Conversando con el amor
Señor, grande y fiel
es tu amor. Que tu presencia sea siempre como un caudal de bendiciones para mí.
Tú eres la luz que impera por encima de las situaciones oscuras y absurdas que
vivo. Ayúdame a que mi amor florezca y que este pueda extirpar todo lo que
pueda empañar, ensombrecer u oscurecer mi camino hacia Ti. Tú me preparas un
lugar en la mesa y dispones tu banquete del amor, de manera que, alimentándome
de Ti, haga perpetua mi unión Contigo y así caminar por el mundo sin ataduras.
Tu amor revelado me asegura que, si abro mi corazón a Ti, puede conducirme por
senderos de paz en medio de mis angustias. Confío en esta promesa Señor. Amén.
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