San Cayetano Errico, presbítero y fundador
fecha: 29 de octubre
n.: 1791 - †: 1860 - país: Italia
otras formas del nombre: Gaetano Errico
canonización: B: Juan Pablo II 24 abr 2001 - C: Benedicto XVI 12 oct 2008
hagiografía: Vaticano
n.: 1791 - †: 1860 - país: Italia
otras formas del nombre: Gaetano Errico
canonización: B: Juan Pablo II 24 abr 2001 - C: Benedicto XVI 12 oct 2008
hagiografía: Vaticano
Elogio: En Secondigliano, cerca de Nápoles,
en la Campania, san Cayetano Errico, presbítero, que fomentó los retiros
espirituales y la devoción a la Eucaristía, para ganar almas para Cristo, y
fundó también la Congregación de Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús
y María.
Cayetano Errico, fundador de los
Misioneros de los Sagrados Corazones, ha nacido el 19 de octubre de 1791 en
Secondigliano, antigua aldea al Norte de la ciudad de Nápoles (Italia). Es el
tercero de los diez hijos de Pascual y María Marseglia. El padre dirige una
modesta fábrica artesanal para la producción de pasta; la madre teje felpa. Fue
bautizado al día siguiente de su nacimiento en la iglesia parroquial de los
santos Cosme y Damián con los nombres de Cayetano Cosme Damián. Asiste a la
escuela comunal con dos maestros sacerdotes, Tagliamonte y Vitagliano. A los
siete años recibe la primera comunión, y a los once, el sacramento de la
confirmación. A los catorce años pide ingresar primero entre los Capuchinos y
después entre los Redentoristas; pero el pedido es rechazado debido a la edad.
A los dieciséis años pide ser admitido en
el seminario arzobispal de Nápoles. En enero de 1808 viste el hábito talar. La
familia no puede sostener los gastos para su mantenimiento como alumno interno
por lo que realiza los estudios como externo, yendo a pie al seminario. Todos
los días, entre ida y vuelta, son ocho kilómetros, con frío, calor y lluvia,
provocando la admiración de la gente que, al verlo pasar exclama: « ¡Ahí pasa
San Cayetano!». En el tiempo de su formación seminarística frecuenta la escuela
con gran provecho, participa a la misa todas las mañanas, recibe la comunión,
ayuda en la casa, visita todos los jueves a los pacientes del hospital de «
Incurables» de Nápoles llevándoles algún regalo fruto de sus ahorros semanales,
y el domingo recorre las calles con el crucifijo recogiendo a los niños para el
catecismo.
Fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre
de 1815 por el Cardenal Ruffo Stilla en la Capilla de Santa Restituta, en la
Catedral de Nápoles. Ordenado sacerdote, inmediatamente se le asigna a Don
Cayetano la tarea de maestro comunal, cargo que ejerce por casi veinte años con
diligencia, atención y celo, preocupándose por enseñar, junto con la cultura,
sobre todo los principios cristianos. Se dedica con amor al servicio pastoral
en la iglesia parroquial de los Santos Cosme y Damián. Desarrolla su actividad
apostólica en cuatro direcciones: anuncio de la Palabra, ministerio de la
reconciliación, asistencia material y espiritual de los enfermos, servicio de la
caridad. Cuatro maneras distintas para decir a los hombres que Dios es Padre y
los ama.
Tiene una vida de intensa oración y de
rigurosa penitencia, de tal manera que hace decir a la madre que lava las
camisas manchadas de sangre: «Ahora me haces sentir el dolor que no tuve cuando
te llevé en el vientre y te di a luz ». Siendo sacerdote, se retira todos los
años a Pagani (Salerno), en la casa de los padres Redentoristas, para los
ejercicios espirituales. En el año 1818, mientras reza en el coro, acontece un
hecho destinado a marcar y cambiar el curso de su vida: se le aparece San
Alfonso para comunicarle que Dios lo quiere fundador de una Congregación
religiosa, dándole como «señal» la construcción de una Iglesia en honor de la
Virgen Dolorosa en Secondigliano. El anuncio de que es Dios quien quiere la
construcción de una Iglesia en honor de la Dolorosa, es acogido con entusiasmo
en Secondigliano por la mayor parte del pueblo; pero está también quien se
muestra desconfiado y hostil. Los adversarios, pocos pero muy aguerridos y
combativos, juran que impedirán la construcción de la Iglesia.
Cuando el proyecto parece definitivamente
destinado a fracasar, don Cayetano continúa creyendo en él y asegura a la
gente: «La Iglesia se hará, porque es Dios quien la quiere». El 9 de diciembre
de 1830 la Iglesia es bendecida. Terminada la construcción, Cayetano Errico
encarga a Francisco Verzella, escultor napolitano, una estatua de madera de la
Virgen Dolorosa. Una tradición refiere que ha hecho rehacer varias veces el rostro,
exclamando al final: «Así era». ¿La había visto en una visión? La estatua hace
su entrada en Secondigliano en mayo de 1835, y desde entonces continúan
ininterrumpidamente la peregrinación y la devoción de los fieles hacia la
Dolorosa de Cayetano Errico.
En los años siguientes, mientras don
Cayetano reza delante del Santísimo Sacramento en el mismo coro de Pagani, el
Señor le manifiesta que la nueva Congregación «debe ser fundada en honor de los
Sagrados Corazones de Jesús y de María». Desde entonces los Sagrados Corazones
se transforman en el centro de la acción apostólica y misionera de Cayetano
Errico, y él, en el apóstol de su amor misericordioso en todo el Sur de Italia.
El amor de los Sagrados Corazones lo impulsa a buscar al hermano pecador para llevarlo
al Padre, incluso a costo de la vida, y a entregarse sin descanso ni medida,
particularmente a los hermanos de los grupos más desprotegidos: enfermos,
obreros, artesanos, campesinos, analfabetos, muchachas sin dote y extraviadas,
encarcelados. Se propone hacer sentir a todos la presencia de un Padre amoroso,
dispuesto al perdón y lento para el enojo.
Terminada la iglesia, don Cayetano
comienza a construir, en un lugar adyacente, la casa que tendrá que alojar a
los futuros religiosos, los Misioneros de los Sagrados Corazones. Primeramente
construye una pequeña casa, en donde se retira, en 1833, para vivir junto a un
laico que atiende el servicio de la iglesia. Con el traslado desde la casa
paterna, comienza «oficialmente» la realización del encargo más importante
recibido de Dios: la fundación de la Congregación de los Misioneros de los
Sagrados Corazones. Ampliada la casa, funda el «Retiro sacerdotal de los
Sagrados Corazones», para acoger a los sacerdotes dispuestos a empeñarse sobre
todo en el trabajo de las misiones populares.
El 6 abril de 1839, con el propósito de
consolidar el desarrollo de la Congregación, pide el reconocimiento
gubernamental, que el Rey concede el 13 de mayo, declarando « la Congregación
de los Misioneros de los Sagrados Corazones legítimamente existente y capaz de
gozar de los correspondientes efectos civiles y canónicos ». En abril de 1846
regresa a Roma para solicitar la aprobación definitiva. La Congregación ha
crecido: el número de los congregados ha aumentado y han sido abiertas varias
casas. El 7 de agosto de 1846 el Papa Pío IX emite el decreto de aprobación, y
el 15 de septiembre el Breve apostólico. Cayetano Errico, elegido unánimemente
como Superior General después de la aprobación, trabaja hasta la muerte para el
desarrollo de la Congregación, cuidando de modo particular la formación de los
individuos.
Se empeña en la actividad misionera, en la
predicación al pueblo y de los ejercicios espirituales en numerosos conventos
de religiosas, en la dirección espiritual y, especialmente, en la
administración del sacramento de la reconciliación.
Muere en Secondigliano, a los 69 años de
edad, el 29 de octubre de 1860 a las diez de la mañana.
fuente: Vaticano
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
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