Oración para el Evangelio de hoy.
Señor mío, ilumina
mi corazón para siempre escoger los caminos que llevan a una vida plena en tu
amor, velar por la salud de mi alma y no dejarme derrotar por malas
seducciones.
Cuando siento que
ya no puedo continuar y las fuerzas se me escapan, Tú mano me sostiene y me
anima a dar lo mejor de mí, apartando de mi corazón todo sentimiento de
derrota.
Tú eres fuente radiante
de sanación y de poder. Vas derramando tus bendiciones a todo aquel que, con
humildad, se acerca Ti y vuelva su rostro hacia tu corazón.
Necesito la fuerza
de tu alegría, pues mi alma se encuentra sumergida en una ceguera espiritual
que no me permite ver la esperanza de tu Reino.
Ayúdame a transitar
con fe esos caminos difíciles, a asumir mis sufrimientos con coraje y recobrar
la visión de tu amor y santidad con mucha claridad.
Señor, Hijo de
David, ten compasión de mí, es la súplica constante de este abatido servidor
enceguecido por mis malas andanzas y mis hábitos pecaminosos.
Escucha el clamor
de mi alma y ven pronto a socorrerme para nunca más sentirme sólo y apartado en
aquellos inhóspitos caminos llenos de soledad.
Ven Señor, abre mis
ojos, abre los oídos de mi alma, abre todo mi entendimiento y sana todas mis
heridas y aflicciones. Ven, Hijo de David, ven y sáname con tu amor y tu poder.
Amén.
Autor: Qriswell Quero, escritor católico @Copyright 2019
Propósito para hoy
Realizar una introspección acerca de mi vida y observar cuáles
son esas cegueras que no me han permitido dedicarle más tiempo al servicio del
Señor.
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