayuda crecer en autoestima y combatir el paternalismo que hace a la persona dependiente, en vez de darle alas para crecer. Lo que necesitamos es una igualdad real que sea cauce para fomentar todas las capacidades que tenemos las mujeres. Con el programa queremos compartir con las mujeres el verdadero sentido de libertad.
Las chicas participan en las actividades porque se dan cuenta de lo mucho que les beneficia. Sienten el lugar como propio, lo cuidan, lo protegen (teniendo en cuenta que está en una zona donde lo normal es la suciedad y el caos), es como un oasis en el medio del desorden. Tanto ha gustado el programa, que ellas mismas comenzaron a compartir lo que aprenden en sus propias casas, así que ahora son las madres las que también quieren beneficiarse del Art of living por darse cuenta del impacto que estas actividades no solo está teniendo en sus hijas sino también en la relación familiar. Es muy notorio el cambio que se produce en la conducta de las niñas: comienzan a tener mejores resultados escolares, ayudan en casa, crecen en responsabilidad personal.
- ¿Ven ya resultados?
- En solo 6 años ya notamos el impacto. Nuestro tiempo, esfuerzo, creatividad han caído en tierra fértil, y todo lo que se ha invertido está dando resultados: varias chicas han logrado registrarse en la universidad. Art of living está creando efecto en cadena a través de las chicas, se llega a la familia y se llega a la comunidad. La mayoría ni se plantean estudiar porque tienen que abandonar la escuela muy pronto, y llegar a la universidad es un sueño imposible.
Sin embargo, de las que participan en el programa Art of Living ya han llegado algunas a la universidad y el próximo curso también lo hará otro grupo. De momento no son muchas, pero la proporción irá creciendo en la medida que dispongamos de más medios para llegar a más personas. Puedo contar el caso de Rephabile, una chica criada por su abuela, o el de Lerato, hija de madre soltera. Las dos vivían en unas condiciones muy penosas y gracias a Art of Living han salido adelante y conseguido una beca para estudiar en dos de las mejores universidades del país.
- ¿Qué piensa del programa de ayudas de Harambee?
- Es un ejemplo de la sensibilidad y solidaridad de tantas personas que no se ponen de perfil. Pienso que con la ayuda de más personas y más dinero nos gustaría replicar este proyecto en otros townships de nuestro país, solo entre Johanesburgo y Pretoria hay 6 townships en los que viven más de 3 millones de personas. Además ahora nos ha surgido un nuevo reto para el que necesitamos más manos, ya que las madres preguntan: ¿cuándo comenzarán un programa destinado a los chicos?
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