Oración para el Evangelio del día
Señor mío, gracias
porque en todo momento eres bueno conmigo. Tú eres Santo y poderoso, te alabo
con toda mi alma. Que te den Gloria también todos los seres vivientes.
Acudo a Ti como
Dueño y Señor de mi vida, para que me llenes del fuego de tu amor, ese fuego
vivo que todo lo restaura y que hace nuevas todas las cosas.
Ven y restaura todo
aquello que se ha rendido en mi interior. Haz florecer en mi corazón esa fuerza
poderosa que impulsa a mi espíritu a servirte con fidelidad y alegría.
Quiero amarte con
todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas,
pero no puedo amarte así si a menudo soy indiferente al dolor ajeno, al
sufrimiento de los demás.
Hoy te quiero
confesar, no solo con mis labios sino también con mi corazón, que te elijo como
mi Maestro y mi Guía, quien me ayuda a reconocer el amor escondido en aquellos
que parecen no amarte.
Hazme dócil a tu
Palabra, pues ella es espada y fuego. Que pueda ser sensible a tus
inspiraciones para actuar con sabiduría en toda ocasión y mostrar el rostro de
tu amor.
Destierra de mí ese
egoísmo que me mantiene dividido, esa soberbia e indiferencia que no me permite
que yo libere tu amor al mundo entero.
Confío en tu ayuda
misericordiosa, confío en que vienes pronto a socorrerme para seguir
descubriéndote y obrando en tu Santo Nombre en todo momento. Amén
Autor: Qriswell Quero, escritor católico @Copyright 2019
Propósito para hoy
Predicar el amor de Dios a algún familiar que esté alejado de la
Iglesia, hablando siempre de las bondades de pertenecer a Cristo
Frase de reflexión
"Pidamos la gracia de no ser cristianos tibios, que viven a
medias, que dejan enfriar el amor". Papa Francisco
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