San Jorge, mártir.
El megalomártir de todos los tiempos.
San Jorge, mártir. 23 y 24 de abril; 6 de mayo, Iglesia antioquena; 15 y 25 de abril, martirologio pseudojeronimiano.
I. La Passio.
La redacción más antigua de la vida y martirio del santo se halla en el corpus de obras atribuido al papa San Gelasio (20 y 21 de noviembre). De esta "passio" hay múltiples copias de las diversas Iglesias orientales, las cuales siempre han venerado a este insigne mártir. San Ambrosio de Milán (4 y 5 de abril, muerte y entierro; 7 de diciembre, consagración episcopal) tiene algún sermón dedicado al santo, por lo que sería conocido en su momento. En el siglo X San Simeón Metafrastes (27 de septiembre y 28 de noviembre, Iglesias Griegas) hace más extensiva la passio, en la que ya se menciona al conocido dragón, aunque sin hablar de princesas, sino únicamente como símbolo del mal.
Según esta "passio", los padres de Jorge eran Santos Geroncio y Policronia (24 de abril), cristianos naturales de Persia y Capadocia, respectivamente. El niño Jorge nació en Capadocia y fue educado en la piedad cristiana. Siendo adolescente reveló inclinación a la milicia, por lo cual, entró a servir en el ejército del emperador. Servía al Imperio en Capadocia cuando la primera persecución de Diocleciano, a finales del siglo III, y como era cristiano abiertamente, fue apresado y llevado a comparecer ante el monarca. Este le conminó a que sacrificara a los dioses, pero Jorge se negó, por lo cual padeció varios tormentos en el potro y además sería apaleado. El santo fue puesto frente al mago Atanasio, que pretende hacer los mismos portentos que Jorge, pero no puede, por lo que se convierte a la fe cristiana. También convierte a Anatalio, un General, y a toda su cohorte. Finalmente, el emperador le condena a ser decapitado, como así se hizo. Las fechas del martirio varían, desde 284, imperando Diocleciano, hasta 303, imperando Daciano.
I. La Passio.
La redacción más antigua de la vida y martirio del santo se halla en el corpus de obras atribuido al papa San Gelasio (20 y 21 de noviembre). De esta "passio" hay múltiples copias de las diversas Iglesias orientales, las cuales siempre han venerado a este insigne mártir. San Ambrosio de Milán (4 y 5 de abril, muerte y entierro; 7 de diciembre, consagración episcopal) tiene algún sermón dedicado al santo, por lo que sería conocido en su momento. En el siglo X San Simeón Metafrastes (27 de septiembre y 28 de noviembre, Iglesias Griegas) hace más extensiva la passio, en la que ya se menciona al conocido dragón, aunque sin hablar de princesas, sino únicamente como símbolo del mal.
Según esta "passio", los padres de Jorge eran Santos Geroncio y Policronia (24 de abril), cristianos naturales de Persia y Capadocia, respectivamente. El niño Jorge nació en Capadocia y fue educado en la piedad cristiana. Siendo adolescente reveló inclinación a la milicia, por lo cual, entró a servir en el ejército del emperador. Servía al Imperio en Capadocia cuando la primera persecución de Diocleciano, a finales del siglo III, y como era cristiano abiertamente, fue apresado y llevado a comparecer ante el monarca. Este le conminó a que sacrificara a los dioses, pero Jorge se negó, por lo cual padeció varios tormentos en el potro y además sería apaleado. El santo fue puesto frente al mago Atanasio, que pretende hacer los mismos portentos que Jorge, pero no puede, por lo que se convierte a la fe cristiana. También convierte a Anatalio, un General, y a toda su cohorte. Finalmente, el emperador le condena a ser decapitado, como así se hizo. Las fechas del martirio varían, desde 284, imperando Diocleciano, hasta 303, imperando Daciano.
II. Adiciones medievales.
A lo largo de los siglos, y según el culto a San Jorge iba aumentando, se añaden detalles ficticios, como que estando padeciendo el santo, Cristo se le aparece y le predice nada menos que 7 años de tormentos, y que moriría y resucitaría tres veces, para probar la verdad de la fe cristiana. Y de hecho así se nos cuenta: que al convertir al mago Atanasio, le someten a la rueda de pinchos, que le corta a la mitad, pero el santo resucita y entonces convierte a Anatalio y sus soldados. Además, resucita a muertos que habrían fallecido antes de Cristo, les bautiza y estos ascienden al cielo. Destroza ídolos, sana a muchos, convierte a miles, entre los cuales se halla la emperatriz Santa Alejandra (23 de abril), que moriría de un infarto al ir al martirio. También se añade el martirio de su padre, Geroncio, y el de su madre, Policronia, que presencia el martirio de Jorge.
III. La Leyenda Áurea.
En el siglo XIII el dominico Beato Jacobo de la Vorágine (13 de agosto) escribirá su "Leyenda Áurea", en la cual amplía hasta límites insospechados las leyendas de los santos. Introduce tormentos, discursos, de detalles insospechados, argüe, discrepa y catequiza. La historia le importa poco, por lo cual su obra no ha de interesar desde el punto de vista histórico, sino devocional e iconográfico, pues ciertamente, configuró la iconografía de los santos desde esta época hasta hoy. Y San Jorge no es caso aparte. La Vorágine recrea el asunto del dragón, aunque no idea original de él, sino de al menos un siglo antes: el santo además de cristiano, aparece en esta versión como un caballero romántico, noble y cortés, tan al gusto medieval. El dominico expone que mucho antes de ser martirizado, cuando Jorge iba a incorporarse a su Legión, a la sazón en Libia, llegó a un sitio donde moraba un terrible dragón que asolaba la región, al cual había que ofrecerle cada día dos corderos.
A lo largo de los siglos, y según el culto a San Jorge iba aumentando, se añaden detalles ficticios, como que estando padeciendo el santo, Cristo se le aparece y le predice nada menos que 7 años de tormentos, y que moriría y resucitaría tres veces, para probar la verdad de la fe cristiana. Y de hecho así se nos cuenta: que al convertir al mago Atanasio, le someten a la rueda de pinchos, que le corta a la mitad, pero el santo resucita y entonces convierte a Anatalio y sus soldados. Además, resucita a muertos que habrían fallecido antes de Cristo, les bautiza y estos ascienden al cielo. Destroza ídolos, sana a muchos, convierte a miles, entre los cuales se halla la emperatriz Santa Alejandra (23 de abril), que moriría de un infarto al ir al martirio. También se añade el martirio de su padre, Geroncio, y el de su madre, Policronia, que presencia el martirio de Jorge.
III. La Leyenda Áurea.
En el siglo XIII el dominico Beato Jacobo de la Vorágine (13 de agosto) escribirá su "Leyenda Áurea", en la cual amplía hasta límites insospechados las leyendas de los santos. Introduce tormentos, discursos, de detalles insospechados, argüe, discrepa y catequiza. La historia le importa poco, por lo cual su obra no ha de interesar desde el punto de vista histórico, sino devocional e iconográfico, pues ciertamente, configuró la iconografía de los santos desde esta época hasta hoy. Y San Jorge no es caso aparte. La Vorágine recrea el asunto del dragón, aunque no idea original de él, sino de al menos un siglo antes: el santo además de cristiano, aparece en esta versión como un caballero romántico, noble y cortés, tan al gusto medieval. El dominico expone que mucho antes de ser martirizado, cuando Jorge iba a incorporarse a su Legión, a la sazón en Libia, llegó a un sitio donde moraba un terrible dragón que asolaba la región, al cual había que ofrecerle cada día dos corderos.
Ocurrió un día que solo quedaba un cordero en toda la comarca, por lo que el rey decidió que junto al único cordero se le entregara una virgen elegida al azar. Y ese azar quiso caer sobre la propia hija del rey. Sobre la princesa, pues algunos incluso han aventurado que se trata de aquella Santa Alejandra que mencioné antes. Pues eso, que estando la princesa a punto de ser devorada por el dragón, apareció San Jorge sobre su corcel y armado. Se persignó y atravesó al dragón con su lanza, para luego atarlo con el cinturón de la dama y llevarlo a rastras hasta el centro de la ciudad. Allí predicó sobre el verdadero Dios, en cuyo nombre había matado a la bestia maligna, y por ello todos se convirtieron a Jesucristo.
Aunque ciertamente se trate de una leyenda medieval y tardía, no hay que pensar que los medievales fueran tan idiotas como para inventarse cosas sin ton ni son. El origen de esta leyenda es iconográfico, pues encontramos muchos iconos orientales antiguos del santo donde, efectivamente, mata a un dragón, que representa el paganismo, derrotado por la fe cristiana. Y esto lo detallaré más abajo.
IV. Culto, reliquias y patronatos.
Lo primero que habría que aclarar es que, por más que se diga, el culto a San Jorge ni se ha prohibido, ni se ha "borrado" del santoral. Es que ni siquiera existe un santoral único, incuestionable y universal. Y si lo hubiera, ni siquiera el caso de San Jorge entraría en esto, pues ciertamente su memoria litúrgica se mantiene. Para saber más de santos "eliminados", se puede leer este artículo.
El culto a San Jorge se puede datar perfectamente ya en el siglo IV, pues los testimonios sobre su sepulcro en Lydia son numerosos. Las primeras iglesias y monasterios dedicados a su memoria ya existen en el mismo siglo IV en Oriente, y en Occidente pueden localizarse en el siglo VI, en Italia y Alemania. A Rusia y los Balcanes llega procedente de Georgia. Prácticamente no hay nación oriental u occidental en la que alguna iglesia importante no estuviera dedicada a su memoria. Todas las Iglesias Católicas, las de la Comunión Anglicana y la Luterana le veneran y la ortodoxia le llama "megalomártir".
Ni las invasiones de los moros a Oriente lograron opacar su culto, pues la mayoría de musulmanes también le venera, como destructor del paganismo y la idolatría, de hecho veneran una supuesta tumba suya en Alepo. En Occidente su culto se hace más popular con las Cruzadas, pues estos soldados le toman como patrón, extendiendo este patronato a sus países. Durante las cruzadas, los cristianos reconstruyeron la basílica de Lydia sobre su sepulcro, en agradecimiento a las supuestas apariciones del santo en algunas batallas contra los musulmanes, animando a luchar por la fe cristiana, mientras portaba el emblema de la cruz roja sobre blanco, lábaro de los cruzados y que pasa a ser el lábaro del santo.
Sobre las reliquias, pues mucho habría que decir, y lamentablemente no todo bueno, pues hay muchas reliquias falsas del santo. Una cabeza, la más antigua que se conoce, se venera en la iglesia "San Jorge al Velabro", y fue trasladada solemnemente allí por el papa San Zacarías (3, 15 y 22 de marzo), el 23 de abril de 683, día en que se pasó su memoria a la Iglesia romana. Pero en Lydia se venera otra, en Baviera una tercera. Cuerpos enteros o por partes hay en Bolonia, Inglaterra, Rusia, España y más países. Y trozos minúsculos, como huesecitos, pues muchos más. Yo mismo poseo una procedente de Egipto.
Es patrono el santo, como no, de los militares, policías, bomberos, agricultores, domadores, médicos, farmacéuticos y curanderos (estos durante el medievo le invocaban siempre antes de hacer remedios), armeros, herreros, curtidores, jinetes, policía montada, scouts, pastores. Protector de los animales domésticos, especialmente los caballos. Contra las picaduras de insectos y mordeduras de serpientes y demás, contra la peste, la sífilis y la lepra y otras enfermedades de la piel. Contra el fuego, el trueno, los peligros de guerras, los secuestros y las caídas. Igualmente es patrón de numerosos países y regiones como Lituania, Lieja, Sajonia, Inglaterra Francia, Cataluña, Portugal, Estambul y muchos otros. Y es uno de los Catorce Santos Auxiliares (8 de agosto).
V. Iconografía.
En su iconografía es frecuente hallarlo junto a San Demetrio de Sirmio (9 de abril, 8 y 26 de octubre) y San Teodoro de Tiro (7, 9, 17 y 22 de febrero, 7 de marzo y 9 de noviembre), mártires y que igualmente aparecen cabalgando y derrotando al mal, ya sea representado con un dragón o una persona. La iconografía occidental abunda en expresiones de tipo idealistas "a lo humano", o sea, entornos paradisíacos o lúgubres, se le presenta con un hermoso soldado, fuerte y valeroso, armado hasta los dientes, ya sea contra el dragón o apareciendo en batallas humanas. Sin embargo, la iconografía oriental, sobre todo la primitiva, va por otros rumbos: en los iconos, que son teología, puede verse al santo sostener la lanza de una manera muy particular: solo con tres dedos, haciendo alusión a la Trinidad Santísima. Y no solo alude a ello, sino que, en última instancia, es "la mano" de Dios, su poder, quien destruye el mal por medio del santo. No es la fuerza humana la que derrota a la antigua serpiente, sino la fuerza de Dios. Su palabra y acción. E igualmente, la presencia de "la princesa" en los iconos no es sino la Iglesia, orante y protegida por Dios y por San Jorge.
Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"Acta Sanctorum". Volumen XI.
-"Diccionario de los Santos" C. LEONARDI, A. RICCARDI Y G. ZIARRI. Ed. San Pablo. Madrid, 2000.
- "Nuevo Año Cristiano". Tomo 4. Editorial Edibesa, 2001.
-"Les légendes greques des saints militaires". H. DELEHAYE, París, 1909.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Abril. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1861.
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-https://nl.wikipedia.org/wiki/Joris_(heilige)
A 23 de abril además se celebra a
San Juan de Holar, obispo.
San Ibar de Beggeri, obispo.
Aunque ciertamente se trate de una leyenda medieval y tardía, no hay que pensar que los medievales fueran tan idiotas como para inventarse cosas sin ton ni son. El origen de esta leyenda es iconográfico, pues encontramos muchos iconos orientales antiguos del santo donde, efectivamente, mata a un dragón, que representa el paganismo, derrotado por la fe cristiana. Y esto lo detallaré más abajo.
IV. Culto, reliquias y patronatos.
Lo primero que habría que aclarar es que, por más que se diga, el culto a San Jorge ni se ha prohibido, ni se ha "borrado" del santoral. Es que ni siquiera existe un santoral único, incuestionable y universal. Y si lo hubiera, ni siquiera el caso de San Jorge entraría en esto, pues ciertamente su memoria litúrgica se mantiene. Para saber más de santos "eliminados", se puede leer este artículo.
El culto a San Jorge se puede datar perfectamente ya en el siglo IV, pues los testimonios sobre su sepulcro en Lydia son numerosos. Las primeras iglesias y monasterios dedicados a su memoria ya existen en el mismo siglo IV en Oriente, y en Occidente pueden localizarse en el siglo VI, en Italia y Alemania. A Rusia y los Balcanes llega procedente de Georgia. Prácticamente no hay nación oriental u occidental en la que alguna iglesia importante no estuviera dedicada a su memoria. Todas las Iglesias Católicas, las de la Comunión Anglicana y la Luterana le veneran y la ortodoxia le llama "megalomártir".
Ni las invasiones de los moros a Oriente lograron opacar su culto, pues la mayoría de musulmanes también le venera, como destructor del paganismo y la idolatría, de hecho veneran una supuesta tumba suya en Alepo. En Occidente su culto se hace más popular con las Cruzadas, pues estos soldados le toman como patrón, extendiendo este patronato a sus países. Durante las cruzadas, los cristianos reconstruyeron la basílica de Lydia sobre su sepulcro, en agradecimiento a las supuestas apariciones del santo en algunas batallas contra los musulmanes, animando a luchar por la fe cristiana, mientras portaba el emblema de la cruz roja sobre blanco, lábaro de los cruzados y que pasa a ser el lábaro del santo.
Sobre las reliquias, pues mucho habría que decir, y lamentablemente no todo bueno, pues hay muchas reliquias falsas del santo. Una cabeza, la más antigua que se conoce, se venera en la iglesia "San Jorge al Velabro", y fue trasladada solemnemente allí por el papa San Zacarías (3, 15 y 22 de marzo), el 23 de abril de 683, día en que se pasó su memoria a la Iglesia romana. Pero en Lydia se venera otra, en Baviera una tercera. Cuerpos enteros o por partes hay en Bolonia, Inglaterra, Rusia, España y más países. Y trozos minúsculos, como huesecitos, pues muchos más. Yo mismo poseo una procedente de Egipto.
Es patrono el santo, como no, de los militares, policías, bomberos, agricultores, domadores, médicos, farmacéuticos y curanderos (estos durante el medievo le invocaban siempre antes de hacer remedios), armeros, herreros, curtidores, jinetes, policía montada, scouts, pastores. Protector de los animales domésticos, especialmente los caballos. Contra las picaduras de insectos y mordeduras de serpientes y demás, contra la peste, la sífilis y la lepra y otras enfermedades de la piel. Contra el fuego, el trueno, los peligros de guerras, los secuestros y las caídas. Igualmente es patrón de numerosos países y regiones como Lituania, Lieja, Sajonia, Inglaterra Francia, Cataluña, Portugal, Estambul y muchos otros. Y es uno de los Catorce Santos Auxiliares (8 de agosto).
V. Iconografía.
En su iconografía es frecuente hallarlo junto a San Demetrio de Sirmio (9 de abril, 8 y 26 de octubre) y San Teodoro de Tiro (7, 9, 17 y 22 de febrero, 7 de marzo y 9 de noviembre), mártires y que igualmente aparecen cabalgando y derrotando al mal, ya sea representado con un dragón o una persona. La iconografía occidental abunda en expresiones de tipo idealistas "a lo humano", o sea, entornos paradisíacos o lúgubres, se le presenta con un hermoso soldado, fuerte y valeroso, armado hasta los dientes, ya sea contra el dragón o apareciendo en batallas humanas. Sin embargo, la iconografía oriental, sobre todo la primitiva, va por otros rumbos: en los iconos, que son teología, puede verse al santo sostener la lanza de una manera muy particular: solo con tres dedos, haciendo alusión a la Trinidad Santísima. Y no solo alude a ello, sino que, en última instancia, es "la mano" de Dios, su poder, quien destruye el mal por medio del santo. No es la fuerza humana la que derrota a la antigua serpiente, sino la fuerza de Dios. Su palabra y acción. E igualmente, la presencia de "la princesa" en los iconos no es sino la Iglesia, orante y protegida por Dios y por San Jorge.
Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique". A. SIGIER. 1991.
-"Acta Sanctorum". Volumen XI.
-"Diccionario de los Santos" C. LEONARDI, A. RICCARDI Y G. ZIARRI. Ed. San Pablo. Madrid, 2000.
- "Nuevo Año Cristiano". Tomo 4. Editorial Edibesa, 2001.
-"Les légendes greques des saints militaires". H. DELEHAYE, París, 1909.
-"Año cristiano o Ejercicios devotos para todos los días del año". Abril. R.P. JUAN CROISSET. S.J. Barcelona, 1861.
-"Vidas de los Santos". Tomo IV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
-https://nl.wikipedia.org/wiki/Joris_(heilige)
A 23 de abril además se celebra a
San Juan de Holar, obispo.
San Ibar de Beggeri, obispo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario