Santa Angela Merici, virgen, que vistió primero el hábito de la Tercera Orden Regular de San Francisco y reunió a varias jóvenes para instruirlas en obras de caridad. Más tarde, instituyó una orden de mujeres llamada de Santa Úrsula, con la finalidad de vivir una vida de perfección en el mundo y enseñar los caminos del Señor a las adolescentes. Murió en Brescia, ciudad de Lombardia.
En la ciudad de Sora, en el Lacio, conmemoración de san Julián, mártir, el cual, según la tradición, padeció el sacrificio en tiempo del emperador Antonino.
En Cenomanum, en la Galia Lugdunense, san Julián, considerado como el primer obispo de este lugar.
En Mariana, en la isla de Córcega, conmemoración de santa Devota, virgen y mártir.
En el monasterio de Bodón, en la región de Sisteron, en la Galia, san Marino, abad.
En Roma, en la basílica de San Pedro, sepultura de san Vitaliano, papa, que trabajó incansable por la salvación del pueblo de los anglos.
En Tonnerre, ciudad de Borgoña, tránsito de san Teodorico, obispo de Orleans, que falleció mientras viajaba a Roma, en peregrinación a la basílica de los Apóstoles.
Cerca de la ciudad de Chartres, tránsito de san Gilduino, diácono de la iglesia de Dol, en la Bretaña Menor, que designado obispo cuando era aún muy joven, se consideró indigno y renunció a este honor ante el papa san Gregorio VII, y a su regreso de Roma, enfermó al llegar a esta región, dando término a su peregrinación terrestre.
En la ciudad de Thérouanne, beato Juan, obispo, quien, siendo canónigo regular, asumió la sede morinense, la cual gobernó por más de treinta años. Resistió a los simoníacos y fundó ocho monasterios de canónigos y de monjes.
En Riva San Vitale, cerca de Como, beato Manfredo Settala, presbítero y eremita.
En Angers, en Francia, beata Rosalía du Verdier de la Sorinière, virgen del monasterio del Calvario de la misma ciudad y mártir, que fue guillotinada durante la Revolución Francesa por odio a la religión cristiana.
En Pirmasens, Alemania, beato Pablo José Nardini, presbítero, fundador de las Hermanas Franciscanas de la Sagrada Familia de Mallersdorf.
Cerca de Mengo, en Uganda, pasión de san Juan María, llamado «Muzeo» o «Anciano» por razón de su madurez espiritual. Era servidor del rey y, convertido al cristianismo, en tiempo de persecución no quiso huir, sino que confesó espontáneamente su fe en Cristo ante el primer ministro del rey Mwenga, por lo cual murió decapitado. Fue la última víctima de aquella persecución.
En la villa de Gilet, en la provincia de Valencia, en España, san Enrique de Ossó y Cervelló, presbítero, que fundó la Sociedad de Santa Teresa, para la formación de las jóvenes, pero, obligado después a dejar dicha institución, pasó el resto de sus años en un convento de los Hermanos Menores.
En Palermo, Italia, beata María de Jesús Santocanale, en el siglo Carolina Santocanale, virgen y fundadora de las Hnas. Capuchinas de la Inmaculada de Lourdes, para la santificación de la juventud y el ejercicio de las obras de misericordia.
En la ciudad de Kaunas, en Lituania, beato Jorge Matulaitis, obispo de Vilna y después enviado apostólico en Lituania, fundador de la Congregación de Clérigos Marianos y la Congregación de Hermanas Pobres de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
En Caxias do Sul, Rio Grande do Sul, Brasil, beato Juan Schiavo, religioso profeso de los Josefinos de Murialdo y presbítero.
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