VATICANO - El Papa en la Jornada Misionera Mundial: la
Iglesia anuncia a Cristo solo si vive como “discípula”
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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La misión apostólica a
la que se llama a cada persona bautizada consiste en “llevar a la tierra
esa paz que nos llena de alegría cada vez que nos encontramos con Jesús” y
“mostrar con la vida e incluso las palabras que Dios nos ama a todos y
nunca se cansa de nadie”. Un dinamismo que se pone en marcha, no como
producto de un esfuerzo de militancia, sino como el eco de una
manifestación de gratitud, “ofreciendo con amor el amor que hemos
recibido”. Son las palabras del Papa Francisco en la homilía de la liturgia
eucarística que presidió el domingo 20 de octubre en la basílica de San
Pedro con motivo de la Jornada Misionera Mundial. Se trata del domingo en
el que la colecta de todas las misas del mundo se destina a las Obras
Misionales Pontificias para apoyar a las misiones. Este año además supuso
la culminación del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019
convocado por el Papa Francisco para volver a proponer la vocación
misionera a cada bautizado. Una vocación a la que todos están llamados a
responder “no conquistando, complaciendo, haciendo prosélitos, sino con el
testimonio”.
En la homilía, inspirada en las lecturas de la misa, el Papa centró su
atención en tres palabras “montaña”, “subir y “todo”, que usó para sugerir
la naturaleza propia de la vocación misionera de la Iglesia, no comparable
a ninguna forma de propaganda política, ideológica, cultural o religiosa.
El Papa Francisco propuso la imagen de la “montaña”, usada en el Antiguo y
Nuevo Testamento como el lugar elegido por Dios para “citar a toda la
humanidad”. El Papa Francisco destacó que “es el lugar del encuentro con
nosotros, como muestra la Biblia, desde el Sinaí pasando por el Carmelo,
hasta llegar a Jesús, que proclamó las Bienaventuranzas en la montaña, se
transfiguró en el monte Tabor, dio su vida en el Calvario y ascendió al
cielo desde el monte de los Olivos. El monte, lugar de grandes encuentros
entre Dios y el hombre, es también el sitio donde Jesús pasa horas y horas
en oración (cf. Mc 6,46), uniendo la tierra y el cielo; a nosotros, sus
hermanos, con el Padre”. Evocando así la Biblia, el obispo de Roma explicó
que al comienzo de la vocación misionera hay un encuentro con el Señor, que
tiene lugar “en el silencio, en la oración, tomando distancia de las
habladurías y los chismes que contaminan”.
“La misión, -continuó el Papa-, comienza en la montaña”. Es por eso que
siempre implica “subir” y “bajar” porque “no hemos nacido para estar en la
tierra, para contentarnos con cosas llanas, hemos nacido para alcanzar las
alturas, para encontrar a Dios y a los hermanos”. Pero para “subir” “se
necesita dejar una vida horizontal, luchar contra la fuerza de gravedad del
egoísmo, realizar un éxodo del propio yo”. El secreto de la misión,
continuó el Sucesor de Pedro, es “aligerar lo que no se necesita”, y como
en la montaña “no se puede subir bien si se está cargado de cosas, así en
la vida es necesario aligerarse de lo que no sirve. Es también el secreto
de la misión: para partir se necesita dejar, para anunciar se necesita
renunciar”. Es necesario, sobretodo, dejar de lado “las cosas materiales
que empequeñecen el corazón, nos hacen indiferentes y nos encierran en
nosotros mismos; una vida que se desprende de lo inútil que ahoga el
corazón y encuentra tiempo para Dios y para los demás”. Solo así se puede
responder a la petición de Jesús que nos ha pedido anunciar el Evangelio a
“todas las gentes”, sin excluir a ninguno, sin reservar el anuncio de la
promesa de Cristo a la categoría de destinatarios pre-seleccionados.
“El Señor nos repite todo esto”, dijo el Papa. “El Señor es obstinado al
repetir este todos. Sabe que nosotros somos testarudos al repetir “mío” y
“nuestro”: mis cosas, nuestra gente, nuestra comunidad..., y Él no se cansa
de repetir: “todos”. Todos, porque ninguno está excluido de su corazón, de
su salvación; todos, para que nuestro corazón vaya más allá de las aduanas
humanas, más allá de los particularismos fundados en egoísmos que no
agradan a Dios. Todos, porque cada uno es un tesoro precioso y el sentido
de la vida es dar a los demás este tesoro. Esta es la misión: subir al
monte a rezar por todos y bajar del monte para hacerse don a todos”. “Pero
para esto se necesita subir: se necesita dejar una vida horizontal, luchar
contra la fuerza de gravedad del egoísmo, realizar un éxodo del propio yo.
Subir, por tanto, cuesta trabajo, pero es el único modo para ver todo
mejor, como cuando se va a la montaña y sólo en la cima se vislumbra el
panorama más hermoso y se comprende que no se podía conquistar sino
avanzando por aquel sendero siempre en subida”, explicó el Santo Padre.
Al encontrarse con otros, fuera de cualquier retiro autorreferencial, los
bautizados reciben de Jesús solo una instrucción, muy simple: la de “hacer
discípulos”. Pero los discípulos mencionados por Jesús en el Evangelio,
-agregó el Papa-, "son suyos, no nuestros”. Y la Iglesia
verdaderamente abraza su propia misión de anunciar el Evangelio “solo si
vive como discípula”. Es decir “no conquistando, obligando, haciendo prosélitos,
sino testimoniando, poniéndose en el mismo nivel, discípulos con los
discípulos, ofreciendo con amor ese amor que hemos recibido”. “El Señor
tiene una especie de ansiedad por aquellos que aún no saben que son hijos
amados del Padre, hermanos por los que ha dado la vida y el Espíritu
Santo”, resumió el Papa.
Después de la celebración eucarística, en las palabras antes del Ángelus,
el Pontífice hizo una nueva referencia a la Jornada Mundial de las
Misiones, describiéndola como una “ocasión propicia para que cada persona
bautizada tome más conciencia de la necesidad de cooperar en el anuncio de
la Palabra, en el anuncio del Reino de Dios”. El Papa Francisco también
recordó la Carta Apostólica Maximum Illud, promulgada hace cien años por el
Papa Benedicto XV para “dar un nuevo impulso a la responsabilidad misionera
de toda la Iglesia” y pedir que la obra apostólica encomendada a los
misioneros “se purifique de cualquier colonialismo y libre del
condicionamiento de las políticas expansionistas de las naciones europeas”.
Un mensaje definido por el Papa Francisco como “todavía actual” y
estimulante para superar “la tentación de cualquier cierre autorreferencial
y cualquier forma de pesimismo pastoral”. En un momento de globalización
“que debe ser solidario y respetuoso de la particularidad de los pueblos, y
en cambio aún sufre viejos conflictos de poder que alimentan las guerras y
arruinan el planeta”. Los creyentes, -concluyó el Papa-, están llamados a
llevar a todas partes la Buena Noticia de que en Jesucristo “la división se
supera, solo en Él está la salvación de cada hombre y de cada pueblo”. El
Papa también reiteró que la primera fuerza del anuncio es la oración, que
también es el primer apoyo del pueblo de Dios para los misioneros.
(GV) (Agencia Fides 21/10/2019)
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EUROPA/ITALIA - El padre Cremonesi beato: “Su santidad se
puede resumir en tres elementos fundamentales: fe, caridad y pobreza”
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Crema (Agencia Fides) – “Con el testimonio de su vida
ofrecida generosamente por amor a Cristo, el beato Alfredo habla hoy a esta
diócesis de Crema y la estimula en su testimonio del Evangelio de la
caridad; habla a los misioneros que, impulsados por el mandato de Cristo,
“id y anunciad a todas las gentes”, han salido por las calles del mundo
para anunciar la Buena Nueva de la salvación a todos los hombres,
especialmente a los más necesitados. Él habla a toda la Iglesia, recordando
que morir por la fe es un regalo otorgado solo a algunos, pero vivir la fe
es un llamamiento directo a todos. Tal y como anuncia el tema de la Jornada
Misionera Mundial: Bautizados y enviados. Son las palabras del cardenal
Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos,
en la beatificación del misionero del PIME, el padre Alfredo Cremonesi
(1902-1953), en la Catedral de Crema el sábado por la tarde, 19 de octubre
(ver Fides 18/10/2019).
El cardenal recordó en su homilía que la liturgia de beatificación tuvo
lugar “en la víspera de la Jornada Misionera Mundial y en la misma fecha en
que el padre Cremonesi celebró su primera misa en la tierra de Crema”.
“Toda persona bautizada también debe sentirse impulsada por su propia
vocación a la santidad. En esto, el beato Cremonesi es un modelo a seguir
por la ejemplaridad de una donación ilimitada a la llamada de Dios”.
El padre Alfredo era un hombre de profunda fe, de intensa oración, de
marcada caridad hacia los pobres, los jóvenes, los jóvenes y los
campesinos. “Fue precisamente su caridad lo que le llevó a ofrecer su vida
por defender a su pueblo. El beato Alfredo Cremonesi es una bella figura de
la vida sacerdotal y religiosa, un misionero que ha consumado su existencia
con el don de su propia vida. Totalmente dedicado a Dios y a la misión de
evangelización, estaba completamente separado de sí mismo: donó su
existencia a su pueblo, cuya pobreza había querido compartir, renunciando a
cualquier privilegio. Su santidad puede resumirse en tres elementos
fundamentales: fe, caridad y pobreza”.
El cardenal Becciu recordó entonces el contexto histórico-político de
Myanmar en el que se encuentra el martirio del padre Alfredo: “Con el
estallido de la guerra civil tras la guerra de independencia (1948), la
Iglesia comenzó a ser perseguida, con una explosión de violencia y abierta
hostilidad hacia la fe católica y los misioneros”. Sin embargo, subrayó,
“el sacrificio del beato Alfredo no fue en vano. Es como el grano de trigo
de la parábola del Evangelio que debe perecer para dar fruto”, y continuó:
“la beatificación del padre Cremonesi es un estímulo para que la Iglesia en
Myanmar continúe con el compromiso de favorecer la superación de las
heridas espirituales y morales, llevando la medicina curativa de la
misericordia de Dios entre las personas que sufrieron a causa de los
conflictos y la represión, y que están luchando por el camino de la
libertad, la justicia y la paz”.
Finalmente, el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos
señaló que el Beato Alfredo Cremonesi “nos recuerda a todos que el futuro
de nuestras comunidades y naciones no será para quienes propagan el odio y
la violencia, sino para quienes siembran fraternidad, aceptación y
compartir”. El cardenal concluyó la homilía confiando a la intercesión del
nuevo beato otro misionero el destino de su paisano, el padre Pier Luigi
Macalli, secuestrado hace más de un año: “beato Alfredo Cremonesi, ruega
por nosotros, pero sobre todo reza para que otro sacerdote de esta tierra,
misionero en África, el padre Macalli, pronto recupere la libertad”.
(SL) (Agencia Fides 21/10/2019)
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ÁFRICA/COSTA DE MARFIL - Jornada Misionera Mundial en la
diócesis de Yopougon; El obispo Lézoutié envía a sus diocesanos a la misión
e invita a apoyarlos con la oración y acciones concretas
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Yopougon (Agencia Fides) – “La efectividad de la misión depende
de la oración y las acciones concretas”, explicó monseñor Jean Salomon
Lézoutié, obispo de Yopougon, el domingo 20 de octubre de 2019 en la Misa
de la Jornada Misionera Mundial y el Mes Misionero Extraordinario.
Según el obispo, hay dos aspectos que son importantes en la misión: “el
primero visible que para el misionero consiste en trasladarse de un lugar a
otro para la evangelización, y el segundo más discreto que consiste en
cumplir la misión en su propio lugar. Esta es la razón por la que la Iglesia
ha elegido como patrón de las misiones a San Francisco Javier para aquellos
que se parten, y a Santa Teresa del Niño Jesús para quienes llevan a cabo
la misión donde viven”. El obispo Lézoutié invitó a las mujeres de la
diócesis de Yopougon, siguiendo el ejemplo de Santa Teresa del Niño Jesús,
a apoyar la misión: “Lucas capítulo 8 versículo 3 dice que las mujeres se
unieron para ayudar a la misión del Señor y a sus apóstoles”.
Durante la misa, monseñor Lézoutié envió en misión a las fuerzas vivas de
su diócesis, dándoles el mandato de Cristo de ir a los lugares más remotos
para anunciar la Buena Nueva de la salvación.
La celebración de la Jornada Misionera Mundial junto con la del Mes
Misionero Extraordinario se vio reforzada por la presencia del padre Jean
Noel Gossou, Director Nacional de las OMP (Obras Misioneras Pontificias) en
Costa de Marfil. El padre Gossou centró su intervención en qué es la misión
y qué debería ser. También ofreció detalles sobre cómo colaborar con el
fondo de solidaridad universal y por ello invitó a los fieles marfileños a
ser generosos.
“Celebrar la Jornada Misionera Mundial significa volver a despertar en
nosotros el mandato que Cristo nos dio: “id y haced discípulos”. Y no
podemos cumplir esta misión sin una dimensión financiera, de ahí la
necesidad de un fondo universal de solidaridad al que todos están invitados
a contribuir”, subrayó.
(S.S.) (L.M.) (Agencia Fides 21/10/2019)
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ÁFRICA - Mes Misionero Extraordinario: antes de la denuncia,
prioridad al anuncio de Cristo
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Kara (Agernzia Fides) – “Hoy uno de los
grandes peligros que se esconde en nuestra actividad misionera es el de
transformar el anuncio del Evangelio en crítica social o pura denuncia del
mal”, dice a la Agencia Fides el padre Donald Zagore, teólogo marfileño de
la Sociedad de Misiones Africanas, sobre las tensiones sociales presentes
en el continente. “Hay una tendencia a retirarse a dinámicas que consisten
principalmente en denunciar injusticias, errores, violencia, sin centrarse
en el anuncio, la proclamación de la verdad del Evangelio de Jesucristo”,
señala.
“Continuamos poniendo demasiado énfasis en las malas hierbas dejando de
lado la buena semilla, la verdadera, Jesucristo. El Evangelio no es una
crítica social, es ante todo un lenguaje de amor. Es una llamada al amor.
Parafraseando al teólogo musulmán Ahmed Abbadi, podemos decir que el
Evangelio de Jesucristo es 96% de amor y 4% de reglas”.
“Es fundamental tomar conciencia de esto, para renovar la actividad
misionera y hacerla más fructífera. Antes de comenzar a denunciar males y
errores, debemos anunciar a Jesucristo y su Evangelio de amor. El mandato
evangélico de Cristo es claro: nos envía, como el evangelista Marcos nos
dice, a todo el mundo para que prediquemos la Buena Nueva de la salvación a
toda la Creación, pero no para juzgar. El paso de la misión basada en la
denuncia a la misión basada en el anuncio es fundamental. Estamos
bautizados y somo enviados a anunciar, antes que para denunciar”, concluye
Zagore.
(DZ/AP) (Agencia Fides 21/10/2019)
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ÁFRICA/NÍGER - Escuelas destrozadas en el pueblo donde fue
secuestrado el padre Maccalli en la víspera de la Jornada Misionera Mundial
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Niamey (Agencia Fides) - En la tarde del sábado 19 de
octubre, la víspera del DOMUND, justo donde secuestraron al padre Pierluigi
Maccalli hace más de 13 meses, el pueblo de Bomoanga y el pueblo adyacente
de Kiki sufrieron un ataque en sus escuelas en construcción. Fueron
destrozadas por presuntos yihadistas”, asegura desde Niamey a la Agencia
Fides Mauro Armanino, misionero de la SMA (Sociedad de Misiones Africanas).
Según el sitio 'Actuniger', los atacantes llegaron en motocicleta. “Las
fuerzas gubernamentales parecen incapaces de detener este vandalismo.
Pierluigi y la diócesis de Niamey habían participado en el proyecto para la
construcción de escuelas, incluida una estatal”, dice el misionero.
“Es un hecho grave porque afecta directamente a los hijos de los
campesinos, los más pobres del país hoy en día, y solo confirma la
inestabilidad de la región fronteriza con Burkina Faso. De esta forma. en
este país, a miles de niños se les priva del derecho a la educación”,
concluye el padre Mauro.
(L.M.) (Agencia Fides 21/10/2019)
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ASIA/FILIPINAS - Cardenal Tagle: “La misión no es un “hazlo
tú mismo”, es hacerlo con Cristo”
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Manila (Agencia Fides) – “Necesitamos
rezar y apoyar la misión”. Es la invitación del cardenal Luis Antonio
Tagle, arzobispo de Manila, a los fieles filipinos reunidos ayer en Manila
para la misa dominical de la Jornada Mundial de las Misiones. “Los católicos
están llamados a hacer misión juntos. La misión no es un “hazlo tú mismo”,
sino que es una tarea comunitaria, para y con otros, especialmente con
Cristo. La misión no es solo para unos pocos sino para todos. La misión se
hace en comunidad. Es eclesial porque toda la Iglesia está misión. Cada
persona bautizada es enviada en misión por Cristo y por la Iglesia”,
explicó.
“Toda persona bautizada que vive la vida en Cristo, que participa de su
muerte y resurrección, es así misionero”, aseguró el cardenal Tagle. “Pero
para ser misioneros, -subrayó-, es necesario tener un encuentro personal
con Jesús”. “No hay misión, no se anuncia el Evangelio sin un encuentro con
Jesús, que es el Evangelio”, dijo. La misión es “dar testimonio de Cristo”
lo que significa “llevar su cruz con Cristo” y “vivir su caridad y
compartirla con el mundo, especialmente con los necesitados”.
Miles de personas se reunieron para el evento organizado por la
archidiócesis de Manila en coordinación con las Obras Misionales
Pontificias de Filipinas para celebrar la Jornada Misionera Mundial, la
culminación del Mes Misionero Extraordinario.
El encuentro misionero organizado en Manila incluyó liturgias, reuniones,
conciertos, y testimonios de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos
comprometidos con la misión.
(SD) (Agenzia Fides 21/10/2019)
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AMERICA/CHILE - Destruyen parte de la Catedral de Valparaíso
durante los disturbios: para los obispos se necesita un esfuerzo conjunto
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Santiago (Agencia Fides) – Los obispos del Comité Permanente
de la Conferencia Episcopal de Chile han expresado su preocupación por los
eventos ocurridos en los últimos días en Santiago y otras ciudades, que
obligaron al gobierno a declarar un estado de emergencia en la capital. En
Valparaíso, un grupo de manifestantes atacó la Catedral, que sufrió graves
daños. Los vándalos intentaron prender fuego a las grandes puertas de
madera y, después de entrar, destruyeron las bancas y varias imágenes
sagradas, gritando consignas alusivas a los escándalos sexuales de la
Iglesia. Las manifestaciones explotaron debido al aumento en el costo del
boleto del servicio de transporte público.
Al describir los eventos con la mayor severidad, los obispos declaran que
"es el deber de todos hacer un esfuerzo conjunto, especialmente las
autoridades y los líderes sociales, para descubrir las causas y seguir el
camino de la solución, que no sucederá sin la participación de la
mayoría".
Agregan que "los eventos dolorosos y traumáticos son una invitación
urgente para continuar creando una cultura de encuentro y comprensión,
capaces de escuchar y empatizar con el sufrimiento y las dificultades
diarias de la sociedad chilena con respecto al trabajo, la salud, la
seguridad pública, la educación pública, la vivienda, las pensiones, la
pobreza y los desafíos humanitarios de la inmigración, entre otros ".
En el texto, enviado a Fides, los obispos enfatizan que "la primera
obligación de todos aquellos que ejercen cualquier tipo de liderazgo en el
país es comprender el profundo malestar de las personas y familias
afectadas por desigualdades injustas, por decisiones arbitrarias que
comprometen la vida diaria y en las prácticas cotidianas que consideran
abusivas, porque perjudican particularmente a los grupos más
vulnerables".
El episcopado chileno "condena enérgicamente la violencia que ha
ocurrido en la capital del país con ataques contra personas, destrucción de
propiedades, saqueo de locales comerciales y privación de cientos de miles
de conciudadanos de un servicio de transporte que es la base de la vida y
del desarrollo de la ciudad ". Al mismo tiempo, reafirman la necesidad
de "comprender las raíces de la violencia y trabajar con urgencia para
prevenirla, detenerla y dar vida a formas pacíficas para resolver los
conflictos", señala la nota de los obispos.
Según los informes recopilados por Fides, las fuerzas armadas y la
seguridad pública están tratando de restablecer el orden público
enfrentando a los grupos violentos que han radicalizado una protesta social
contra la desigualdad que ya ha causado diez muertes y ha sembrado el
terror en las calles en diferentes lugares. del país, con barricadas,
incendios y saqueos. El presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo que el
país está experimentando una "guerra", un conflicto bélico contra
un "enemigo poderoso e implacable, que no respeta a nada ni a
nadie", describiendo así a los manifestantes.
El gobierno declaró el estado de emergencia, total en algunos municipios,
en 10 de las 16 regiones de Chile: la región metropolitana de Santiago,
Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Maule, Concepción, Bío Bío, 0'Higgings,
Magallanes y Los Ríos. Como resultado, miles de soldados han sido
desplegados en las calles para restablecer el orden público. Se produjeron
violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. El
sábado 19 y el domingo 20 de octubre hubo incendios en tiendas, farmacias,
bancos y edificios públicos, saqueos y barricadas en las calles, casi en
todo el país.
(CE) (Agencia Fides, 21/10/2019)
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