Conversando con el amor
Dios mío, en este
mundo gris y marcado por tanta indiferencia, tu amor debe ser el rasgo que me
identifique. Tu amor debe traducirse en gestos concretos, en expresiones
encarnadas de pureza. Tu amor no es algo intangible, desencarnado de mi
realidad. Tu amor es donación y entrega, es liberador y restaurador. Quiero
tener como misión, difundir ese amor y darte a conocer entre los cansados y
afligidos del mundo, yo me cuento entre ellos. Te pido que vengas con tu poder
sanador a mi vida, abre tus brazos para consolar y enjugar las lágrimas de mi
herido corazón y así salir con fuerzas y dispuesto a construir mi felicidad.
Dame un corazón puro y dulce para amar y recibir así bendiciones de paz,
perfección y transformación. Amén.
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