Los cinco minutos del Espíritu Santo | |||||||||||
Limpia nuestra suciedad y nos deja relucientes | |||||||||||
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"Lava nuestras manchas."
Imaginemos un valle lleno de basura y suciedad, atravesado por un pequeño río que baja de los cerros, donde nadie se atreve a colocar sus pies desnudos por temor a ensuciarse. Pero de pronto el río empieza a crecer, y su caudal es cada vez mayor. El río crecido, con su fuerza, arrastra todas las basuras y limpia completamente el valle. Al día siguiente, todo está en calma, y corren aguas limpias, que sirven para beber y para bañarse. Imaginemos todas las manchas y suciedades de nuestro interior. Pensemos no sólo en nuestros pecados, sino en las inclinaciones que han dejado esos pecados; pensemos también en las tristezas y perturbaciones interiores que han quedado por nuestras malas acciones. Y roguémosle al Espíritu Santo que pase como un río caudaloso, que lave, que limpie todo, que se lleve toda suciedad y nos deje blancos, relucientes, verdaderamente liberados. |
jueves, 24 de mayo de 2018
Limpia nuestra suciedad y nos deja relucientes (Los cinco minutos del Espíritu Santo) 24052018
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