Fotograma Del Documental "Hospitalarios" © Gospa Arts
“Hospitalarios. Las manos de la Virgen” – Entrevista a Jesús García, director del documental
Autor de “Medjugorje” y “Magdala”
(ZENIT – 31 mayo 2019).- Desde que la Virgen María se apareció a la niña Bernadette Soubirous en la gruta de Massabielle, varios millones de personas visitan este lugar –2 millones y medio en 2018, según la Oficina de Turismo de Lourdes– y se han validado 70 milagros y más de 7.000 las curaciones reconocidas como inexplicables.
¿Cuál es el motivo por el que millones de personas a peregrinar cada año a Lourdes? El periodista español Jesús García-Colomer ha querido dar respuesta a esta pregunta el el documental “Hospitalarios. Las manos de la Virgen”. El autor de los libros “Medjugorje” y “Magdala” se estrena en el mundo cinematográfico, plasmando la experiencia de voluntarios y enfermos que visitan Lourdes cada verano.
Jesús García Colomer (Madrid, 1977) es fundador de Gospa Arts y un amante de contar historias en torno a la relación habida entre Dios y los hombres. Esta vez, se ha lanzado a hacerlo en la gran pantalla. Las conversiones masivas habidas en el pueblo bosnio de Medjugorje, el misterio de las vocaciones religiosas femeninas en ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, o la asombrosa trascendencia de una excavación arqueológica en Magdala, Israel, han sido algunos de sus trabajos.
“Hospitalarios”, producido por Fundación Gospa Arts, es un proyecto “providencial”, porque se ha financiado entera a base de donativos, aclara el director. “Ahora lo llaman Crowdfunding, pero ha sido la providencia de siempre”.
Estreno en España
La película se estrenó el 18 de mayo en 7 salas de España repartidas entre Madrid, Alcalá de Henares, Las Rozas, Murcia, Valencia y Orihuela.
El primer fin de semana, la película tuvo 2.118 espectadores, lo que la convirtió en el mejor estreno de la semana en número de espectadores por sala, por encima de Hellboy. “Esto es un hito, tendiendo en cuenta que somos documental, de producción española e independiente, con director novel”, señala el creador del proyecto.
Después del fin de semana del estreno, durante la primera semana, de lunes a miércoles fueron a ver la película 600 espectadores más, “lo que es una barbaridad”, expresa su autor.
Esta semana, el documental se puede ver en más salas y sesiones, y además estrenan en Barcelona. Para junio, el documental podrán disfrutar de él en Toledo, Sevilla, Bilbao, Cádiz, Talavera… Y la intención de los promotores es llegar al menos a las 48 ciudades que tienen sede de la Hospitalidad de Lourdes en toda España, y luego llevarlo a Latinoamérica y a televisión.
El primer milagro
El 11 de febrero de 1858, Bernardita acude a la se dirige a la Gruta de Massabielle, al borde del Gave, para recoger leña, ramas secas y pequeños troncos, acompañada de su hermana y de una amiga. Mientras se está descalzando para cruzar el arroyo, oye un ruido como de una ráfaga de viento, levanta la cabeza hacia la Gruta: “Vi a une señora vestida de blanco: llevaba un vestido blanco, un velo también de color blanco, un cinturón azul y una rosa amarilla en cada pie.” Hace la señal de la cruz y reza el rosario con la Señora. Terminada la oración, la Señora desaparece de repente.
El 1 de marzo, la Virgen obra el primer milagro: Ese día, junto a Bernardita, se congregaron en la Gruta más de 1.500 personas y entre ellas, por primera vez, un sacerdote. Durante la noche, Catalina Latapie, una amiga de Lourdes, acude a la Gruta, moja su brazo dislocado en el agua del manantial y el brazo y la mano recuperan su agilidad.
Pero a Begoña, Andrés, Dámaso, Nachi… protagonistas de este documental, poco les importa si la Virgen les concederá el milagro que imploran o no: Ellos ya han visto el milagro. En cada enfermo que acompañan, a través de una sonrisa, una mirada o un rato de oración silenciosa frente a la Virgen de la gruta. Esto es lo que verdaderamente les mueve a peregrinar unos días cada verano al Santuario de Lourdes.
“Tengo el alma curada”
“Yo desde que vengo aquí soy otra persona. Me siento que tengo el alma curada. Tengo fe”, revela uno de los verdaderos protagonistas de “Hospitalarios”, los enfermos que son llevados hasta allí por miles de voluntarios, asiduos ya a esta experiencia cada verano. Ellos cuentan que, a pesar de tener más o menos fe, compartir esa vivencia con la Virgen no les deja indiferentes.
Jesús, director del documental, ha querido que ellos cuenten su experiencia en primera persona a cámara en “Hospitalarios”, y asegura que es un “regalo” que ellos “estén disfrutando tanto de esta experiencia”: “Ellos son un regalo de Dios”, atestigua.
“Nos ponemos el tacón, salimos”
Los personajes que veremos en pantalla explican que al fin y al cabo, no van a Lourdes para disfrutar del paisaje en este tranquilo valle de los Altos Pirineos franceses, ni se consideran súper héroes o unos “privilegiados” de la Virgen. Son personas normales, como dice una de las hospitalarias: “Somos chicas que en Madrid, nos quitamos esto, nos ponemos el tacón, salimos, vamos a discotecas y tenemos una vida normal, como otra cualquiera”.
De cara al próximo 16 de julio, día grande de celebración en Lourdes, en conmemoración de la última aparición de la Virgen a Bernadette en 1858, el director de la película espera que las personas que vean su película se animen a conocerlo: “La gente ve motivos de esperanza para su vida en este documental”. Algunas personas “están cambiando sus planes para las próximas peregrinaciones y preguntando en las sedes de las hospitalidades”, asegura García Colomer.
Sigue la entrevista completa a Jesús García Colomer, concedida en exclusiva a Zenit:
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ZENIT: ¿Cuántas veces has ido a Lourdes? ¿Cómo fue la primera vez?
Jesús García: He ido a Lourdes unas 8 ó 9 veces. Antes de ir con la Hospitalidad había estado ya 6 veces, nunca antes con enfermos. En el año 2008, que era el 150 aniversario de las apariciones, fui tres veces, todas ellas maravillosas, sobre todo la primera. Estuve yo solo una semana en el mes de enero de ese 2008, que en enero Lourdes está vacío y hace mucho frio, pero para mí fue maravilloso. Ahí empecé a conocer a Bernadette y creo que a encontrar con ella una preciosa amistad, nos llevamos muy bien desde entonces. Para mí es una santa muy normal, muy sencilla, muy terrenal… me inspira santidad desde mi absoluto límite. Es tremenda.
Luego he ido varias veces pero marcó una diferencia la primera que fui con enfermos. Eso fue en mayo de 2013 y vi que había una historia que contar. En esa peregrinación con la Hospitalidad de Madrid, entendí que la mejor manera de entender, conocer o profundizar en Lourdes, es ir con enfermos. Ya te puedes haber leído los libros de expertos en Lourdes como René Laurentin o Vitorio Messori, que son nada comparado a ir con enfermos. Yo lo comparo a las visitas al Museo de El Prado. La primera vez que yo visité El Prado lo hice sin guía, y la segunda lo hice con un guía. ¡Menuda diferencia! Pues los enfermos en Lourdes son los guías, ellos te enseñan qué vino a decirnos allí la Virgen a través de Bernadette. ¿Qué es? Que estamos mal, peor de lo que pensamos, que no somos autosuficientes sino limitados y que necesitamos ayuda de Dios. Que el pelado propio y el ajeno nos hace mucho daño, pero que a pesar de nuestros límites, tenemos una esperanza en ella y en Dios, en la vida espiritual, para vivir lo que nos quede de esta vida y llegar después a la vida eterna.
ZENIT: Tal y como contaste en el preestreno, fue providencial que pudieras hacer este documental, ¿cómo surgió la idea?
JG: La idea surgió en mayo de 2013, en mi primera peregrinación con la Hospitalidad. Se lo plantee a una persona, le fuimos poniendo patas y poco a poco, nos organizamos. Es providencial porque se ha financiado entera a base de donativos. Ahora lo llaman Crowdfunding, pero ha sido la providencia de siempre. Así se han construido toda la vida nuestra cultura cristiana. Así se ha pagado a los pintores o escultores, a los copistas de textos, así se han construido las iglesias y catedrales… con mecenazgo, y así hemos hecho el documental. Y te digo otra cosa. Así, a base de diferentes maneras de mecenazgo, se construye la cultura contraria a la cultura cristiana. Los lobbys y las ideologías disponen hoy de un músculo económico mastodóntico. Si a mí me dieran, a través de la Fundación “Gospa Arts”, que es como hemos encauzado la financiación, una millonésima parte de los que dan los lobbys que dinamitan nuestros principios a través del cine, de las series de tv, etc, te haría muchos documentales como este, series que llevaría a TV, porque el nuestro está tendiendo una respuesta buenísima de crónica y de público. No es que no interese es que no tenemos ayuda de casi nadie. Te pongo un ejemplo: El año pasado hubo una campaña muy agresiva a favor de la transexualidad infantil en marquesinas de autobús de algunas ciudades españolas. Costó un millón de dólares. La financió un único donante anónimo de Estados Unidos. Pues eso… Yo cuando pido dinero para financiar estos proyectos, pienso en las catedrales, o en la Capilla Sixtina…a Miguel Angel se le pagó, y no poco, como mereció, por su trabajo. Los niños no vienen de París y la cultura no crece sola como los árboles. Hay mucha gente que piensa que, como lo que queremos es evangelizar, nuestro trabajo ha de ser gratis. Menuda equivocación tan grande.
ZENIT: ¿Esperas que después de ver este documental, se animen más personas a participar en la peregrinación a Lourdes?
JG: Sin ninguna duda. Ya está pasando entre gente que lo ha visto. Están cambiando sus planes para las próximas peregrinaciones y preguntando en las sedes de las hospitalidades. La gente ve motivos de esperanza para su vida en este documental.
ZENIT: Según tu documental, todo el mundo vuelve de Lourdes tocado por la Virgen… ¿has conocido a alguien que no lo haya vivido así?
JG: No, eso es imposible. Es imposible no conmoverse, al menos, en este viaje. Podría contar muchas anécdotas, pero ahora recuerdo una que no he contado nunca… Recuerdo un viaje en mayo de 2008 en el que estuvieron algunos miembros de mi familia. Venía un sobrino mío, muy jovencito. Por aquella época había declarado ya en casa que no quería ir a Misa y que no creía en Dios, lo que para mi hermano supuso una situación complicada. Estando allí, ante la gruta, mi sobrino se cayó para atrás, como desmayado. Había quien decía que era un mareo, o una lipotimia… pero nos acompañaba una monja que a mí me dijo que a mi sobrino no le había pasado nada de eso, sino que le había tocado la Virgen y que veríamos milagros en él. Ella vio como cayó ante la gruta, como si le hubiese empujado hacia atrás un rayo –lo cual me recordó a San Pablo camino de Damasco–. Yo creí a esa monja. Hoy, este sobrino que llevaba camisetas con el 666 y que se declaraba ateo o no creyente, es sacerdote. Se ha ordenado con 27 años.
ZENIT: ¿Cómo han vivido los enfermos que aparecen en el documental la experiencia de rodarlo y de verse luego en pantalla?
JG: Esa es una de mis mayores satisfacciones, porque les hemos dado una inmensa alegría. Ellos a mí me han dado su confianza, su vida, sus corazones, y una experiencia absolutamente inolvidable y que me acompañará siempre, toda mi vida, que me servirá para educar a mis hijos con su ejemplo y testimonio. Por eso, que ellos estén difrutando tanto de esta experiencia, es un regalo. Ellos son un regalo de Dios, así te lo digo.
ZENIT: ¿Qué impedimentos encontraste para hacer el documental?
JG: Yo diría que primero, la inexperiencia. Yo jamás he abordado un proyecto audiovisual, no digamos ya la idea de lanzarlo en cines, que es entrar en una industria que parece Vietnam y en la que compites con Hollywood. Pero bueno, ha habido un buen equipo de gente convencida, que hemos ido haciendo lo que creíamos conveniente y, con muy pocos apoyos, también hay que decirlo, al final ahí está el documental. Para mí es un milagro. Dios tenía interés en que esto saliese adelante.
ZENIT: ¿En qué países queréis proyectar el documental? ¿Vais a presentarlo en algún festival?
JG: Sí, iremos a Latinoamérica. Tenemos el enorme regalo de compartir idioma con 600 millones de americanos, de modo que iremos allí antes que acabe el año. Y sí, ya nos han invitado, por ejemplo, del Festival de Cine Católico de Cali, en Colombia. Allí iremos también y a muchos más. Y por su puesto, a Estados Unidos y más países como Italia, Francia… ya se han interesado, pero somos pequeños y vamos poco a poco. En este sentido está haciendo un gran trabajo nuestra distribuidora, “Bosco Films”.
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