Conmemoración de san Ageo, profeta, que en tiempo de Zorobabel, gobernador de Judá, amonestó al pueblo para que reedificase la casa del Señor, hacia la cual debía encaminarse el tesoro de todas las gentes.
En África, conmemoración de muchas santas vírgenes, que, en la persecución desencadenada por los vándalos bajo el rey arriano Hunerico, atormentadas con pesos y planchas ardientes consumaron felizmente el combate del martirio.
En Hibernia, san Beano, ermitaño.
En Cisoing, de la región de Artois, en la Galia, san Everardo, que siendo duque de Friuli fundó este monasterio de canónigos regulares, en el cual fue sepultado algunos años después de su muerte.
En Vienne, de Burgundia, san Adón, obispo, que fue elegido para la sede siendo monje, y honró egregiamente la memoria de los santos al escribir un Martirologio.
En Selz, cerca de Estrasburgo, en la Lotaringia, santa Adelaida, emperatriz, que se distinguió por mostrar hacia los familiares una gran alegría, hacia los pobres una infatigable piedad, y una abundante generosidad en honrar las iglesias.
En la antigua región de Lucania, san Macario de Collesano, monje, eximio por su humildad y abstinencia, que presidió varios monasterios en las laderas del Mercurion y el Latiniano.
En Génova, en la Liguria, conmemoración del beato Sebastián Maggi, presbítero de la Orden de Predicadores, el cual predicó el Evangelio a los pueblos de la región y veló por la disciplina regular en los conventos.
En Turín, del Piamonte, beata María de los Ángeles (Mariana) Fontanella, virgen de la Orden de Carmelitas, que brilló por sus penitencias voluntarias y por la virtud de la obediencia.
En Rivalba, asimismo en Italia, beato Clemente Marchisio, presbítero, que siendo párroco de este lugar fundó el Instituto de Religiosas Hijas de San José.
En Nowe Miasto, en Polonia, beato Honorato de Biala Podlaska (Florencio) Kazminsky, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, el cual se dedicó admirablemente a la administración de la penitencia, a la predicación de la Palabra de Dios y al consuelo de los presos.
Cerca de la localidad de Mukdahan, en Tailandia, beato Felipe Siphnog Onphitak, mártir, que, siendo padre de familia, fue elegido coordinador de su comunidad al ser expulsado el sacerdote del pueblo SongKhon, y, al iniciarse la persecución contra los cristianos, fue llevado junto al río Turn Nok, donde le fusilaron.
En Ban Na, Xieng Khouang, Laos, beato Jean Wauthier, sacerdote profeso de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, y mártir.
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