sábado, 4 de abril de 2020

Domingo de Ramos. Ciclo A (05.04.2020): Mateo 26,14 hasta 27,66.o 'Sólo unas mujeres vieron estos hechos’. y Domingo 19º de ‘Los Hechos de los Apóstoles’ (05.04.2020): Hch 12,1-23 “Ellos sí escucharán” (Hechos 28,28-29)


Entrena tu mente
Con estas tres palabras, en mayúsculas grandes y agrandables, y medio escritas o a medio borrar, comenzaba uno de los muchos mensajes de todo tipo que me han regalado o compartido en estos días del confinamiento (confitamiento, que me decía una lectora) por el asunto de 'el virus de la corona', tan inhumana y despiadadamente letal.
ENTRENA TU MENTE
PARA VER LO BUENO
DE CADA SITUACIÓN.
Éste era el mensaje completo. Diez palabras como diez mandamientos o bienaventuranzas sintetizadas en una sola buena noticia. Diez palabras como un Evangelio. 

¿Quién habrá sido la persona pensante de tal dicho? ¿Una tal ANÓNIMA? Pues si tiene que ser así, que sea. Pudiera ser también 'Fuenteovejuna'. Creo que fue Todes. Me suena mal, casi que me irrita. Todes en la palabra o vocablo nacida de ese Todos y esa Todas. Seguramente que dentro de cien años, año arriba año abajo, 'Todes' aparecerá en la relación de términos del Diccionario de la Lengua de la Real Academia de España.
Así pues, en cierta ocasión, Todes me dijo: 'Entrena tu mente para ver lo bueno de cada situación'.
Nuestra situación en España, Iberia, Europa y el Mundo mundial es de pandemia, o de guerra. Suena fuerte. Pero ante los ojos de todos está. Ante los ojos también del sol y de la luna. Ellos a lo suyo. Y nosotros a tener mucho cuidado con la verdad, porque ya está siendo la primera víctima de esta guerra pandémica. ¿Guerra mundial? 

Creo que no digo ni añado nada que no se sepa. Y lo escribo desde uno de los centros de esta guerra que es Madrid.
Escribo esta presentación en el final de la semana previa a la llamada en la Iglesia 'La semana santa'. En el comienzo de esta semana está el Domingo de los Ramos... Se nos leerá el relato de la Pasión y Muerte y Sepultura de un judío llamado Jesús de Nazaret según se nos ha contado por el narrador Mateo. Tiene tantos asuntos y temas este relato que será siempre insuficiente el tiempo y el espacio para comentarlos. Los que he elegido para este comentario los puedes leer a continuación.
También podrás leer el relato y comentario de una de las decisiones más importantes que tomó Simón Pedro y que sólo se nos cuenta en el Libro de los Hechos. Creo que se trata de una decisión que desconocen muchísimas personas. Tú, seguramente que no. Pero por si acaso, lo advierto.

Nada más y a seguir con el ejercicio de 'entrenar la mente para ver lo bueno de cada situación'.
Puedes leer los comentarios a continuación. También en el archivo adjunto.

Domingo de Ramos. Ciclo A (05.04.2020): Mateo 26,14 hasta 27,66.o
'Sólo unas mujeres vieron estos hechos’. Así lo escribo CONTIGO,

En la tradición de la liturgia del Domingo de Ramos siempre se nos lee el relato completo de ‘La Pasión’ según el Evangelista que se esté leyendo durante ese año eclesial. Por estar en el ciclo A, el relato de la Pasión que debemos leer y escuchar será el escrito por Mateo en su Evangelio y en los capítulos vigesimosexto y vigesimoséptimo completos. Mt 26-27. Pero...

Pero nuestras expertas autoridades en la liturgia nos han ‘podado’ de este relato de la pasión los primeros versos (Mt 26,1-13). Quiero afirmar que esta omisión constituye un preciso y precioso contexto en el que situar los acontecimientos posteriores.  Mateo 26,1 nos informa de que su Jesús de Nazaret ha concluido el quinto y último de sus discursos. Este NUEVO MOISES que es el Jesús de Mateo nos ha dejado su quinto mensaje (su pentateuco). Luego, Mateo 26,2-6 nos informa de todo cuanto va a pasar, como en la crónica de una muerte anunciada. Los responsables de ella son las autoridades de la Religión del único Templo.

Por fin, en Mateo 26,7-13 nos informa de la existencia de una mujer a la que este Jesús de Mateo sitúa en el primer lugar de sus seguidoras. Es una mujer sin nombre, representante probablemente de quienes entendieron a Jesús y estuvieron con él desde el comienzo hasta su muerte (no deje de leerse Mt 27,45-61, casi el final del relato). ¡Cuánto olvido e injusto desconocimiento sigue pesando sobre la presencia y mensaje de esta mujer sin nombre!

¿Cuándo se van a leer en la liturgia de los domingos de este año de Mateo este relato de 26,1-13? Nunca. Pero sigamos en el comentario que la Pasión del Jesús de este Evangelista es demasiado larga. ¿Por qué se nos tiene que leer todo el relato en un solo domingo? Además, en todo este relato no se habla de ningún tipo de ramos. Creo que algo no está bien organizado en las liturgias de este día en nuestra Iglesia, pero donde hay patrón no manda...

La pasión de Jesús: El inicio de esta pasión está en la celebración de la cena de despedida. Mateo se olvidó de constatar aquellas famosas palabras que más de uno cree que están en todos los Evangelios. ¿Famosas palabras? Sí, éstas: ‘Haced esto en memoria mía’. ¿Qué significa en este Evangelio ‘hacer algo en memoria de Jesús’? Nos lo ha dejado dicho y escrito en el primero de sus discursos puestos en boca de su Jesús: ‘Cuanto desees que te hagan, házselo a los demás. Esta es toda la Ley y los Profetas’ (7,12). No se puede decir más claro.

La pasión de Jesús: El juicio que se suele calificar de ‘religioso’. Es decir, la religión de Israel juzga a Jesús de Nazaret y encuentra que este laico de Galilea es un blasfemo (26,63-68). Según esta Religión y su ‘derecho canónico y canonizado’, no hay otra sentencia que la ejecución en la cruz y fuera de las murallas de Jerusalén para que ésta y su Templo no queden manchadas por tal pecado.

La pasión de Jesús: La ejecución de la sentencia se pone en manos de Roma y de su presencia imperial. El Sanedrín cree que así se libera del peso de la responsabilidad. Tira la piedra y esconde sus manos. El punto final ya estaba anunciado en 26,2: muerto en una cruz y sepultado. Y de sus seguidores, ¡sólo unas mujeres fueron los testigos de todos estos hechos!
Carmelo Bueno Heras

Domingo 19º de ‘Los Hechos de los Apóstoles’ (05.04.2020): Hch 12,1-23
“Ellos sí escucharán” (Hechos 28,28-29)

A modo de un orfebre de mosaico fino el narrador Lucas va hilvanando los pedazos de su texto y de la historia de los seguidores de su Jesús de Nazaret. En el relato anterior nos informamos de la presencia viva de la pequeña o gran iglesia de Antioquía de Siria a la que ya pertenecen Bernabé y Saulo (todavía Saulo). Y recuerdo que Pedro, con sus más y sus menos aceptaciones que ya vimos, se encontraba en su grupo de los DOCE en Jerusalén.

Y aquí nos vuelve a situar el narrador, en Jerusalén, con los DOCE y de manera especialísima con Pedro, según Hch 12,1-5: “En aquellos días el rey Herodes se puso a perseguir a la iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan... y decidió matar a Pedro. Era la semana de Pascua y mandó encarcelarlo”. En aquellos días, sin precisar el año, escribe Lucas, en la fiesta de Pascua, Pedro es apresado y encarcelado. Custodiado por dieciséis soldados. Sentenciado idénticamente igual que el Jesús de Nazaret del Evangelista. ¡Cuántos paralelismos!

Hechos 12,6-11 es el relato que no debe olvidar el lector. El encarcelado, encadenado, custodiado y adormilado Pedro recibe la visita del ángel del Señor que lo despierta, custodia, desencadena y des-encarcela. Ante la vista enceguecida de los soldados y de la noche, Pedro amanece en la luz de la liberación. Se le ha acabado la cárcel de la Ley y de la autoridad judía.

En Hechos 12,12-17, Lucas nos deja a los lectores contemplar a Pedro en el comienzo de su nueva etapa en su vida. Pedro está solo en la calle y a la luz del amanecer. ¿Es libre o se siente así? Que cada lector decida, porque Pedro ya lo ha hecho: “Cayó en la cuenta y fue a casa de María, la madre de Juan Marcos, donde había numerosas personas en oración y llamó” (12,12).
En esta casa no habitaban los Doce, los creyentes judeocristianos. Tampoco podrían ser los SIETE, ya dispersados fuera de Jerusalén. Lucas nos está presentando la existencia de una tercera ‘iglesia, grupo, casa’ en Jerusalén. Una comunidad de mujeres. Ahí  es donde va Pedro.

Y desde ahora y más que nunca, que cada lector se atreva a ser intérprete. Pedro decidió abandonar el grupo de los Doce y... “se fue a otro lugar’. Al hacerse pleno día se armó un buen alboroto” que provocó la muerte de los soldados carceleros y, poco después, del propio Herodes que “expiró roído por los gusanos” (Hechos 12,18-23). De nuevo, según Lucas, la presencia activa del ángel del Señor nos sorprende con sus actuaciones. El ángel de... Lucas.

Nada se volverá a saber de Pedro hasta cuando sucedan los acontecimientos que cuenta el narrador en el capítulo decimoquinto. Me quedaré siempre con el interrogante de saber qué fue de este Pedro en este tiempo de absoluto silencio. Me quedaré siempre con el interrogante de saber cómo era aquella tercera comunidad de mujeres en Jerusalén. Me...

Y el narrador parece desear volver a la calma de la realidad y finaliza esta sección de Jerusalén con estas palabras que volveré a recordar más tarde: “La Palabra cundía y se propagaba. Y cuando cumplieron su misión, Bernabé y Saulo, se volvieron de Jerusalén y se llevaron a Juan Marcos”  (12,24-26). Dicen... que este Juan Marcos escribirá el llamado ¡Evangelio de Marcos! Volveremos a saber de él y de sus decisiones, después de haber salido de esta ‘casa de María’.
Carmelo Bueno Heras

No hay comentarios:

Publicar un comentario