Conversando con el amor
Mi Dios, tu mano es la
que me sostiene en medio de las tribulaciones, por eso, te doy gracias ese amor
que me tienes. Sé que estás conmigo derramando tu paz a mi alma, demostrando
que no me abandonas cuando acudo a tu presencia. Amén
AUTOR: QRISWELL J. QUERO.
ESCRITOR CATÓLICO @COPYRIGHT 2019
Evangelio de hoy | Evangelio del día. Como San José, escucha la
voz de Dios
Evangelio de hoy meditado por Papa Francisco. Mateo 1,18-24.
Evangelio del día. San José es custodio porque sabe escuchar a Dios
Evangelio de hoy - Mateo 1,18-24
Meditación del Evangelio del día - (El nacimiento de Jesús y la
misión de San José): Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba
comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un
hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no
quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras
pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
"José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que
ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un
hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de
todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el
Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo
a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: "Dios con
nosotros". Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había
ordenado: llevó a María a su casa" Palabra
del Señor.
Reflexión del Papa Francisco
Sobre el Evangelio de hoy - ¿Cómo vive San José su vocación
como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia?: Con la atención constante a
Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y
eso es lo que Dios le pidió también a David.
Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la
fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa,
pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu.
Y San
José es custodio porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por
su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se
le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a
lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas.
En San
José, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de
Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro
de la vocación cristiana: Cristo.
Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás,
para salvaguardar la creación.
En los Evangelios, San José aparece como un hombre fuerte y
valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la
virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de
ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de
amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.
Yo quisiera decirles también una cosa personal: Yo quiero mucho
a San José
porque es un hombre fuerte y de silencio y en mi escritorio tengo una imagen de
San José durmiendo y ¡durmiendo cuida a la Iglesia!
Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un
papelito y lo pongo debajo de San José, para que lo sueñe... Esto significa
para que rece por ese problema.(Solemnidad de San José, 19 de septiembre de
2013 | * Discurso en Manila, Filipinas, 16 de Enero de 2015)
Oración para el Evangelio de hoy.
Señor, me arrojo en
tus brazos en este día clamando tu compasión para pedirte que aumentes en mí la
fe, las fuerzas y el deseo de seguir adelante.
Tú nunca te mudas
ni te apartas de mi lado, permaneces fiel a tus promesas, a tu alianza de amor,
y en mi debilidad, haces brillar la fortaleza de tu Palabra.
Tú vienes en mi
auxilio en mis momentos de soledad haciéndome sentir amado, y eso me da el
impulso para dejar atrás todo miedo y toda tristeza.
En tu Nombre dejo
atrás la frustración y las preocupaciones que me agobian para dar paso a tu
amor que me santifica y me ilumina en mi camino de vida.
Ven Señor, acomoda
la brújula de mis sentimientos y oriéntame hacia tu Reino de amor, en donde ni
la dificultad ni el miedo gobiernan mis sentidos.
Envía tus ángeles
sobre mí y hazme afianzar el propósito de triunfar por sobre todas mis
angustias. Ya no temo, me guías, no abandonas mi corazón.
Vuelve tu rosto
hacia mí y regálame tu mirada compasiva, esa mirada alentadora y siempre
dispuesta a mostrarme la ruta de la felicidad.
Tú jamás rechazas
mi oración humilde y perseverante, por eso, emprendo ahora, y más confiado, los
caminos de bondad que me llevan a Ti. Amén
Autor: Qriswell Quero, escritor católico @Copyright 2019
Propósito para hoy
Hacer una revisión sobre como actúo ante las normas ciudadanas.
¿las cumplo a cabalidad o evado las que me interesan? ¿Cumplo sólo con las que
me conviene?
Frase de reflexión
"En una familia cristiana aprendemos muchas virtudes. Sobre
todo a amar sin pedir nada a cambio". Papa Francisco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario