domingo, 26 de enero de 2020

¿Qué deseas que te hagan? Hazlo a los demás’. ( Domingo 3º del TO Ciclo A, ‘De la Palabra de Dios’ (26.01.2020): Mateo 4,12-23) y “Ellos sí escucharán” (Hechos 28,28-29) (Domingo 9º de ‘Los Hechos de los Apóstoles’ (26.01.2020): Hch 7,54 a 8,3


Leyente de estas líneas, 
te comunicó una realidad que ya conoces. 
Este es el tercer domingo del Tiempo Ordinario. Desde este día 26 de enero, a este domingo se le va a llamar siempre en la historia de la Iglesia 'el Domingo de la Palabra de Dios'. Los demás domingos del año creo que también son de la ¡Palabra de Dios!, pero muchos de ellos serán domingos sin nombre, anónimos, ordinarios...
Pero el domingo por excelencia de esta palabra-Palabra-PALABRA será el Tercero del Tiempo de Ordinario. 

Esta novedad, tan sugerente se dirá, se le ha ocurrido a Francisco papa, y lo ha dicho para que todos le hagan caso y pongan en marcha todo cuanto ha sugerido para este domingo tan especial. Esta decisión papal hará que Francisco tenga un puesto reservado en la historia de la Iglesia. 
Y desde este domingo las editoriales de tipo pastoral-teológico-religioso-litúrgico... editarán rituales, sugerencias, símbolos y demás elementos para la celebración de la eucaristía de tal 'evento'.
Siguiendo a este Francisco Papa, creo que a este domingo lo voy a llamar como su documento: Aperuit illis (Les abrió). Rl domingo de 'Les abrió'
Y volveré a sugerir que sería muy positiva y sorprendente reforma litúrgica 'establecer' (que es el término que se utiliza en la propuesta vaticana), establecer un Ciclo D, un cuarto año, para que el pueblo pueda leer completo y ordenado todo el Evangelio de Juan, el cuarto Evangelio. Creo que esa sería una reforma semejante a la del Vaticano II que decidió olvidar el latín y ordenó celebrar en la lengua en la que habla el pueblo... 

Y tú, Leyente que me lees, sabes que tienes enviado por mis digitales dedos (valga la redundancia) un archivo con el comentario del Evangelio de Juan ordenado y completo en cincuenta y dos domingos. 

No hablo ya más en esta presentación, aunque me estaría escribiendo de esta tal Exhortación 'Aperuit illis' otras tres horas más. Pero no te empaparé más.
Solo decirte que tienes a continuación los comentarios de los dos relatos Evangélicos, el de Mateo y el del Libro de los Hechos. También los puedes ver, leer, guardar... desde el archivo adjunto.

 Domingo 3º del TO Ciclo A, ‘De la Palabra de Dios’ (26.01.2020): Mateo 4,12-23
¿Qué deseas que te hagan? Hazlo a los demás’. Yo lo escribo CONTIGO,

Creo que es hoy, el tercer domingo del tiempo ordinario, cuando se celebra en nuestra eclesialidad ‘el domingo de la Palabra de Dios’. Tengo para mí que todos los cincuenta y dos domingos del año son también días de esa Palabra. Pero Francisco papa ha deseado pasar a la historia por haber añadido a su tarea pastoral el que inauguró la tradición de una práctica nueva, como el que imaginó el ‘Via Crucis’ de las catorce estaciones, el ‘Santo Rosario’ de los quince o veinte misterios, la oración de la ‘Salve’... o la liturgia de la ‘Misa santa’ de Trento...

Este es el texto de la Exhortación papal: “Así pues, establezco que el III Domingo del Tiempo Ordinario esté dedicado a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios... Celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad”. La negrita y los puntos suspensivos del texto son de mi cosecha.

Merece la pena, por salud mental bíblica, teológica y pastoral, leerse críticamente todo el número tercero completo y a ser posible todo el larguísimo texto de la Exhortación ‘Aperuit illis’ (Les abrió), publicada el pasado día 30 de septiembre del año 2019, festividad de san Jerónimo que falleció en tal fecha en el año 420. Por eso, estamos ahora en la celebración del 1600º aniversario de su muerte en Belén.  Muy sencilla y silenciosamente diré que para este nuevo ‘establecimiento’ papal, no se necesitaban las alforjas de tal Exhortación.

Creo que se ha perdido otra ocasión de evangelizar  ‘Con la BIBLIA entre las manos’. Por eso, me atrevo a proponer un Ciclo D en la liturgia dominical para leer seguido y completo, de principio a fin, el Evangelio de Juan. Ni es la primera, ni será la última vez que lo digo, lo sugiero o lo propongo, sin otra autoridad que mi cariño por Jesús y la evangelización.

Comento ya Mateo 4,12-23 y espero no equivocarme de texto evangélico para la liturgia de esta primera celebración del domingo de la Palabra de Dios.

Tres apartados tiene este relato de Mateo 4,12-23. En el primer apartado (4,12-17), el Evangelista nos dice que su Jesús de Nazaret está, por fin, en su tierra de Galilea para evangelizar, como lo había anunciado el viejo profeta Isaías primero. En el segundo apartado (4,18-22), el narrador Mateo le ‘copia’, en el mejor sentido, a Marcos la información sobre los primeros hombres que siguieron a Jesús. Cuatro pescadores del Lago-Mar de su Galilea.

El tercer apartado (4,23-25) es un texto que todo lector de Mateo debe de recordar siempre. Cuando se llega en la lectura del relato a Mateo 9,35 se recordará el mensaje de este tercer párrafo. Es decir, Mateo 4,23-25 es idéntico a Mateo 9,35. Entre ambos textos el narrador Mateo cuenta dos cosas: Una, todo lo que él Jesús de Mateo ‘enseñaba o enseñó’ (Mt 5,1 a 7,29). Y, por otro lado, todo cuando sanaba -de la mente y cuerpo- en las personas de su alrededor. Y, por fin, diré que en esta extensa narración de los ‘dichos y hechos’ de la evangelización de Jesús, Mateo puso en boca de su Jesús la síntesis de su Buena Noticia: “Todo cuanto deseas que te hagan, házselo a los demás. Esta es toda la Ley y los Profetas” (Mt 7,12).
Carmelo Bueno Heras

Domingo 9º de ‘Los Hechos de los Apóstoles’ (26.01.2020): Hch 7,54 a 8,3
“Ellos sí escucharán” (Hechos 28,28-29)

En el texto que toca leer ahora del Libro de los Hechos encuentro dos apartados bien relacionados y bien distintos el uno del otro. Aunque parezca contradictorio, no lo es. Y a ello añado que el narrador nos ha introducido un dato que va a ser determinante en el desarrollo y en la comprensión posterior de su relato.  

El primer apartado del texto sería Hch 7,54-60 y en él se nos narra la muerte de ESTEBAN. Diré otra vez que se trata de un ejercicio literario y teológico precioso el que realiza el narrador. Todo cuanto se dice de esta muerte lo podemos encontrar en la narración de la Pasión de Jesús de Nazaret. Muere apedreado fuera de la ciudad y en las palabras que pronuncia este hombre estamos oyendo las palabras del crucificado Jesús. Y como él, ESTEBAN también  perdona antes de dejar de respirar y desvivirse.

Cuando se vuelve a leer el relato sorprende que sean las propias personas del Sanedrín las que ejecutan el apedreamiento. ¿No tuvo que intervenir de alguna forma la autoridad romana? Y por puro ejercicio de contraste releo a la vez los dos breves, pero iluminadores, textos de 6,15: “Todos los miembros del Sanedrín miraron a Esteban, y su rostro les pareció el de un ángel” y el de 7,54: “Al oír sus palabras, todos los miembros del Sanedrín se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia”. ¡Qué buen apunte para un trabajo de psicología religiosa!

El apóstol ESTEBAN ha muerto apedreado por haber hablado abiertamente ante el Sanedrín de los setenta y dos magistrados judíos, como Jesús, contra el Templo de Jerusalén y la Ley de Moisés. ¿Fue así como sucedieron los hechos en la historia o esto es sólo una manera de contar propia del narrador de la Buena Noticia que es Lucas? Que nunca dejemos de preguntarnos críticamente para acercarnos con sentido al mensaje de estas narraciones.

El segundo apartado del texto sería Hch 8,1-3 y en él se nos cuenta principalmente una de las consecuencias de la muerte de ESTEBAN: La persecución de los seguidores de Jesús pertenecientes al grupo de ESTEBAN que tuvieron que huir fuera de Jerusalén, en Judea y Samaría. Ya había anunciado Lucas que ésta sería una de las tareas impulsadas por el Espíritu Santo (Hch 1,8). Los huidos continuarán ahí su tarea evangelizadora. Jerusalén es de los DOCE.

Y comento el dato que anunciaba como determinante en el final del primer párrafo de este comentario. El dato tiene nombre propio y se llama SAULO y en tan breve texto está mencionado tres veces por su narrador. En Hechos 7,59, el joven que contempla la muerte del apedreado ESTEBAN. En Hch 8,1, Saulo aprueba la ejecución del testigo que es una manera de ponerse del lado de las autoridades del Sanedrín. ¿Puedo imaginarlo de pie y aplaudiendo?

La tercera cita, en Hch 8,3 no tiene desperdicio alguno y es sencillamente deshumanizadora y propia del credo y de la práctica del judaísmo más nacionalista que imaginarse pueda uno. Señala Lucas tres realidades explícitas: Se ensañaba con la iglesia, penetraba en las casas y arrastraba hasta la cárcel a hombres y mujeres. ¿Sugiere el escritor  Lucas que su Saulo llegó a ser asesino en nombre de Yavé Dios de la religión de Israel?  Asusta pensarlo y... ¡duele tanto!
Carmelo Bueno Heras

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