Conversando con el amor
Señor, Tú eres mi
roca, de quien recibo las bendiciones para salir adelante y quien mueve corazón
con rumbo a tus consuelos. Eres mi Rey, Quien pone a vibrar mi espíritu bajo tu
poderoso consuelo. Nunca me dejes. Amén.
AUTOR: QRISWELL J.
QUERO. ESCRITOR CATÓLICO @COPYRIGHT 2019
Evangelio de hoy | Evangelio del día. Recibir la luz de Dios
para donarla
Evangelio de hoy meditado por Papa Francisco. Lucas 1,57-66.
Evangelio del día. Recibir la luz de Dios para donarla a los demás.
Evangelio de hoy - Lucas 1,57-66
Meditación del Evangelio del día: (El nacimiento de Juan el
Bautista): Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un
hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios
la había tratado, se alegraban con ella. A los ocho días, se reunieron para
circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre
dijo: "No, debe llamarse Juan". Ellos le decían: "No hay nadie
en tu familia que lleve ese nombre". Entonces preguntaron por señas al
padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió:
"Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados. Y en ese mismo
momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este
acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y
se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se
enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará
a ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él" Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco
Sobre el Evangelio de hoy - La figura de Juan Bautista no es
siempre fácil de entender. Cuando pensamos en su vida es un profeta, un hombre
que fue grande y luego termina como un desgraciado.
Entonces ¿quién es Juan? Él mismo lo explica: "Yo soy una
voz, una voz en el desierto", pero es una voz sin Palabra, porque la
Palabra no es Él, es otro.
He aquí cual es el misterio de Juan: Jamás se apodera de la Palabra,
Juan es aquel que indica, aquel que señala.
El sentido de la vida de Juan es indicar a otro... Juan era el
hombre de la luz, llevaba la luz, pero no era luz propia, era una luz
reflejada. Juan es como una luna y cuando Jesús comenzó a predicar, la luz de
Juan comenzó a disminuir y a apagarse". Voz no Palabra, luz, pero no
propia.
[...] La Iglesia existe para proclamar, para ser voz de una Palabra,
de su esposo, que es la Palabra. Y la Iglesia existe para proclamar esta
Palabra hasta el martirio. Martirio precisamente en las manos de los soberbios,
de los más soberbios de la Tierra.
Juan podía hacerse importante, podía decir algo por sí mismo...
sólo esto: indicaba, se sentía voz, no Palabra. El secreto de Juan. ¿Por qué Juan es
santo y no ha pecado? Porque jamás, tomó una verdad como propia. No quiso
hacerse ideólogo. El hombre que se negó a sí mismo, para que la Palabra
descienda.
Y nosotros, como Iglesia, podemos pedir hoy la gracia de no
convertirnos en una Iglesia ideologizada…
La Iglesia debe escuchar la Palabra de Jesús y hacerse voz,
proclamarla con coraje. Aquella es la Iglesia sin ideologías, sin vida propia:
la Iglesia que es el mysterium lunae, que tiene la luz de su Esposo y debe
disminuir, para que Él crezca.
Este es el modelo que Juan nos ofrece hoy, para nosotros y para
la Iglesia. Una Iglesia que esté siempre al servicio de la Palabra. Una Iglesia
que jamás tome nada para sí misma.
Hoy en la oración hemos pedido la gracia del gozo, hemos pedido
al Señor de alegrar esta Iglesia en su servicio a la Palabra, de ser voz de
esta Palabra, predicar esta Palabra.
Pidamos la gracia de imitar a Juan, sin ideas propias, sin un
Evangelio tomado como propiedad, sólo una Iglesia voz que indica la Palabra... Así
sea (Homilía en Santa Marta, 24 de Junio de 2013)
Oración para el Evangelio de hoy.
Padre, quiero que
vengas hoy sobre mí, con todo tu poder y hazme sentir el gozo de vivir entre
los que te adoran y te convierten en su primera opción de vida.
Haz saltar de
alegría a mi alma como lo hiciste con San Juan Bautista. Quiero sentir tu fuego
abrazador, tu grandeza, tu fuerza que sacude todos mis miedos.
Quiero proclamar tu
verdad, aunque a muchos no les agrade. Dame la valentía y la fe como la de Juan
Bautista, que señaló tus caminos sin titubear.
Que mi fe sea tan
firme que no se doblegue a las amenazas o improperios. Con la ayuda de tu amor,
que pueda ser fuerte en la prueba y las dificultades.
Ayúdame a disminuir
a medida que te doy a conocer, porque sólo Tú debes brillar, quien debe salir a
la luz desde mis entrañas hasta donde me alcance la voz.
Que todas mis
acciones estén llenas de Ti, de tu bondad. Que quien esté a mi lado, pueda
reconocerte a Ti, reconocer tu rostro, tu perdón y compasión.
Libérame de todo
miedo y aleja de mí el mal espíritu. Que pueda superar todos mis obstáculos en
mi interior y romper las fronteras de mis egoísmos.
Silencia mi mente a
pensamientos negativos, libera a mi corazón de toda atadura de dolor que me
separa de una vida de gozo junto a Ti. Amén
Autor: Qriswell Quero, escritor católico @Copyright 2019
Propósito para hoy
Hoy, durante alguna de mis comidas, buscaré que un tema
conversación que esté relacionado con Dios y hablaré sobre su compasión y
bondad.
Frase de reflexión
"La experiencia del amor misericordioso del Padre nos hace
más capaces de compartir esta alegría con los demás". Papa Francisco.
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