lunes, 10 de junio de 2019

Evangelio del día y Reflexión del Papa Francisco 10062019


Evangelio del día: Las Bienaventuranzas: el verdadero camino a la Felicidad
Evangelio del día 🎧 AUDIO. Mateo 5,1-12 - X lunes tiempo ordinario: Bienaventurados los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios

Evangelio del día: Mateo 5,1-12

Evangelio del día (Las Bienaventuranzas son el camino a la felicidad): "En aquel tiempo, Viendo la muchedumbre, Jesús subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: "Bienaventurados los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Bienaventurado los afligidos, porque serán consolados. Bienaventurado los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Bienaventurado los que tienen hambre y sed Isaías de justicia, porque serán saciados. Bienaventurado los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Bienaventurado los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Bienaventurado los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Bienaventurado los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Bienaventurado ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron". Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco

Siempre nos hace bien leer y meditar las Bienaventuranzas. Jesús las proclamó en su primera gran predicación, a orillas del lago de Galilea.
Había un gentío tan grande, que subió a un monte para enseñar a sus discípulos; por eso, esa predicación se llama el "sermón de la montaña".
En la Biblia, el monte es el lugar donde Dios se revela, y Jesús, predicando desde el monte, se presenta como maestro divino, como un nuevo Moisés.
Y ¿qué enseña? Jesús enseña el camino de la vida, el camino que Él mismo recorre, es más, que Él mismo es, y lo propone como camino para la verdadera felicidad.
En toda su vida, desde el nacimiento en la gruta de Belén hasta la muerte en la cruz y la resurrección, Jesús encarnó las Bienaventuranzas. Todas las promesas del Reino de Dios se han cumplido en Él.
Al proclamar las Bienaventuranzas, Jesús nos invita a seguirle, a recorrer con Él el camino del amor, el único que lleva a la vida eterna.
No es un camino fácil, pero el Señor nos asegura su gracia y nunca nos deja solos. (Mensaje para el XXIX Jornada Mundial de la Juventud).

No hay comentarios:

Publicar un comentario