miércoles, 2 de mayo de 2018

CRISTIANISMO III Lección 11/11 Partes 5/6 y 6/6 (Lo que al creer esperamos. Curso del Profesor Antonio Oliver) Reflexión de Unai


LO MÁS MÍO DE MÍ, 
ES DIOS 

Todo lugar de religión y de adoración es el corazón del hombre, si nó, no hay religión
Estábamos con la samaritana que preguntaba dónde se adora a dios, es decir, cuando el hombre camina y se acerca a dios que es amor y la eternidad,
por dónde camina y hacia dónde camina, dónde se encuentra este amor, y Jesús dice:
No te despistes!! es decir, 
muchos creen que a dios se le encuentra en el judaísmo, en el templo, o en Samaria, en la montaña, o en el cristianismo oficial, en el Vaticano... A dios se le encuentra
EN EL CORAZÓN, no te engañes mujer.
Era una mujer (mujer femenino) que venía de muchas fuentes, que había bebido mucha agua y no le había satisfecho la sed. No te engañes mujer, ni en el templo ni en la montaña, en el corazón
Los adoradores de verdad adoran a dios en el corazón, y por qué?
Lo vio San Agustín que como la samaritana venía de muchas fuentes turbias también.
Pero, por qué en el corazón se adora a dios?

PORQUE AQUELLO QUE TÚ BUSCAS TAN ANSIOSAMENTE FUERA, TE DARÁS CUENTA QUE PACÍFICAMENTE LO LLEVABAS DENTRO

Este es el misterio del hombre y aquí estamos en la antropología, este es es secreto del hombre. Nadie ha dicho jamás tan serenamente y hermosamente, QUIÉN ES EL HOMBRE: mujer, no creas ni en el templo ni en la montaña. Todas las religiones de la tierra desde hace miles de años nos han indicado con el dedo donde se adora a dios:aquí en el templo. Y es verdad también, pero no primariamente. Cuando el hombre acaba un ciclo de su vida, habiendo andado disparatamente buscando, al final si encuentra, que encuentra siempre si ha buscado de corazón, se da cuenta que pacíficamente y en silencio lo llevaba dentro
Dice San Agustín : oh belleza! Siempre antigua y siempre nueva

Andaba por ahí yo fuera, locamente enamorándome de mil cosas, estropeando muchas de ellas al poner la mano encima de ellas y yo no sabía que te buscaba a ti en todas ellas, y ahora al final me he dado cuenta de que todo esto que buscaba en ellas y que eras tú sin yo saberlo, eras tú a quien yo llevaba dentro

Entonces nos dice Jesús que todos los templos, todas las iglesias, todo el Vaticano, todo, absolutamente todo tiene sentido, si el corazón funciona. Nada de lo que hay fuera del hombre puede ensuciar al hombre, es decir, no pierdan de vista que Jesús es el anunciador religioso desde el cogollo de la religión, otros en cambio, anuncian religiones desde la superficie, Jesús anuncia desde las profundidades, desde la esencia o cogollo religioso. 

Él es dios y él es hombre. Dios es hombre en Jesús, y ese hombre Jesús, siendo hombre, es dios. En él dios y hombre son la misma cosa, con lo cual está diciendo Jesús en su persona lo que es de verdad el hombre,

EL HOMBRE ES AQUÉL SER QUE EN SU COGOLLO ES UNA MISMA COSA CON DIOS 

por eso el hombre busca en su camino aquello que de verdad lleva dentro, 
LO MÁS MÍO DE MÍ, ES DIOS 

lo más mío que yo tengo, es dios. Con lo cual lo que estoy diciendo es que aquello que yo llamo dios y considero que es otro, es lo más yo, lo más mío que tengo: DIOS NO ES OTRO, ES YO 
Cuando termine de hacer el camino y me encuentre, lo que encontraré será ese yo que estoy llamado a ser, sabré quien soy yo. 
Mientras yo busco a dios, señal que no lo tengo o lo tengo poco, pero es que dios es mi ser luego cuando busco a dios, ME ESTOY BUSCANDO A MÍ y mientras dios sea diferente a mí, yo no me soy lo que en realidad soy o soy de verdad. 

Aquí ya se entiende que si Jesús no ha resucitado todo es inútil, todo las búsquedas no tienen ningún encuentro, el hombre no es sí mismo, no es hombre, si Jesús no ha resucitado no existe para el hombre ningún motivo de esperanza de ningún tipo porque no puede esperar nada, no puede esperarse a ser quien de verdad es por lo que tampoco podria tener la esperanza de lo ilimitado, infinito, eterno. Si Jesús no hubiera resucitado no existiría la vida después de la muerte, existiría la muerte porque es el que la venció por lo que todo se acabaría. Si Jesús no hubiera resucitado, TODO, TODO SERÍA INÚTIL 
Este concepto, esta creencia y vivencia es cogollo, es esencia. Sólo aquél que cree en la resurrección de Jesús es cristiano 


Lección 11/11 Parte 6/6 (Lo que al creer esperamos. 
Curso del Profesor Antonio Oliver) 
Reflexión de Unai

TÚ SERÁS TÚ, CUANDO SEAS DIOS 

El cristianismo empieza predicando la resurrección o el renacimiento de Jesús, es decir, dios vive de tal manera en el ser del hombre que el hombre sólamente se es, el día en que dios es todo en él (vive de tal forma en el hombre, dentro del hombre que cuando lo toma por entero es cuando el hombre realmente es, hasta ese momento el hombre está en camino o en construcción) y esto sucede en el momento de morir:
O RESUCITAMOS O TODO ES FARSA, la esencia del cristianismo está aquí. 

Tú serás tú, cuando seas dios. Esta es la definición del hombre, así nos definió jesús. 
Tú serás tú cuando seas infinito, eterno, ilimitado, amor 
Se puede alabar mejor al hombre? 
Tú nunca serás tú, en ninguna finitud, en nada que tenga fin. Cuando alcances ese lugar sin lugar, aquél tiempo sin tiempo donde todo es interminable, allí por primera vez tú, SERÁS TÚ. Tu dimensión es dios, 

ESO QUE LLAMAS DIOS , POR QUÉ LO INVOCAS TAN LEJANO SI ES EL QUE PALPITA DENTRO DE TI ? 

Dios es lo interior en nosotros, lo que cada uno más de nosotros somos es dios en persona. Tú no puedes ser tú, sin desembocar en dios. Un hombre, por ejemplo, si al morir se queda en la frontera, ese hombre no es nadie, no es hombre, porque el hombre alcanza a dios o se vacía de sí mismo porque dios es el ser del hombre 
Precisamente ésto, esto es lo que nos hace cristianos, LA RESURRECCIÓN O RENACIMIENTO. Jesús venció a la muerte para todos y resucitó de tal forma que ese renacimiento lo experimentamos todos al morir porque Jesús borró la frontera y al renacer, al resucitar, dios nos toma por completo, nos llena de tal forma que nos da nuestro ser auténtico y verdadero. En el renacimiento soy quien fui llamado a ser, dios es en mí porque es mi ser. Yo cuando termino, termino en lo que no termina 

A veces en los funerales preguntan si volveremos a ver al difunto. El difunto está ya donde nunca se acaba nada, está ya en la dimensión de la eternidad donde dios es todo y como aquel lugar donde dios es todo, está en tu corazón, pues tu ser querido, tu difunto, ya está en tu CORAZÓN y no lo volverás a ver sino que lo verás por PRIMERA VEZ! 

(Hago un paréntesis casi obligado a Antonio, ya que falleció mi abuela y en el recordatorio, año 2011, escribí prácticamente lo que Antonio acaba de decir y que viene a decir lo siguiente:

SI ALGUIEN PREGUNTA POR MÍ, 
QUE MIRE A SU CORAZÓN, PUES SERÁ MI MORADA 

Sigo con Antonio) 

.. Aquí nos conocemos a medias, porque nos estamos construyendo, pero allí, en la eternidad, en tu corazón, son ellos mismos, son personas ya construídas, su ser, el ser del difunto ya es dios por eso lo verás por primera vez. Esta es la resurrección. Nosotros antes de la muerte no sabemos quienes somos aún, no sabemos prácticamente nada el uno del otro porque nuestro ser está en construcción, esta muy incompleto. Somos mucho más de lo que no vemos del otro que de lo que le vemos. En la eternidad nos reconoceremos, claro, pero también nos descubriremos 
Por primera vez veremos al otro en su completa dimensión, por primera vez entenderé toda su vida y por primera vez, todo él, toda su alegría sonará entera y completa dentro de mí y lo más importante, 

POR PRIMERA VEZ, LE AMARÉ 

Cómo vas a amar a alguien que aún no conoces? 
Del amor no sabemos nada, lo único que hacemos es buscarlo pero no sabemos nada, está dentro de nosotros pero no lo tenemos a disposición. Lo buscamos y lo llamamos dios pero este dios que buscamos y llamamos está ya empujando dentro de nuestro corazón. A dios no le buscaríamos si no lo tuviéramos porque la fuerza con lo que lo buscamos es él mismo que empuja por dentro. A dios el que lo tiene, le busca. Tener a dios es buscar, es no parar de buscar, de caminar. El amor cuando lo tienes te desasosiega de forma tal que andas como loco buscándolo. Bueno pues este es dios 

Unamuno en el Sentimiento trágico de la vida, nunca entendió a dios, claro, pero lo tuvo siempre. Lo que ocurre es que hace 100 años, nadie supo decirle a Miguel que eso que le tenía tan descompuesto y que tiene tu razón a mal traer porque no lo consigues demostrar, es tu corazón, es lo que llevas dentro, la inquietud que tienes es la demostración de dios. 
Así que cuanto más uno le busca, más lo tiene y Unamuno como pensaba que no lo tenía, creía que no existía cuando precisamente el sentimiento de no tenerlo y buscarlo desesperadamente, es el indicador de que lo tienes. 
Unamuno fue un gran creyente sin saberlo que dijo: 

yo no vendo pan, vendo levadura. 

La religión no es pan, las religiones en la periferia son lugares de entretenimiento y a veces de engaño. La religión es un camino, no es un pan es una levadura. El que se vaya de la vida satisfecho ha sido engañado, ha comido pan. Vamos por la vida y aquello que va sucediendo se coloca dentro de nosotros y empieza a hacer agujeros en la masa. Todo lo que va sucediendo te va metiendo para adentro hasta que al final topas con la realidad que es dios en ti mismo. Todo aquello que sea religión de satisfacción es un engaño,

SI DIOS LLEGA Y TE DEJA EN PAZ, NO ES DIOS 

Cuando dios llega empieza a levantar preguntas y la religión tiene o tendría que tener la capacidad de soportar dudas. Cuando dios aparece, siempre, siempre, levanta preguntas. Dios no es una respuesta es una inquietud 

(interrumpo a Antonio porque me viene a la cabeza un titular de un artículo que leí hace ya un tiempo que decía lo siguiente : la duda con confianza, puede llegar a ser maravillosa) 

Las respuestas vienen en la eternidad, también en el corazón de uno (hay que entrenar mucho ese oído. Son respuestas que intuyes, que aceptas sin comprender, esta es la parte femenina del hombre y la mujer que evidentemente, la mujer la tiene más desarrollada, pero es una inteligencia la del corazón que lo humano no puede comprender pero sí intuir, de ahí que lo único que podemos hacer es aceptar sin comprender. Sigo con Antonio) 

A María, por ejemplo, le aparece el ángel de la anunciación. Qué hace María? Preguntar. María pregunta: y cómo será ésto? María pregunta y como pregunta sabemos que era dios, no lo dudéis. Aparece Jesús en la resurrección, el sepulcro vacío y una mujer, (siempre mujeres, siempre son mujeres, María, ahora viene María Magdalena, otra experimentada, una experta y aparece en el sepulcro la mañana de pascua, la mañana de la resurrección y le preguntan por qué buscas entre los muertos... pero ella, al topar con el señor mismo, al cual no reconoce, le dice que si se lo ha llevado le diga dónde lo ha puesto... aquí de nuevo la pregunta, aquí está la pregunta de María Magdalena... dónde lo has puesto? Es Jesús. 
Viene San Pablo por el camino de Damasco y le tiran del caballo y ciego le pregunta a Jesús : qué quieres que haga?.. Cuando dios se acerca, estallan preguntas 
Esto demuestra la infinitud del hombre. Si dios llegara y llegara como una satisfacción eso significaría que el hombre es satisfactible y el hombre no puede ser satisfactible hasta que no llegue a su ser, a su infinitud, porque sin esa infinitud no puede ser aún lo que es esencialmente por lo que no puede aún estar salís fecho. 

Cuanto dios más se mete dentro de uno, más nos enseña aquello que aún no está ocupado por él. La luz va descubriendo la oscuridad, la luz te hace ver la inmensidad de lo subterráneo. Por eso decimos que levanta preguntas.  Los niños, por ejemplo, son unos preguntones empedernidos, dios está muy cerca, si nó, con ellos diréctamente . Los niños preguntan tanto que preguntan hasta aquella respuesta que no pueden entender porque 

EL NIÑO PUEDE PREGUNTAR MÁS DE LO QUE PUEDE ENTENDER Y
ÉSTE ES EL HOMBRE! 

esta es la dimensión real del hombre, el niño

La pregunta final puede ser, qué es salvarse? Terminar el camino hasta dios, DESEMBOCAR EN DIOS que es el centro. 
El hombre que desemboca en dios, SE ES POR PRIMERA VEZ. Uno no puede llegar a dios sin llegar a la plenitud de él mismo
Si yo llego a mi ser, a mí mismo, parte será un esfuerzo mío pero en ello también han colaborado mis padres, amigos, enemigos, la música que he escuchado, las estrellas que he contemplado, conversaciones que me han emocionado.. Es decir, que uno no puede salvarse sin todo aquello que le ha hecho ser quien uno es. Historia, cultura, geografía y el cosmos que nos envuelve. Cuando todo llegue al final, no será solamente el hombre que llegue a su propio final, no puede el hombre salvarse sin todo aquello que le acompañó durante toda su vida en la búsqueda incansable de sí mismo, y no sólo las personas sino también lugares, naturalezas, animales, músicas, emociones, tristezas.. Todo esto sucede en el corazón del hombre que es el lugar donde dios habita según lo que Jesús le dijo a la samaritana. 


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