Santos Luciano y Marciano, mártires
fecha: 26 de octubre
†: c. 250 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
†: c. 250 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Nicomedia, de Bitinia, santos Luciano y Marciano, mártires, que en
tiempo del emperador Decio, por orden del prefecto Sabino, fueron quemados
vivos.
Patronazgos: protectores de los conversos y los
poseídos.
Según el relato de su martirio, Luciano y
Marciano, que habían estudiado la magia negra, se convirtieron al cristianismo
al ver que sus supersticiones no tenían poder alguno sobre una doncella
cristiana. Iluminados por la luz de la fe, quemaron públicamente sus libros en
Nicomedia. Una vez que lavaron sus crímenes con el sacramento del bautismo,
distribuyeron sus posesiones entre los pobres, y se retiraron a la soledad para
fortalecerse con la oración y la mortificación, en la gracia que acababan de
recibir. Más tarde, hicieron varios viajes al extranjero para predicar a Cristo
entre los gentiles.
Cuando Decio publicó sus edictos
persecutorios en Bitinia (mediados del siglo III), Luciano y Marciano fueron
arrestados. El procónsul Sabino, ante el cual comparecieron, preguntó a Luciano
quién le había autorizado a predicar en el nombre de Jesucristo. El mártir
replicó: «Todo ser humano está autorizado a tratar de apartar del error a sus
hermanos». También Marciano se glorió en el poder de Jesucrito. Cuando el juez
los condenó a la tortura, los mártires le hicieron notar que, en la época en
que adoraban a los ídolos y practicaban la magia abiertamente, no habían
incurrido en ningún castigo, en cambio ahora que eran buenos ciudadanos se los
condenaba a la tortura. Sabino los amenazó entonces con nuevos tormentos.
Marciano replicó: «Estamos prontos a sufrirlos, pero de ningún modo abjuraremos
del verdadero Dios, pues con ello mereceríamos ser enviados al fuego que no se
extingue». Entonces, Sabino los condenó a perecer quemados en vida. Los
mártires se dirigieron con gran gozo al sitio de la ejecución, cantando himnos
de acción de gracias a Dios.
Esta leyenda es simplemente una novela
fundada en un hecho histórico, ya que hubo realmente un grupo de mártires en
Nicomedia.
Se conservan los textos latino y sirio de
la pasión de estos mártires; posiblemente el texto original era griego, pero se
ha perdido. El texto latino puede verse en Acta Sanctorum, oct., vol. XI. El
texto sirio proviene de un manuscrito del siglo V o VI. El Breviario sirio, de
principios del siglo V, conmemora también a estos mártires el 26 de octubre;
pero a Luciano le llama Silvano, y sitúa el martirio en Antioquía. El
Hieronymianum celebra a nuestros mártires junto con Floro. Delehaye discute la
cuestión en Comentario sobre el Martirologium Hieronymianum, p. 572.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
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ingreso o última modificación relevante: ant 2012
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