miércoles, 18 de diciembre de 2019

Novena al Divino Niño Jesús. Día 3: El Amor el Niño a la Virgen María (18 de diciembre)

Novena al Divino Niño Jesús. Día 3: El Amor el Niño a la Virgen María

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Con la Novena al Divino niño Jesús, pide el consuelo del amor de Dios. Él conoces todos tus pesares y alivio ese corazón tuyo

  
Dulce novena al Divino Niño Jesús por el consuelo de las almas afligidas y el alivio de los corazones sufrientes. En el dulce y Divino Niño Jesús encontramos la ternura de la omnipotencia escondida en la fragilidad de un pequeño corazón que vino al mundo para despojarnos de aquellas cosas innecesarias para nuestro camino de salavación.
Oh dulce Jesús, Palabra eterna hecha carne, te doy gracias por esconder la grandeza de tu Divinidad bajo la apariencia de un niño pequeño.
Como Príncipe de la Paz, Tú vienes a efectuar la mediación entre el hombre pecador y un Dios ofendido. Te haces poco para atraer nuestros corazones. Obedeces para expiar.
Las ropas de pañales frágiles encarcelan tu poder omnipotente, para mostrar claramente que es por el poder de tu obediencia que logras la salvación del mundo.
¡Oh, mi querido Niño Dios, quiero imitarte y ser un niño a mi vez, ya que solo con esta condición puedo agradarte y entrar en tu Reino!
Envuelve mi voluntad rebelde en los pañuelos de Tu Voluntad divina, porque estoy decidido a conformar mis deseos a los Suyos como un niño pequeño y dócil.

Novena al Divino Niño Jesús.

Dulce Niño Jesús, por los méritos de Tu santa infancia, que Tu santa Voluntad en adelante sea la regla de todos mis deseos y todas mis acciones. Amén.

Tercer día: El amor del Niño a la Virgen María

Muchos devotos de todo el mundo han pedido gracias a Dios por los méritos de la infancia de Jesús, y han obtenido gracias admirables.

1. Señal de la Cruz.

Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

2. Acto de Contrición.

Jesús, mi Señor y Redentor. Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por Tu infinita misericordia y por los méritos de tu Santa Infancia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Aménn.

3. Oración inicial.

¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad, quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales.
Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu Padre Celestial, en actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición.
Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena. Tú eres nuestro intercesor ante el Padre; Tú pediste por las necesidades de los hombres. Hoy te presento mis propias necesidades.
Me acojo también a la intercesión de María, Madre tuya y también mi madre, para que, como Ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu voluntad.
Amén.

4. Oración para el tercer día.

"María conservaba todas estas cosas dentro de sí, meditándolas en su corazón". (Lucas 2,19).
Después del amor a su eterno Padre, es María, su Madre, el más ardiente y tierno amor del Niño Jesús, el dulce objeto de sus eternas complacencias. Ella es la virginal doncella que desde siempre eligió para madre suya, colmada desde el primer instante de su ser natural con la plenitud de todos sus dones y gracias divinas.
María es la "llena de gracia", porque está llamada a ser la Madre purísima del Verbo Encarnado. Por tanto, si queremos agradar al Divino Niño Jesús, amemos y honremos a María.
Oh mi amado Jesús Niño, graba en mi alma la semejanza con tu querida Madre, y concédeme la gracia de encomendarme siempre a Ella y de amarla con los mismos sentimientos filiales de tu divino corazón. Amén.
Oremos: Haz Señor, que sepamos reconocer la divinidad de tu Hijo en la humildad de su Encarnación, y confesar su omnipotencia en la debilidad de su infancia, para que, siguiéndolo con sencillez de corazón, acojamos como niños tu Reino, y consigamos el premio prometido a los humildes.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que por ser Dios, vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén

5. Oración final.

Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente:
"Todo lo que quieras pedir, pídelo por los meritos de mi infancia y nada te será negado".
Lleno de confianza en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades.
Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz.
Por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy pidiendo:
- Pedir la Gracia que se desea Obtener -
Me entrego a ti, oh Niño Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza.
Amén.
"Divino Niño Jesús, bendícenos" (7 veces)
Rezar el Padrenuestro, Ave María y Gloria

6. Gozos al Divino Niño Jesús.

Oh sapiencia suma del Dios soberano que a nivel de un niño te hayas rebajado. Oh Divino Infante ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Niño del pesebre nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tú esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Rey de las naciones Emmanuel preclaro de Israel anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca ya el cordero manso.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño ven Dios humanado luce hermosa estrella, brota flor del campo.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados el gran compromiso del amor cristiano.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo mi divino hermano.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas bese ya tus manos. Prosternado en tierra te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tú amor y tú paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más.
  • "Dulce Jesús mío mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!". Ven Salvador nuestro por quien suspiramos ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén

Novena al Divino Niño Jesús.

 
 
Redacción: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

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