San Evergislo de Colonia, obispo y mártir.
Elegido por Dios y por un Santo.
San Evergislo de Colonia, obispo y mártir. 24 de octubre.
Las noticias sobre este santo prelado son confusas y contradictorias, pues la "vita" más conocida data del siglo XI, es decir, lo menos 600 años luego de la muerte del santo. La primera fuente sobre él está en San Gregorio de Tours (17 de noviembre), el cual nos cuenta que estando San Severino de Colonia (23 de octubre) de visita en Tongeren, conoció a Evergislo, un niño que quería dedicarse al servicio de Dios. El santo prelado supo por revelación divina que aquel niño gozaba de la predilección del Señor y se lo llevó consigo para educarle. Juntos vieron subir al cielo el alma de San Martín de Tours (11 de noviembre, sepultura; 4 de julio, ordenación episcopal; 5 de octubre, Iglesia Oriental; 12 de octubre, Iglesia bizantina; 12 de mayo, invención de las reliquias; 1 y 13 de diciembre, traslaciones), el cual moría en aquel mismo momento. Severino le ordenó diácono y sobre 403 Evergislo le sucedió al frente de la diócesis. En 590 formó parte de la comisión de obispos que Childeberto II ordenó para devolver a las monjas de Poitiers a la observancia religiosa, que había decaído a causa de la falta de pobreza.
Se le atribuye a Evergislo la invención y traslación de las reliquias de San Malloso Mártir (22 de septiembre y 10 de octubre, traslación de las reliquias), uno de los supuestos soldados de la Legión Tebana. La leyenda pone a Malloso siendo martirizado en Birten, pero el sitio de su sepulcro se desconocía hasta que Dios le reveló a Evergislo y a un diácono de la iglesia de Colonia el sitio exacto de la sepultura del santo mártir, luego que edificara una capilla en su honor. Ambos se reunieron y delante de todo el clero y pueblo, señalaron al mismo sitio. Cavaron en el ábside de la iglesia y al llegar a los siete pies de profundidad, un suave olor a rosas brotó de la tierra. Cavaron un poco más y hallaron el cuerpo, incorrupto y flexible dice la leyenda. "Gloria in excelsis Deo", clamó Evergislo y el pueblo le coreó "et in terra pax hominibus bonæ voluntatis". Y cantando salmos e himnos de honor trasladaron al santo mártir.
Varias leyendas se cuentan de nuestro santo, como que visitando la iglesia de los "Santos Dorados", llamada así a causa del esplendor de sus mosaicos. Está dedicada a unos soldados mártires, también pertenecientes a la Legión Tebana (22 de septiembre), saludó a los santos con el salmo 149 "Exsultabunt sancti in gloria", y se oyó la voz de los santos que le respondieron "Laetabuntur in cubiculis suis". Y los mismos santos mártires le curaron del dolor de cabeza que sufría crónicamente cuando se aplicó lodo de un pozo de dicha iglesia, en el que la tradición quiere que fueron arrojados los mártires.
Evergislo murió en Colonia sobre 594, y según una tradición, fue asesinado por unos ladrones, aunque otras tradiciones más sólidas le ponen muriendo de muerte natural. En 695 se elevaron las reliquias y se trasladaron a la iglesia de Santa Cecilia de Colonia. En el siglo XV se trasladaron a la iglesia de San Pedro de la misma ciudad. Es abogado contra los dolores de cabeza.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 24 de octubre además se celebra a San Félix de Tucbazene, obispo y mártir.
Las noticias sobre este santo prelado son confusas y contradictorias, pues la "vita" más conocida data del siglo XI, es decir, lo menos 600 años luego de la muerte del santo. La primera fuente sobre él está en San Gregorio de Tours (17 de noviembre), el cual nos cuenta que estando San Severino de Colonia (23 de octubre) de visita en Tongeren, conoció a Evergislo, un niño que quería dedicarse al servicio de Dios. El santo prelado supo por revelación divina que aquel niño gozaba de la predilección del Señor y se lo llevó consigo para educarle. Juntos vieron subir al cielo el alma de San Martín de Tours (11 de noviembre, sepultura; 4 de julio, ordenación episcopal; 5 de octubre, Iglesia Oriental; 12 de octubre, Iglesia bizantina; 12 de mayo, invención de las reliquias; 1 y 13 de diciembre, traslaciones), el cual moría en aquel mismo momento. Severino le ordenó diácono y sobre 403 Evergislo le sucedió al frente de la diócesis. En 590 formó parte de la comisión de obispos que Childeberto II ordenó para devolver a las monjas de Poitiers a la observancia religiosa, que había decaído a causa de la falta de pobreza.
Se le atribuye a Evergislo la invención y traslación de las reliquias de San Malloso Mártir (22 de septiembre y 10 de octubre, traslación de las reliquias), uno de los supuestos soldados de la Legión Tebana. La leyenda pone a Malloso siendo martirizado en Birten, pero el sitio de su sepulcro se desconocía hasta que Dios le reveló a Evergislo y a un diácono de la iglesia de Colonia el sitio exacto de la sepultura del santo mártir, luego que edificara una capilla en su honor. Ambos se reunieron y delante de todo el clero y pueblo, señalaron al mismo sitio. Cavaron en el ábside de la iglesia y al llegar a los siete pies de profundidad, un suave olor a rosas brotó de la tierra. Cavaron un poco más y hallaron el cuerpo, incorrupto y flexible dice la leyenda. "Gloria in excelsis Deo", clamó Evergislo y el pueblo le coreó "et in terra pax hominibus bonæ voluntatis". Y cantando salmos e himnos de honor trasladaron al santo mártir.
Varias leyendas se cuentan de nuestro santo, como que visitando la iglesia de los "Santos Dorados", llamada así a causa del esplendor de sus mosaicos. Está dedicada a unos soldados mártires, también pertenecientes a la Legión Tebana (22 de septiembre), saludó a los santos con el salmo 149 "Exsultabunt sancti in gloria", y se oyó la voz de los santos que le respondieron "Laetabuntur in cubiculis suis". Y los mismos santos mártires le curaron del dolor de cabeza que sufría crónicamente cuando se aplicó lodo de un pozo de dicha iglesia, en el que la tradición quiere que fueron arrojados los mártires.
Evergislo murió en Colonia sobre 594, y según una tradición, fue asesinado por unos ladrones, aunque otras tradiciones más sólidas le ponen muriendo de muerte natural. En 695 se elevaron las reliquias y se trasladaron a la iglesia de Santa Cecilia de Colonia. En el siglo XV se trasladaron a la iglesia de San Pedro de la misma ciudad. Es abogado contra los dolores de cabeza.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XI. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 24 de octubre además se celebra a San Félix de Tucbazene, obispo y mártir.
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