Evangelio del día: Los ángeles vendrán y arrojarán a los malos
al horno ardiente
Evangelio del día. AUDIO. Mateo 13,47-53 - XVII semana tiempo
ordinario: El llanto y crujir de dientes no es para los que siguen a Cristo
Evangelio del día: Mateo 13,47-53
Evangelio del día: (Los
malos serán arrojados al horno ardiente): "En aquel tiempo, dijo Jesús a
la multitud: El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al
mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a
la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de
entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y
rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?". "Sí", le
respondieron. Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del
Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo
y lo viejo". Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí". Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Lo repetimos una y otra vez: En este mundo estamos de paso, por
ello, la seguridad de poder descansar eternamente en los brazos de Dios, es la
tarea que con más interés debemos cuidar.
Hay que estar atentos para cuando llegue el Señor a pedirnos
cuenta de nuestra administración.
Es preciso tenerlo todo en orden para acertar en el destino
definitivo de la vida.
En este sentido es como se nos avisa que estemos bien
dispuestos:
- Estemos alerta para que la muerte nos sorprenda
preparados y así evitar el fracaso definitivo de la vida.
- Estemos alerta para acumular méritos para entrar en el
Reino de la vida.
- Estemos alerta y bien despiertos para recibir la
llamada definitiva.
- Estemos alerta y procuremos tener las cuentas claras de
nuestra vida interior y presentarnos con la conciencia limpia ante nuestro
Dios.
- Estemos alerta recordando que estamos a tiempo de
cambiar sabiendo que nunca es demasiado tarde mientras tengas vida.
- Estemos alerta a la llamada de Dios para seguirla sin
condiciones estando bien atentos para responder: Estamos aquí, Señor.
El llanto y crujir de dientes no es para nosotros, los que
intentamos seguir a Cristo incondicionalmente.
Si procuramos estar bien despiertos, con el corazón limpio y la
mente dispuesta para seguir al Señor, no vamos a temer ni el sufrimiento ni la
muerte, pues estamos destinados a la VIDA eterna. (Reflexión antes del rezo del
Ángelus, 15 de noviembre de 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario