El proyecto neoliberal en el mundo y en
Brasil
es anti-vida y enemigo de la naturaleza
2019-08-02
Aprovecho las reflexiones de
uno de nuestros mejores filósofos, Manfredo de Oliveira, de la
Universidad Federal de Ceará, especializado en la relación entre economía,
sociedad y ética. Su obra sobre el tema es vasta. Aquí resumimos un estudio más
largo sobre el proyecto desarrollado en el mundo y ahora en Brasil: el neoliberalismo
ultra radical. Escribe él:
«Este
proyecto consiste fundamentalmente en la ejecución radical de lo que se
denomina “Liberalismo Económico”. Esta corriente de teoría económica es
conocida como la Escuela de Chicago, que tiene, sin embargo, sus fundamentos
filosóficos en las tesis de la llamada Escuela Austríaca, cuyo principal
exponente es Ludwig von Mises. Estas son sus tesis básicas: «el derecho de
propiedad es el único derecho universal, fundamental y absoluto que comienza
con el derecho absoluto del propio cuerpo e incluye todos los bienes que se
puedan adquirir. De este derecho se derivan el derecho absoluto de no agresión
a la propiedad y el derecho de defender la propiedad».
«El
Estado es visto como el gran usurpador de la propiedad. La única institución
éticamente aceptable de la actividad económica es el “Mercado Libre”.
Todos en el mercado libre tienen los mismos derechos. Cada individuo es el
único responsable por sus objetivos. Sus reglas constituyen un mecanismo
semejante a las leyes de la naturaleza: son algo objetivo que el ser humano no
tiene condiciones de modificar. Debemos estudiar la acción humana como un
físico estudia las leyes de la naturaleza».
«Así
como no podemos juzgar buena o mala la ley de la gravedad, del mismo modo no
podemos juzgar las leyes del mercado. No tiene sentido aquí plantear cuestiones
éticas que pertenecen a otro nivel. La única cuestión aquí es su eficacia
técnica. El mercado es entendido como un mecanismo auto-organizador y como tal
su evaluación tiene como criterio la eficacia y no la valoración ética».
«No
hay derechos fuera de las leyes del mercado. Por tanto, la desigualdad y la
exclusión no tienen nada que ver con la injusticia social. Así, la pobreza
no es un problema ético, sino una incompetencia técnica. El mayor error de
los opositores al capitalismo es la acusación de injusticia social basada en la
idea de que la “naturaleza” concedió a todas las personas ciertos derechos sólo
por el hecho de haber nacido». Por esta razón, en lo que toca a la distribución
de la riqueza... «no tiene sentido referirse a un supuesto principio natural o
divino de justicia» (Cf. MISES L. von, The Anti-Capitalist Mentality,
Auburn, 2008, p. 80, 81).
«El
impuesto es una forma de confiscación de la propiedad. Por tanto, ni la salud,
ni la educación, ni la justicia, se legitiman en cuanto financiados por el
estado. Los pobres son individuos que por culpa propia perdieron la
competición con otros. Así, el mérito emerge como el único criterio de
ascensión social».
«Ese
proyecto de sociedad es denominado frecuentemente por el Papa Francisco como
“anti-vida”, “asesino de los pobres y de la naturaleza”. Pretende oponerse al
Estado de Bienestar Social (en Brasil, Estado democrático de Derecho). Este se
orienta por los siguientes elementos en la línea de J. M. Keynes: 1)
Intervención del Estado en los mecanismos de mercado; 2) Política de pleno
empleo (mejora de los rendimientos de los ciudadanos); 3) Institucionalización
del sistema de protección; 4) Institucionalización de ayudas para los que no consiguen
estar en el mercado de trabajo».
«El
resultado de este proceso ha sido el aumento de la capacidad de consumo de las
clases menos favorecidas».
«El
objetivo fundamental ahora, en el nuevo modelo de sociedad neoliberal, es
maximizar el lucro del capital, lo que hace que los derechos sociales tiendan a
desaparecer, junto con la desregulación de los mercados de trabajo, y que
aumenten las riquezas para los más ricos. De ahí la cruzada global contra la
intervención estatal y los derechos sociales y económicos creados por las
políticas del Estado Social, pues constituyen un obstáculo al funcionamiento de
las leyes de la competencia y por esto son consideradas políticas irracionales
y populistas. De esta forma, los defensores del “mercado totalmente libre” se
oponen a las políticas sociales, consideradas ineficientes y perturbadoras del
proceso productivo».
«El
camino ahora es confiar plenamente en el mercado en cuanto sistema
autorganizador que, una vez liberado de regulaciones e intervenciones indebidas,
soluciona por sí los problemas económicos y sociales».
«En
este contexto se muestra que ahora el eje básico del proyecto de
civilización es la subordinación de la calidad de vida de los seres humanos
a la acumulación del capital».
«Importa
entre tanto reconocer que los resultados de este proceso amenazan la vida
humana y toda vida en el planeta. La explotación ilimitada de la naturaleza se
muestra en las catástrofes socioambientales. Los más prestigiosos científicos
nos alertan sobre el hecho de que el modelo económico vigente puede llevar a la
humanidad a un colapso ecológico-social».
Si
Bolsonaro y Guedes asumen este proyecto ultraneoliberal harán surgir un país
con millones de pobres y hasta de parias, con unos pocos ricos y un puñado de
multimillonarios, un país no sólo pobre sino también injusto.
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