Santa Lucía Filippini, fundadora
fecha: 25 de marzo
n.: 1672 - †: 1732 - país: Italia
canonización: B: Pío XI 13 jun 1926 - C: Pío XI 22 jun 1930
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: 1672 - †: 1732 - país: Italia
canonización: B: Pío XI 13 jun 1926 - C: Pío XI 22 jun 1930
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En el Montefiascone, en la Toscana,
santa Lucía Filippini, fundadora del Instituto de Maestras Pías, para promover
la enseñanza cristiana de jóvenes y mujeres, especialmente las carentes de recursos.
El «Instituto de Maestras Pías» no es tan
conocido fuera de Italia como merece serlo. Pero en una época en la que todavía
no se pensaba en la educación obligatoria, obró maravillas tanto en el
mejoramiento religioso como en el social de las mujeres de su país. Aunque
santa Lucía no fue la verdadera fundadora de esta notable organización, fue
quizás la más celosa, la de mayor influencia y la más santa entre todas sus
primeras propulsoras. Nacida en 1672, en Tarquinia, en Toscana, distante
aproximadamente nueve kilómetros de Roma, quedó huérfana a temprana edad.
Siendo aún joven, la seriedad de sus intenciones, su gran piedad y sus notables
cualidades llegaron a oídos del obispo de la diócesis, cardenal Marcantonio
Barbarigo, quien la persuadió de ir a Montefiascone para trabajar en un
instituto educacional para el entrenamiento de maestros, que él había fundado y
puesto bajo la dirección de religiosas. Lucía se dedicó en cuerpo y alma al
trabajo, donde tuvo contacto con santa Rosa
Venerini, a quien por ser la más eficaz y dedicada organizadora
de un instituto similar en Viterbo, el cardenal había llamado a Montefiascone
para que contribuyera con su experiencia al bien de su fundación. Ningún alumno
pudo haber mostrado más aptitudes que santa Lucía. Su modestia, su caridad y su
profunda convicción del valor de las cosas espirituales, aunados a su decisión
y su práctico sentido común, se ganaron todos los corazones.
La obra prosperó asombrosamente. Nuevas
escuelas para niños y centros educacionales se multiplicaron en todas
direcciones y, en 1707, por deseo expreso del Papa Clemente XI, ella fue a Roma
a fundar allí la primera escuela de «Maestre Pie» en la calle de Chiavi d'Oro.
Lucía pudo permanecer en la ciudad tan sólo un poco más de seis meses, ya que
sus obligaciones la llamaban a otras partes, pero los niños acudían en
multitudes que excedían, con mucho, el cupo destinado para ellos; a Lucía antes
de partir, se le llegó a conocer en casi todo el distrito, como la «maestra
santa». Como Rosa Venerini, tenía el don de la palabra fácil y convincente. Sin
embargo, su fortaleza no igualaba el esfuerzo con que se dedicaba al trabajo.
Enfermó gravemente en 1726 y, a pesar de la atención médica que se le dio en
Roma, nunca pudo recuperar del todo su salud. Murió con la más santa de las
muertes, el 25 de marzo de 1732, día que ella misma había predicho. Santa Lucía
Filippini fue canonizada en 1930.
Ver el Acta Apostolicae Sedis, vol. XXII
(1930), pp. 433-443; las actas del proceso de canonización; F. de Simone Vita
della serva... Lucia Filippini (1732); y La B. Lucia Filippini... (1926).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedida 1059 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente
enlace: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_1003
No hay comentarios:
Publicar un comentario