Evangelio del día: No se puede rezar a Dios con enemigos en el
corazón
Evangelio del día. AUDIO. Mateo 6,7-15 - XI jueves tiempo
ordinario: Si perdonan las faltas a los demás, el Padre los perdonará a ustedes
Evangelio del día: Mateo 6,7-15
Evangelio del día (Jesús
nos enseña la oración del Padrenuestro): "En aquel tiempo, dijo Jesús a
sus discípulos: "Cuando ustedes hagan oración, no hablen mucho, como los
paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar serán escuchados. No los
imiten, pues el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes pues, oren así: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdónanos nuestras ofensas, como también
nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y
líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a
ustedes los perdonará el Padre celestial, Pero si ustedes no perdonan a los
hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas." Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
La oración no es
magia, sino encomendarse al abrazo del Padre. Jesús nos da un consejo en la
oración, a saber, no derrochar palabras, no hacer rumor, el rumor de carácter
mundano, los rumores de la vanidad.
La oración no es una cosa mágica, no se
hace magia con la oración.
Alguien me dice que cuando uno va a ver a un brujo éste le dice
tantas palabras para curarlo. Pero ese es un pagano.
A nosotros, Jesús nos enseña que no debemos ir a Él con tantas
palabras, porque Él sabe todo. La primera palabra es Padre, ésta es la clave de
la oración. Sin sentir esta palabra no se puede rezar.
¿A quién rezo? ¿A Dios Omnipotente? Demasiado lejano.
Ah, esto yo no lo siento. Ni siquiera Jesús lo sentía. ¿A quién rezo? ¿Al Dios
cósmico? Un poco habitual, en estos días, ¿no?... rezar al Dios cósmico,
¿no?... Tú debes rezar al Padre... Padre es una palabra fuerte. Tú debes rezar
al que te ha engendrado, al que te ha dado la vida.
Padre es una palabra fuerte pero abre las puertas. En el momento
del sacrificio Isaac se da cuenta de que algo no iba, porque faltaba la
ovejita, pero se fía de su padre y su preocupación la dejó en el corazón de su
padre.
Padre es la palabra que ha pensado decir aquel hijo que se fue
con la herencia y después quería volver a su casa. Y aquel padre lo ve llegar y
sale corriendo a su encuentro, se le tira al cuello, para caer sobre él con
amor. Es ésta la clave de toda oración, sentirse amados por un Padre.
Tenemos un Padre.
Cercanísimo, eh, que nos abraza… Todos estos afanes, todas estas preocupaciones
que nosotros podemos tener, dejémoselos al Padre: Él sabe de qué cosa tenemos
necesidad.
Jesús, después de habernos enseñado el Padrenuestro, subraya que
se nosotros no perdonamos a los demás, ni siquiera el Padre perdonará nuestras
culpas. Es tan difícil
perdonar a los demás, es verdaderamente difícil, porque
nosotros siempre tenemos ese pesar dentro. Pensamos:
"Me la
hiciste, espera un poco… para volver a darle el favor que me había hecho"
No se pude rezar con enemigos en el corazón, con
hermanos y enemigos en el corazón: no se puede rezar. Esto es difícil: sí, es
difícil, no es fácil.
Pidamos hoy al Espíritu Santo que nos enseñe a decir «Padre» y a
decir «nuestro», haciendo la paz con todos nuestros enemigos. (Homilía en Santa
Marta, 20 de junio de 2013)
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