En la ciudad de Hierápolis, en Frigia, san Apolinar, obispo, varón eximio por su doctrina y santidad, que vivió en tiempo del emperador Marco Aurelio.
En la provincia romana de Lybia, santos mártires Teófilo, diácono, y Eladio, quienes, después de ser torturados con cascos afiladísimos, fueron quemados vivos.
En Beauvais, ciudad de la Galia Bélgica, santos Luciano, Maximiano y Juliano, mártires.
En la ciudad de Metz, también en la Galia Bélgica, san Paciente, obispo.
En la antigua provincia romana del Nórico, en las riberas del Danubio, san Severino, presbítero y monje, que llegado a esta región después de la muerte de Atila, príncipe de los hunos, defendió a los pueblos inermes, aplacó a los violentos, convirtió a los infieles, fundó monasterios e impartió instrucción religiosa a los que la necesitaban.
En la ciudad de Pavía, en la Liguria, san Máximo, obispo.
En el monasterio de Kosiba, en Palestina, san Jorge, monje y eremita, que pasaba toda la semana recluido en su celda, pero el domingo oraba con los hermanos y departía con ellos sobre temas espirituales.
En la región de Aberdeen, en Escocia, san Natalán, obispo, insigne por su caridad hacia los pobres.
En Ratisbona, ciudad de Baviera, san Erhardo, oriundo de Escocia, que, deseoso de anunciar el Evangelio, llegó a aquella región y ejerció la función episcopal.
En Moorsel, en la región de Brabante, santa Gúdula, virgen, que desde su casa se dedicó enteramente a practicar la caridad y la oración.
En la ciudad de Cashel, en Irlanda, san Alberto, obispo, de origen inglés, que por Cristo peregrinó durante largo tiempo.
En la ciudad de Venecia, san Lorenzo Giustiniani, obispo, que ilustró a esta Iglesia con la doctrina de la sabiduría eterna.
En Newcastle-on-Tyne, en Inglaterra, beato Eduardo Waterson, presbítero y mártir, el cual, condenado a muerte por haber entrado en el país como sacerdote, fue ahorcado en tiempo de la reina Isabel I.
Cerca de Vicenza, Italia, beata Eurosia Fabris, madre de familia y miembro de la Orden Franciscana Seglar.
En Bratislava, Eslovaquia, beato Titus Zeman, presbítero y mártir, religioso profeso salesiano, que murió a consecuencia de las graves torturas recibidas en la cárcel por un régimen contrario a Dios.
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