lunes, 21 de octubre de 2019

Agencia Fides 21102019










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Newsletter del 21-10-2019






 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 

 
 


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VATICANO - El Papa en la Jornada Misionera Mundial: la Iglesia anuncia a Cristo solo si vive como “discípula”

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La misión apostólica a la que se llama a cada persona bautizada consiste en “llevar a la tierra esa paz que nos llena de alegría cada vez que nos encontramos con Jesús” y “mostrar con la vida e incluso las palabras que Dios nos ama a todos y nunca se cansa de nadie”. Un dinamismo que se pone en marcha, no como producto de un esfuerzo de militancia, sino como el eco de una manifestación de gratitud, “ofreciendo con amor el amor que hemos recibido”. Son las palabras del Papa Francisco en la homilía de la liturgia eucarística que presidió el domingo 20 de octubre en la basílica de San Pedro con motivo de la Jornada Misionera Mundial. Se trata del domingo en el que la colecta de todas las misas del mundo se destina a las Obras Misionales Pontificias para apoyar a las misiones. Este año además supuso la culminación del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019 convocado por el Papa Francisco para volver a proponer la vocación misionera a cada bautizado. Una vocación a la que todos están llamados a responder “no conquistando, complaciendo, haciendo prosélitos, sino con el testimonio”.

En la homilía, inspirada en las lecturas de la misa, el Papa centró su atención en tres palabras “montaña”, “subir y “todo”, que usó para sugerir la naturaleza propia de la vocación misionera de la Iglesia, no comparable a ninguna forma de propaganda política, ideológica, cultural o religiosa.

El Papa Francisco propuso la imagen de la “montaña”, usada en el Antiguo y Nuevo Testamento como el lugar elegido por Dios para “citar a toda la humanidad”. El Papa Francisco destacó que “es el lugar del encuentro con nosotros, como muestra la Biblia, desde el Sinaí pasando por el Carmelo, hasta llegar a Jesús, que proclamó las Bienaventuranzas en la montaña, se transfiguró en el monte Tabor, dio su vida en el Calvario y ascendió al cielo desde el monte de los Olivos. El monte, lugar de grandes encuentros entre Dios y el hombre, es también el sitio donde Jesús pasa horas y horas en oración (cf. Mc 6,46), uniendo la tierra y el cielo; a nosotros, sus hermanos, con el Padre”. Evocando así la Biblia, el obispo de Roma explicó que al comienzo de la vocación misionera hay un encuentro con el Señor, que tiene lugar “en el silencio, en la oración, tomando distancia de las habladurías y los chismes que contaminan”.

“La misión, -continuó el Papa-, comienza en la montaña”. Es por eso que siempre implica “subir” y “bajar” porque “no hemos nacido para estar en la tierra, para contentarnos con cosas llanas, hemos nacido para alcanzar las alturas, para encontrar a Dios y a los hermanos”. Pero para “subir” “se necesita dejar una vida horizontal, luchar contra la fuerza de gravedad del egoísmo, realizar un éxodo del propio yo”. El secreto de la misión, continuó el Sucesor de Pedro, es “aligerar lo que no se necesita”, y como en la montaña “no se puede subir bien si se está cargado de cosas, así en la vida es necesario aligerarse de lo que no sirve. Es también el secreto de la misión: para partir se necesita dejar, para anunciar se necesita renunciar”. Es necesario, sobretodo, dejar de lado “las cosas materiales que empequeñecen el corazón, nos hacen indiferentes y nos encierran en nosotros mismos; una vida que se desprende de lo inútil que ahoga el corazón y encuentra tiempo para Dios y para los demás”. Solo así se puede responder a la petición de Jesús que nos ha pedido anunciar el Evangelio a “todas las gentes”, sin excluir a ninguno, sin reservar el anuncio de la promesa de Cristo a la categoría de destinatarios pre-seleccionados.

“El Señor nos repite todo esto”, dijo el Papa. “El Señor es obstinado al repetir este todos. Sabe que nosotros somos testarudos al repetir “mío” y “nuestro”: mis cosas, nuestra gente, nuestra comunidad..., y Él no se cansa de repetir: “todos”. Todos, porque ninguno está excluido de su corazón, de su salvación; todos, para que nuestro corazón vaya más allá de las aduanas humanas, más allá de los particularismos fundados en egoísmos que no agradan a Dios. Todos, porque cada uno es un tesoro precioso y el sentido de la vida es dar a los demás este tesoro. Esta es la misión: subir al monte a rezar por todos y bajar del monte para hacerse don a todos”. “Pero para esto se necesita subir: se necesita dejar una vida horizontal, luchar contra la fuerza de gravedad del egoísmo, realizar un éxodo del propio yo. Subir, por tanto, cuesta trabajo, pero es el único modo para ver todo mejor, como cuando se va a la montaña y sólo en la cima se vislumbra el panorama más hermoso y se comprende que no se podía conquistar sino avanzando por aquel sendero siempre en subida”, explicó el Santo Padre.

Al encontrarse con otros, fuera de cualquier retiro autorreferencial, los bautizados reciben de Jesús solo una instrucción, muy simple: la de “hacer discípulos”. Pero los discípulos mencionados por Jesús en el Evangelio, -agregó el Papa-, "son suyos, no nuestros”. Y la Iglesia verdaderamente abraza su propia misión de anunciar el Evangelio “solo si vive como discípula”. Es decir “no conquistando, obligando, haciendo prosélitos, sino testimoniando, poniéndose en el mismo nivel, discípulos con los discípulos, ofreciendo con amor ese amor que hemos recibido”. “El Señor tiene una especie de ansiedad por aquellos que aún no saben que son hijos amados del Padre, hermanos por los que ha dado la vida y el Espíritu Santo”, resumió el Papa.

Después de la celebración eucarística, en las palabras antes del Ángelus, el Pontífice hizo una nueva referencia a la Jornada Mundial de las Misiones, describiéndola como una “ocasión propicia para que cada persona bautizada tome más conciencia de la necesidad de cooperar en el anuncio de la Palabra, en el anuncio del Reino de Dios”. El Papa Francisco también recordó la Carta Apostólica Maximum Illud, promulgada hace cien años por el Papa Benedicto XV para “dar un nuevo impulso a la responsabilidad misionera de toda la Iglesia” y pedir que la obra apostólica encomendada a los misioneros “se purifique de cualquier colonialismo y libre del condicionamiento de las políticas expansionistas de las naciones europeas”.

Un mensaje definido por el Papa Francisco como “todavía actual” y estimulante para superar “la tentación de cualquier cierre autorreferencial y cualquier forma de pesimismo pastoral”. En un momento de globalización “que debe ser solidario y respetuoso de la particularidad de los pueblos, y en cambio aún sufre viejos conflictos de poder que alimentan las guerras y arruinan el planeta”. Los creyentes, -concluyó el Papa-, están llamados a llevar a todas partes la Buena Noticia de que en Jesucristo “la división se supera, solo en Él está la salvación de cada hombre y de cada pueblo”. El Papa también reiteró que la primera fuerza del anuncio es la oración, que también es el primer apoyo del pueblo de Dios para los misioneros.
(GV) (Agencia Fides 21/10/2019)



EUROPA/ITALIA - El padre Cremonesi beato: “Su santidad se puede resumir en tres elementos fundamentales: fe, caridad y pobreza”

Crema (Agencia Fides) – “Con el testimonio de su vida ofrecida generosamente por amor a Cristo, el beato Alfredo habla hoy a esta diócesis de Crema y la estimula en su testimonio del Evangelio de la caridad; habla a los misioneros que, impulsados por el mandato de Cristo, “id y anunciad a todas las gentes”, han salido por las calles del mundo para anunciar la Buena Nueva de la salvación a todos los hombres, especialmente a los más necesitados. Él habla a toda la Iglesia, recordando que morir por la fe es un regalo otorgado solo a algunos, pero vivir la fe es un llamamiento directo a todos. Tal y como anuncia el tema de la Jornada Misionera Mundial: Bautizados y enviados. Son las palabras del cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, en la beatificación del misionero del PIME, el padre Alfredo Cremonesi (1902-1953), en la Catedral de Crema el sábado por la tarde, 19 de octubre (ver Fides 18/10/2019).

El cardenal recordó en su homilía que la liturgia de beatificación tuvo lugar “en la víspera de la Jornada Misionera Mundial y en la misma fecha en que el padre Cremonesi celebró su primera misa en la tierra de Crema”. “Toda persona bautizada también debe sentirse impulsada por su propia vocación a la santidad. En esto, el beato Cremonesi es un modelo a seguir por la ejemplaridad de una donación ilimitada a la llamada de Dios”.

El padre Alfredo era un hombre de profunda fe, de intensa oración, de marcada caridad hacia los pobres, los jóvenes, los jóvenes y los campesinos. “Fue precisamente su caridad lo que le llevó a ofrecer su vida por defender a su pueblo. El beato Alfredo Cremonesi es una bella figura de la vida sacerdotal y religiosa, un misionero que ha consumado su existencia con el don de su propia vida. Totalmente dedicado a Dios y a la misión de evangelización, estaba completamente separado de sí mismo: donó su existencia a su pueblo, cuya pobreza había querido compartir, renunciando a cualquier privilegio. Su santidad puede resumirse en tres elementos fundamentales: fe, caridad y pobreza”.

El cardenal Becciu recordó entonces el contexto histórico-político de Myanmar en el que se encuentra el martirio del padre Alfredo: “Con el estallido de la guerra civil tras la guerra de independencia (1948), la Iglesia comenzó a ser perseguida, con una explosión de violencia y abierta hostilidad hacia la fe católica y los misioneros”. Sin embargo, subrayó, “el sacrificio del beato Alfredo no fue en vano. Es como el grano de trigo de la parábola del Evangelio que debe perecer para dar fruto”, y continuó: “la beatificación del padre Cremonesi es un estímulo para que la Iglesia en Myanmar continúe con el compromiso de favorecer la superación de las heridas espirituales y morales, llevando la medicina curativa de la misericordia de Dios entre las personas que sufrieron a causa de los conflictos y la represión, y que están luchando por el camino de la libertad, la justicia y la paz”.

Finalmente, el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos señaló que el Beato Alfredo Cremonesi “nos recuerda a todos que el futuro de nuestras comunidades y naciones no será para quienes propagan el odio y la violencia, sino para quienes siembran fraternidad, aceptación y compartir”. El cardenal concluyó la homilía confiando a la intercesión del nuevo beato otro misionero el destino de su paisano, el padre Pier Luigi Macalli, secuestrado hace más de un año: “beato Alfredo Cremonesi, ruega por nosotros, pero sobre todo reza para que otro sacerdote de esta tierra, misionero en África, el padre Macalli, pronto recupere la libertad”.
(SL) (Agencia Fides 21/10/2019)



ÁFRICA/COSTA DE MARFIL - Jornada Misionera Mundial en la diócesis de Yopougon; El obispo Lézoutié envía a sus diocesanos a la misión e invita a apoyarlos con la oración y acciones concretas

Yopougon (Agencia Fides) – “La efectividad de la misión depende de la oración y las acciones concretas”, explicó monseñor Jean Salomon Lézoutié, obispo de Yopougon, el domingo 20 de octubre de 2019 en la Misa de la Jornada Misionera Mundial y el Mes Misionero Extraordinario.

Según el obispo, hay dos aspectos que son importantes en la misión: “el primero visible que para el misionero consiste en trasladarse de un lugar a otro para la evangelización, y el segundo más discreto que consiste en cumplir la misión en su propio lugar. Esta es la razón por la que la Iglesia ha elegido como patrón de las misiones a San Francisco Javier para aquellos que se parten, y a Santa Teresa del Niño Jesús para quienes llevan a cabo la misión donde viven”. El obispo Lézoutié invitó a las mujeres de la diócesis de Yopougon, siguiendo el ejemplo de Santa Teresa del Niño Jesús, a apoyar la misión: “Lucas capítulo 8 versículo 3 dice que las mujeres se unieron para ayudar a la misión del Señor y a sus apóstoles”.

Durante la misa, monseñor Lézoutié envió en misión a las fuerzas vivas de su diócesis, dándoles el mandato de Cristo de ir a los lugares más remotos para anunciar la Buena Nueva de la salvación.

La celebración de la Jornada Misionera Mundial junto con la del Mes Misionero Extraordinario se vio reforzada por la presencia del padre Jean Noel Gossou, Director Nacional de las OMP (Obras Misioneras Pontificias) en Costa de Marfil. El padre Gossou centró su intervención en qué es la misión y qué debería ser. También ofreció detalles sobre cómo colaborar con el fondo de solidaridad universal y por ello invitó a los fieles marfileños a ser generosos.

“Celebrar la Jornada Misionera Mundial significa volver a despertar en nosotros el mandato que Cristo nos dio: “id y haced discípulos”. Y no podemos cumplir esta misión sin una dimensión financiera, de ahí la necesidad de un fondo universal de solidaridad al que todos están invitados a contribuir”, subrayó.
(S.S.) (L.M.) (Agencia Fides 21/10/2019)



ÁFRICA - Mes Misionero Extraordinario: antes de la denuncia, prioridad al anuncio de Cristo

Kara (Agernzia Fides) – “Hoy uno de los grandes peligros que se esconde en nuestra actividad misionera es el de transformar el anuncio del Evangelio en crítica social o pura denuncia del mal”, dice a la Agencia Fides el padre Donald Zagore, teólogo marfileño de la Sociedad de Misiones Africanas, sobre las tensiones sociales presentes en el continente. “Hay una tendencia a retirarse a dinámicas que consisten principalmente en denunciar injusticias, errores, violencia, sin centrarse en el anuncio, la proclamación de la verdad del Evangelio de Jesucristo”, señala.

“Continuamos poniendo demasiado énfasis en las malas hierbas dejando de lado la buena semilla, la verdadera, Jesucristo. El Evangelio no es una crítica social, es ante todo un lenguaje de amor. Es una llamada al amor. Parafraseando al teólogo musulmán Ahmed Abbadi, podemos decir que el Evangelio de Jesucristo es 96% de amor y 4% de reglas”.

“Es fundamental tomar conciencia de esto, para renovar la actividad misionera y hacerla más fructífera. Antes de comenzar a denunciar males y errores, debemos anunciar a Jesucristo y su Evangelio de amor. El mandato evangélico de Cristo es claro: nos envía, como el evangelista Marcos nos dice, a todo el mundo para que prediquemos la Buena Nueva de la salvación a toda la Creación, pero no para juzgar. El paso de la misión basada en la denuncia a la misión basada en el anuncio es fundamental. Estamos bautizados y somo enviados a anunciar, antes que para denunciar”, concluye Zagore.
(DZ/AP) (Agencia Fides 21/10/2019)



ÁFRICA/NÍGER - Escuelas destrozadas en el pueblo donde fue secuestrado el padre Maccalli en la víspera de la Jornada Misionera Mundial

Niamey (Agencia Fides) - En la tarde del sábado 19 de octubre, la víspera del DOMUND, justo donde secuestraron al padre Pierluigi Maccalli hace más de 13 meses, el pueblo de Bomoanga y el pueblo adyacente de Kiki sufrieron un ataque en sus escuelas en construcción. Fueron destrozadas por presuntos yihadistas”, asegura desde Niamey a la Agencia Fides Mauro Armanino, misionero de la SMA (Sociedad de Misiones Africanas).

Según el sitio 'Actuniger', los atacantes llegaron en motocicleta. “Las fuerzas gubernamentales parecen incapaces de detener este vandalismo. Pierluigi y la diócesis de Niamey habían participado en el proyecto para la construcción de escuelas, incluida una estatal”, dice el misionero.

“Es un hecho grave porque afecta directamente a los hijos de los campesinos, los más pobres del país hoy en día, y solo confirma la inestabilidad de la región fronteriza con Burkina Faso. De esta forma. en este país, a miles de niños se les priva del derecho a la educación”, concluye el padre Mauro.
(L.M.) (Agencia Fides 21/10/2019)



ASIA/FILIPINAS - Cardenal Tagle: “La misión no es un “hazlo tú mismo”, es hacerlo con Cristo”

Manila (Agencia Fides) – “Necesitamos rezar y apoyar la misión”. Es la invitación del cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, a los fieles filipinos reunidos ayer en Manila para la misa dominical de la Jornada Mundial de las Misiones. “Los católicos están llamados a hacer misión juntos. La misión no es un “hazlo tú mismo”, sino que es una tarea comunitaria, para y con otros, especialmente con Cristo. La misión no es solo para unos pocos sino para todos. La misión se hace en comunidad. Es eclesial porque toda la Iglesia está misión. Cada persona bautizada es enviada en misión por Cristo y por la Iglesia”, explicó.

“Toda persona bautizada que vive la vida en Cristo, que participa de su muerte y resurrección, es así misionero”, aseguró el cardenal Tagle. “Pero para ser misioneros, -subrayó-, es necesario tener un encuentro personal con Jesús”. “No hay misión, no se anuncia el Evangelio sin un encuentro con Jesús, que es el Evangelio”, dijo. La misión es “dar testimonio de Cristo” lo que significa “llevar su cruz con Cristo” y “vivir su caridad y compartirla con el mundo, especialmente con los necesitados”.

Miles de personas se reunieron para el evento organizado por la archidiócesis de Manila en coordinación con las Obras Misionales Pontificias de Filipinas para celebrar la Jornada Misionera Mundial, la culminación del Mes Misionero Extraordinario.

El encuentro misionero organizado en Manila incluyó liturgias, reuniones, conciertos, y testimonios de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos comprometidos con la misión.
(SD) (Agenzia Fides 21/10/2019)



AMERICA/CHILE - Destruyen parte de la Catedral de Valparaíso durante los disturbios: para los obispos se necesita un esfuerzo conjunto

Santiago (Agencia Fides) – Los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile han expresado su preocupación por los eventos ocurridos en los últimos días en Santiago y otras ciudades, que obligaron al gobierno a declarar un estado de emergencia en la capital. En Valparaíso, un grupo de manifestantes atacó la Catedral, que sufrió graves daños. Los vándalos intentaron prender fuego a las grandes puertas de madera y, después de entrar, destruyeron las bancas y varias imágenes sagradas, gritando consignas alusivas a los escándalos sexuales de la Iglesia. Las manifestaciones explotaron debido al aumento en el costo del boleto del servicio de transporte público.
Al describir los eventos con la mayor severidad, los obispos declaran que "es el deber de todos hacer un esfuerzo conjunto, especialmente las autoridades y los líderes sociales, para descubrir las causas y seguir el camino de la solución, que no sucederá sin la participación de la mayoría".
Agregan que "los eventos dolorosos y traumáticos son una invitación urgente para continuar creando una cultura de encuentro y comprensión, capaces de escuchar y empatizar con el sufrimiento y las dificultades diarias de la sociedad chilena con respecto al trabajo, la salud, la seguridad pública, la educación pública, la vivienda, las pensiones, la pobreza y los desafíos humanitarios de la inmigración, entre otros ".
En el texto, enviado a Fides, los obispos enfatizan que "la primera obligación de todos aquellos que ejercen cualquier tipo de liderazgo en el país es comprender el profundo malestar de las personas y familias afectadas por desigualdades injustas, por decisiones arbitrarias que comprometen la vida diaria y en las prácticas cotidianas que consideran abusivas, porque perjudican particularmente a los grupos más vulnerables".
El episcopado chileno "condena enérgicamente la violencia que ha ocurrido en la capital del país con ataques contra personas, destrucción de propiedades, saqueo de locales comerciales y privación de cientos de miles de conciudadanos de un servicio de transporte que es la base de la vida y del desarrollo de la ciudad ". Al mismo tiempo, reafirman la necesidad de "comprender las raíces de la violencia y trabajar con urgencia para prevenirla, detenerla y dar vida a formas pacíficas para resolver los conflictos", señala la nota de los obispos.
Según los informes recopilados por Fides, las fuerzas armadas y la seguridad pública están tratando de restablecer el orden público enfrentando a los grupos violentos que han radicalizado una protesta social contra la desigualdad que ya ha causado diez muertes y ha sembrado el terror en las calles en diferentes lugares. del país, con barricadas, incendios y saqueos. El presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo que el país está experimentando una "guerra", un conflicto bélico contra un "enemigo poderoso e implacable, que no respeta a nada ni a nadie", describiendo así a los manifestantes.
El gobierno declaró el estado de emergencia, total en algunos municipios, en 10 de las 16 regiones de Chile: la región metropolitana de Santiago, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Maule, Concepción, Bío Bío, 0'Higgings, Magallanes y Los Ríos. Como resultado, miles de soldados han sido desplegados en las calles para restablecer el orden público. Se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. El sábado 19 y el domingo 20 de octubre hubo incendios en tiendas, farmacias, bancos y edificios públicos, saqueos y barricadas en las calles, casi en todo el país.
(CE) (Agencia Fides, 21/10/2019)






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