viernes, 1 de febrero de 2019

Santos del día 2 de febrero

Santos del día 2 de febrero
Quarto Nonas februarii
   Fiesta de la Presentación del Señor (6 coms.) - Fiesta litúrgica   
Fiesta de la Presentación del Señor, llamada Hypapante por los griegos: cuarenta días después de Navidad, Jesús fue llevado al Templo por María y José, y lo que pudo aparecer como cumplimiento de la ley mosaica se convirtió, en realidad, en su encuentro con el pueblo creyente y gozoso. Se manifestó, así, como luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo, Israel.
En Orleans, en la Galia Lugdunense, san Flósculo, obispo.
En Cantorbery, en Inglaterra, san Lorenzo, obispo, que gobernó esta Iglesia después de san Agustín y la engrandeció al convertir a la fe al rey Edbaldo.
En Würzburg, en Austrasia, san Burcardo, el cual, oriundo de Inglaterra, fue ordenado por san Bonifacio como primer obispo de esta sede.
En Florencia, de la Toscana, beato Simón Fidati de Cassia, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que con sus palabras y sus escritos condujo a muchos a vivir con más fidelidad la vida cristiana.
En Susa, en el Piamonte, beato Pedro Cambiani de Ruffia, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que por odio a la Iglesia fue asesinado en el claustro por los herejes.
En Prato, de la Toscana, santa Catalina de' Ricci, virgen de la Tercera Orden Regular de Santo Domingo, que se dedicó de lleno a la restauración de la religión. Logró, de alguna manera, experimentar en ella los misterios de la pasión de Jesucristo, gracias a su asidua meditación.
En Burdeos, en Francia, santa Juana de Lestonnac, que, siendo niña, rechazó la invitación y los esfuerzos de su madre para apartarla de la Iglesia católica. Al quedar viuda, y después de educar convenientemente a sus cinco hijos, fundó la Sociedad de Hijas de Nuestra Señora, a imitación de la Orden de la Compañía de Jesús, para la educación cristiana de las muchachas.
En Roma, san Nicolás Saggio de Langobardis, religioso de la Orden de los Mínimos, que ejerció con humildad y santidad el oficio de portero.
En Genezzano, del Lacio, beato Esteban Bellesini, presbítero de la Orden de San Agustín, que permaneció fiel a su congregación durante tiempos difíciles y se dedicó infatigablemente a la educación de la juventud, a la predicación y al trabajo pastoral.
En Hanoi, en Tonkin, san Juan Teófano Vénard, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París y mártir, que tras pasar seis años de trabajos ministeriales en la clandestinidad y en medio de grandes dificultades, fue encerrado en una jaula y condenado a muerte en tiempo del emperador Tu Duc, marchando serenamente a consumar su martirio por decapitación.
En Dernach, lugar de Renania, en Alemania, santa María Catalina Kasper, virgen, que fundó el Instituto de Pobres Siervas de Jesucristo, para servir al Señor en los indigentes.
En Plancy, población de Aube, en Francia, beato Luis Brisson, presbítero y fundador de los Oblatos de San Francisco de Sales y Hermanas Oblatas de San Francisco de Sales.
En Milán, en Italia, beato Andrés Carlos Ferrari, obispo, que trabajó en favor de las tradiciones religiosas de su pueblo y abrió nuevos cauces para dar a conocer en el mundo el amor de Cristo y de la Iglesia.
En Verona, también en Italia, beata María Dominica Mantovani, virgen, que junto con el beato José Nascimbeni, presbítero, fundó el Instituto de Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia, del cual fue primera superiora, para atender a los pobres, huérfanos y enfermos, y llevó siempre una vida humilde por amor a Cristo.
En Mbahe, Limpopo, Sudafrica, beato Tshimangadzo Samuel Benedicto Daswa, mártir de la fe al oponerse a las prácticas de brujería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario