Santos del día 14 de mayo
Fiesta de san Matías, apóstol, que siguió al Señor Jesús desde el bautismo de Juan hasta el día en que Cristo subió a los cielos y, por esta razón, después de la Ascensión del Señor fue puesto por los apóstoles en el lugar que había ocupado Judas, el traidor, para que, formando parte del grupo de los Doce, fuese testigo de la Resurrección.
En la provincia romana de Asia Menor, san Máximo, mártir durante la persecución bajo el emperador Decio y de quien se dice que murió lapidado.
En Cimiez, en la Provenza, san Poncio, mártir.
En Siria, santos Víctor y Corona, compañeros mártires.
En la isla de Quíos, en el mar Egeo, san Isidoro, mártir, que, según la tradición, fue arrojado a un pozo.
En Aquilea, en el territorio de Venecia, santos Félix y Fortunato, mártires, cuya ciudad honraron con su glorioso martirio.
En la isla de Cerdeña, conmemoración de las santas Justa y Enedina, mártires.
En Auvernia, en Aquitania, san Abrúnculo, obispo, quien, expulsado de su sede de Langres por Gundebaldo, el rey de los burgundios, fue puesto al frente de la iglesia de Auvernia.
En Auvernia, san Galo, obispo, tío paterno de san Gregorio de Tours, varón humilde y bondadoso.
En Lismore, en Irlanda, san Cartago, obispo y abad.
En el monasterio de Fontenelle, en Neustria, san Eremberto, que, habiendo sido obispo de Toulouse, abrazó después la disciplina monástica.
En Santarem, en Portugal, beato Gil de Vaozéla, presbítero, que, docente de medicina en París, abandonó la vida disoluta que llevaba y, tras ingresar en la Orden de Predicadores, con lágrimas, oración y sacrificios, superó todas las tentaciones.
En la aldea de Saint Mary of the Woods, en Indianápolis, en los Estados Unidos de Norteamérica, santa Teodora (Ana Teresa) Guérin, virgen de la Congregación de Hermanas de la Divina Providencia, la cual, nacida en Francia, entre grandes dificultades y confiando siempre en la divina Providencia, se preocupó con solicitud de la naciente comunidad.
En el territorio de Bétharram, cerca de Pau, en los Bajos Pirineos franceses, san Miguel Garikoitz, presbítero, que fundó la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús.
En Nizza Monferrato, en la región de Piamonte, en Italia, santa María Dominica Mazzarello, fundadora, junto con san Juan Bosco, del Instituto de Hijas de María Auxiliadora, dedicadas a la instrucción de niñas pobres. Sobresalió por su humildad, prudencia y caridad.
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