miércoles, 10 de junio de 2020

Santos del día 10 de junio

Santos del día 10 de junio
Quarto Idus iunii
En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Censurio, obispo.
En París, ciudad de Neustria, san Landerico, obispo, de quien se cuenta que, en tiempo de hambre, para atender a los pobres enajenó los ornamentos de la iglesia, y que edificó un hospital junto a la iglesia catedral.
En Rochester, en Inglaterra, san Itamar, obispo, que fue el primero de la región de Kent en ser elevado al orden episcopal, y brilló siempre por la dignidad de su vida y por su erudición.
En Dobrowo, en Polonia, muerte de san Bogumilo, obispo de Gniezno, que, después de renunciar a su sede, llevó en este lugar vida eremítica y llegó al fin de sus días consumado por la austeridad que practicaba.
En Bolonia, en la Emilia, beata Diana de Andaló, virgen, la cual, superando todas las dificultades que le anteponía su familia, prometió ante santo Domingo abrazar la vida claustral e ingresó en el monasterio de Santa Inés, que ella misma había fundado.
En Treviso, en el territorio de Venecia, beato Enrique de Bolzano, carpintero y analfabeto, que entregaba a los pobres todo lo que tenía, y ya al final, casi sin fuerzas, pedía lo necesario para vivir, sin dejar de compartirlo con los otros mendigos.
En la ciudad de Buda, en Hungría, tránsito del beato Juan Dominici, obispo de Ragusa, que, después de la peste negra, restauró la observancia regular en los conventos de la Orden de Predicadores, y enviado luego a Bohemia y Hungría para contener la predicación herética de Juan Hus, le sorprendió la muerte.
En Londres, en Inglaterra, beatos mártires Tomás Green, presbítero, y Gualterio Pierson, monjes de la Cartuja de esta ciudad, los cuales, por haberse opuesto al rey Enrique VIII en sus pretensiones de supremo moderador en asuntos eclesiásticos, fueron encerrados en lóbrega cárcel, donde murieron de hambre y enfermedad.
En la ciudad de Moerzeke-les-Termonde, cerca de Gante, en Bélgica, beato Eduardo Poppe, presbítero, que, en tiempos difíciles, con sus escritos y su predicación propagó por Flandes la formación cristiana y la devoción a la Eucaristía.
En Vall d'Alba, en Castellón, España, beato José Manuel Claramonte Agut, presbítero de la Hermandad de Operarios Diocesanos y mártir, que en la persecución religiosa de época de la Guerra Civil consumó su sacrificio.
En Regensburg, Alemania, beato Eustaquio Kugler, religioso de la Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios.

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