En Egipto, san Serapión, anacoreta.
Conmemoración de los santos mártires de Alejandría de Egipto, que, en tiempo del emperador Constancio y del prefecto Filagrio, fueron sacrificados el Viernes Santo de la Pasión del Señor, al irrumpir los arrianos y los paganos en diversas iglesias.
En Lauconne, en la región de Lyon, muerte de san Lupicino, abad, que, junto con su hermano san Romano, observó en los bosques del Jura las reglas monásticas.
En Irlanda, san Endeo, abad, que en la isla de Aran fundó un cenobio tan célebre, que, por su fama, esta isla fue llamada «de los Santos».
En Montecasino, muerte de san Benito, abad, cuya memoria se celebra el día once de julio.
En Constantinopla, pasión de san Jacobo, conocido por el sobrenombre de «Confesor», que luchó valientemente a favor del culto de las santas imágenes y terminó su vida con un glorioso martirio.
En Valence, en la región de Vienne, san Juan, obispo, que primero fue abad de Bonnevaux, y luego, elegido para la sede episcopal, padeció muchas contrariedades en defensa de la justicia y ayudó generosamente a los pobres y a los mercaderes arruinados.
En la región montañosa comúnmente llamada Ranft, junto a Sachseln, en Suiza, san Nicolás de Flüe, que, por inspiración divina, deseoso de otro género de vida, dejó a su esposa y a sus diez hijos, y se retiró al monte para abrazar la vida de anacoreta, en la cual llegó a ser célebre por su dura penitencia y desprecio del mundo. Solamente una vez salió de su celda, y fue para apaciguar con una breve exhortación a quienes estaban a punto de enfrentarse en una guerra civil.
En Dorchester, en Inglaterra, beato Tomás Pilchard, presbítero y mártir, varón docto y manso, que en tiempo de la reina Isabel I fue condenado a muerte por ser sacerdote. Con él se conmemora también al beato Guillermo Pike, mártir, de oficio carpintero, que en la misma ciudad y en día desconocido, bajo el mismo reinado, fue despedazado con gran crueldad por haberse reconciliado con la Iglesia Romana.
En York, también en Inglaterra, beato Mateo Flathers, presbítero y mártir, que, habiendo sido alumno del Colegio de los Ingleses de Douai, en tiempo del rey Jacobo I fue descuartizado vivo por su fidelidad a Cristo.
En Ronco Scrivia, de la Liguria, santa Benita Cambiagio Frassinello, que, de acuerdo con su marido, espontáneamente renunció a la vida conyugal y fundó el Instituto de Hermanas Benedictinas de la Providencia, para la instrucción cristiana de jóvenes pobres y abandonadas.
En Guadalajara, México, beato Miguel Gómez Loza, mártir.
En Shën Pal, Mirditë, Albania, beato Mark Gjani [Xhani], presbítero de la arquidiócesis de Shkodrë-Pult y mártir.
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