domingo, 8 de marzo de 2020

Santos del día 8 de marzo

Santos del día 8 de marzo
Octavo Idus martii
   San Juan de Dios, religioso y fundador (9 coms.) - Memoria litúrgica   
No se celebra hoy, porque hay una celebración de mayor rango (II Domingo de Cuaresma, solemnidad)
San Juan de Dios, religioso, nacido en Portugal, que, después de una vida llena de peligros en la milicia humana, prestó ayuda con constante caridad a los necesitados y enfermos en un hospital fundado por él, y se asoció a compañeros con los que constituyó después la Orden Hospitalaria San Juan de Dios. En este día, en la ciudad de Granada, en España, pasó al eterno descanso.
Conmemoración en Cartago de san Poncio, diácono de san Cipriano, al que acompañó en el destierro hasta la muerte, dejando un admirable relato de su vida y de su pasión.
En Antínoe, de Egipto, santos Apolonio y Filemón, mártires.
En Como, en la Liguria, san Provino, obispo, fiel discípulo de san Ambrosio, que preservó de la herejía arriana a la Iglesia que se le había encomendado.
En la isla de Cathaig, en Hibernia, san Senano, abad.
En Domnoc (hoy Dunwich), en Inglaterra, san Félix, obispo, que, oriundo de Burgundia, evangelizó a los anglos orientales en tiempo del rey Sigeberto.
En Nicomedia, de Bitinia, san Teofilacto, obispo, que, desterrado por defender el culto de las sagradas imágenes, falleció en Estróbilo de Caria.
En el territorio de Thérouanne, en Francia, san Humfrido, obispo, el cual, tras ser destruida la ciudad por los normandos, procuró infatigablemente congregar y confortar a su grey.
En Pavía, en Lombardía, san Litifredo, obispo.
En el lugar de Tayne, en Escocia, sepultura de san Dutaco, obispo de Ross.
En la población de Estella, en Navarra, san Veremundo, abad de Irache, el cual, habiendo abrazado desde joven la vida monástica, estimuló a sus monjes a buscar la perfección con su ejemplo y con ayunos y vigilias.
En Obazine, cerca de Limoges, en Aquitania, san Esteban, primer abad de este monasterio, que en la búsqueda de Dios unió a la Orden Cisterciense los tres monasterios que había fundado.
En el monasterio de Jedrzejow, en Polonia, tránsito del beato Vicente Kadlubek, obispo de Cracovia, el cual, tras renunciar a su cargo, profesó allí la vida monástica.
En Hiroshima, beato Joaquín Kuroemon, catequista encargado de las obras de misericordia y de la animación de la comunidad, condenado a morir en cruz, que marchó con alegría al lugar del martirio, orando y exhortando a aceptar la fe cristiana.
En la ciudad de Getafe, cerca de Madrid, en España, san Faustino Míguez González (Faustino de la Encarnación), religioso de la Orden de Clérigos Regulares de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, que, ordenado sacerdote, se entregó por entero a la tarea docente y consiguió gran prestigio como maestro y perito en ciencias naturales. Fue diligente en su actividad pastoral y fundó el Instituto Calasancio de Hijas de la Divina Pastora, para la educación integral de la mujer.

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