Santos del día 10 de mayo
Sexto Idus maii
San Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia
Memoria de san Juan de Ávila, presbítero y doctor de la Iglesia, que falleció en Montilla, lugar de Andalucía, en España; había recorrido toda la región de la Bética predicando a Cristo, y después, habiendo sido acusado injustamente de herejía, fue recluido en la cárcel, donde escribió la parte más importante de su doctrina espiritual.
Conmemoración del santo Job, varón de admirable paciencia, que vivió en el país de Hus.
En Mira, de Licia, san Dioscórides, mártir.
En Lentini, en Sicilia, santos Alfio, Filadelfio y Cirino, mártires.
En Roma, en la vía Latina, san Gordiano, mártir, que fue sepultado en la cripta de la iglesia donde, desde hacía tiempo, ya se veneraban las reliquias de san Epímaco.
También en Roma, conmemoración de los santos Cuarto y Quinto, mártires.
En Irlanda, san Comgall, abad, que fundó el célebre monasterio irlandés de Bangor y fue un padre sabio y un guía prudente de numerosos monjes.
En el lugar de Taranto, en la región de Apulia, san Cataldo, obispo y peregrino, procedente, según se cree, de Escocia.
En Bourges, en Aquitania, santa Solangia, virgen, de quien la tradición ha transmitido que sufrió el martirio en defensa de su virginidad.
En Pontoise, cerca de París, san Guillermo, presbítero de origen inglés, que ejerció su ministerio de párroco y resplandeció por su entrega a las almas y por su fervor religioso.
En Padua, en el territorio de Venecia, beata Beatriz de Este, virgen, que fundó el monasterio de Gémmola, situado en los montes Euganeos, y aunque su vida fue breve, recorrió hasta el final el arduo camino de la santidad monástica.
En Siena, en la región de Toscana, beato Nicolás Albergati, obispo de Bolonia, que ingresó de joven en la Orden de Padres Cartujos y, una vez ordenado obispo, prestó un gran servicio a la Iglesia con su celosa labor pastoral y con su participación en legaciones pontificias.
En la ciudad de Zagreb, en Croacia, beato Iván Merz, que, dedicado al estudio de las letras y a la enseñanza, dio a los jóvenes el ejemplo de un maestro fiel a Cristo y de un laico creyente entregado al bien de la sociedad.
En Cremona, en Italia, beato Enrique Rebusquini, presbítero de la Orden de Ministros de los Enfermos (Camilos), que sirvió con sencillez a los afectados por dolencias.
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