martes, 7 de abril de 2020

Nuestra Señora de Puig 07 de abril

07 de abril: Nuestra Señora de Puig

EL HALLAZGO DE LA VIRGEN

El título de la Virgen del Puig nace con la Conquista de Valencia por el Rey Don Jaime 1 de Aragón y se debe al descubrimiento en 1237 de la Madre de Dios por San Pedro Nolasco, fundador junto con San Raimundo de Peñafort de los mercedarios. que se dedicaban a rescatar prisioneros cristianos de los árabes comprándolos y a veces entregándose cautivos a cambio de los presos, como fue liberado Miguel de Cervantes. En la actualidad trabajan con los presos en las cárceles. Raimundo de Peñafort era dominico, pero a los dos años ser Superior General de la Orden Dominicana, logró ser sustituido para dedicarse a impulsar las misiones y se unió a San Pedro Nolasco, para fundar la Orden de la Merced para rescatar a los cristianos cautivos de los moros. Entonces sintió la necesidad de un auténtico diálogo con el Islam: alentó a sus religiosos a que aprendieran a hablar árabe y estudiasen el Corán. Fundó escuelas de árabe en Túnez y Barcelona; y de árabe y hebreo, en Murcia, La imagen de la Virgen, nombrada Patrona del Reino de Valencia, fue entregada a la orden Mercedaria para que se responsabilizara de su custodia y, a su vez, se encargara de potenciar su veneración, en el templo que construyó el rey Jaime I, y que se convirtió en 1245 en parroquia de la población del Puig.


LA LEYENDA

Según la leyenda, un año antes de la conquista de Valencia, Pedro Nolasco vio caer siete estrellas durante siete días, y en el mismo sitio, debajo de una campana, encontró la imagen de Santa María de los Angeles de El Puig tallada en piedra, que en la actualidad se encuentra en el altar mayor de la iglesia del monasterio. Por eso en el escudo de la ciudad de el Puig figuran una campana y siete estrellas.


La conquista de Valencia por Jaime I

En Alcañiz, el rey Jaime I, el maestro de la Orden del Hospital, Hugo de Folcalquer y Blasco de Alagón, decidieron ensanchar Aragón hacia el Sur y arrebatar Valencia a los moros. Comenzarían por controlar la fortaleza de Burriana, y se dirigirían al Puig donde establecerían su cuartel general para la penetración de las tropas en la ciudad de Valencia. El rey don Jaime conoce que un grupo de guerreros terolanos han conquistado la fortaleza de Ares, e inmediatamente parte hacia el Maestrazgo. A la vez, Blasco de Alagón domina Morella y Jaime, decide asentarse en la fortaleza de Ares y pide a Blasco de Alagón que entregue Morella a la corona de Aragón.


HACIA TERUEL

El Rey aragonés, que había partido hacia Teruel con la aprobación y ayuda de los nobles catalanes y aragoneses para entrar en el reino de Valencia, continúa avanzando hacia el sur sin encontrar serios obstáculos militares. Los diversos encuentros musulmanes se saldan con victorias del aragonés hasta llegar a la zona de Morvedre.


RESISTENCIA MUSULMANA

La primera resistencia seria de los musulmanes se produce en Burriana. El ejército cristiano pone cerco a la ciudad en mayo de 1233 y la conquista a los tres meses. Jaime traslada su cuartel general a la reciente población conquistada. Atemorizados los demás pueblos de la Plana con la fulgurante victoria del rey aragonés, numerosas poblaciones como Peñíscola, Cervera, Pulpis, Chivert, Cuevas del Vinromà, Alcalatén, Vilafamés e incluso Castellón se rinden en los próximos meses sin oponer resistencia. Los almohades de Segorbe se sublevan pero son reprimidos por Don Jaime.


DOÑA VIOLANTE

En el año 1235 Jaime se casa con Doña Violante, hija de Andre II de Hungría. El reparto de los territorios con sus hijos provocará la separación del reino de Mallorca, de los condados del Rosellón y Cerdeña y de la señoría de Montpellier.


EL AVANCE


Tomadas las torres de Moncada, Foyos y Museros Jaime decide conquistar el castillo del Puig para posicionar a sus tropas de cara al futuro enfrentamiento hacia Valencia y para ello decide otorgar su confianza a Bernat Guillem d,Entença. En el mes de agosto de 1237 -según el historiador árabe Almacarí- se produce el primer enfrentamiento de las tropas cristianas contra el cabecilla musulmán, en la batalla del Puig. En ella se ha especulado mucho sobre el contingente de tropas en uno y otro bando. Sirva como hipótesis ilustrativa -perfectamente discutible- según cuentan las crónicas, la existencia de unos ochenta caballeros, treinta templarios y dos mil guerreros de infantería contra un número tres veces superior de musulmanes. La gesta narrada por la crónica llega hasta el paroxismo con la obligada retirada de los musulmanes hostigados por los cristianos hasta el “barranc del Carraixet”, en ausencia del rey aragonés. Poco tiempo después durante una segunda ausencia del rey, Bernat Guillem de Entença, tío de Jaume I, responsable del castillo, murió en la batalla de El Puig. Jaume I, mientras el rey hacía alianzas y buscaba ayudas económicas para la reconquista.

Los hombres más cercanos a Jaime le piden que abandone el Puig. Pero el rey impone su criterio de seguir y decide continuar su avance hacia Valencia.


HACIA VALENCA

En el año 1238 comienza el movimiento de tropas desde el Puig a Valencia. Zayyán consciente de su debilidad frente al monarca aragonés le ofrece ser su vasallo, otorgarle el control de varias fortalezas y construirle un alcázar. Sin embargo, Jaime se niega a aceptar tales condiciones a pesar del consejo de sus nobles caballeros y decide enfrentarse a Zayyán. En su avance logra controlar Almenara, Vall de Uxó, Nules, Alfándec y la resonante rendición de Paterna, dada su proximidad a Valencia. Acampados en el camino viejo del Grao conquistan el raval de Ruzafa, Carpesa, y allí instalan su cuartel general controlando poco después la Torre de la Boatella. A finales de abril la ciudad se encuentra cercada y asediada. En estos momentos las tropas que componen al ejército cristiano disponen de voluntarios procedentes de las ordenes del Temple, Hospital, Calatrava, de Guillem de Aguilón, Ximen Pérez de Tarazona, los obispos de Barcelona, Lleida, Vic, Tortosa, Segorbe, Zaragoza, Tarazona y Osca, además de otros nobles catalanes y aragoneses. La superioridad numérica de las huestes cristianas frente a la guarnición musulmana de Valencia dirigida por Zayyán le obligan a rendir la ciudad. El príncipe Abul Hamalek se dirige al palacio de la Almunia -Viveros municipales- para negociar las condiciones de paz con Jaime. Estas condiciones se redactan definitivamente el 28 de septiembre de 1238. Según las condiciones impuestas por los cristianos la familia real musulmana debe marchar custodiada por los cristianos hasta Denia; la frontera debía ser el Júcar.


ENTRADA DE DON JAIME EN VALENCIA

El día 9 de octubre es el día de la solemne entrada de Jaime en la ciudad de Valencia acompañado de su esposa, sus hijas las infantas, el arzobispo de Tarragona y el de Narbona, el ex-rey musulmán Abu-Zayd, varios obispos y caballeros colaboradores.

A pesar de que la población musulmana se queda a vivir en la mayor parte de los pueblos conquistados, la ciudad se queda prácticamente deshabitada teniendo que ser repoblada por siete matrimonios venidos de Lérida y trescientas mujeres que se casan con los soldados aragoneses. Los diferentes pueblos son donados a los nobles colaboradores del rey. Sin embargo, la salida del Rey hacia tierras catalanas facilita la campaña de saqueo en varios pueblos valencianos iniciada por los mercenarios musulmanes llamados almogávares. Quince años después de la toma de Ares y Morella culminando con el control de las fortalezas de Játiva y Biar se puede dar por concluida la reconquista valenciana.


ADQUISICIÓN DE LA «MONTAÑETA» por Fray Luís Amigó

Cuenta en su Diario el Padre Fray Luís Amigó: En el año 1886 me dio el Señor dos grandes motivos de consuelo y satisfacción. Fue el primero el 13 de octubre, en ocasión de haber podido llevar a los pies de la Santísima Virgen del Puig una segunda peregrinación.. Y el segundo motivo, de grande satisfacción para mí, fue la adquisición del terreno contiguo al convento, que llamamos «la Montañeta»; se consiguió del modo siguiente: Vino un día a visitar el convento y a sus hermanos de exclaustración el padre Vicente de Elche, en el siglo Vicente Gironés, uno de los padres exclaustrados que no se atrevió a volver al convento y vestir el santo hábito; y, al dar yo con él un paseo por «la Montañeta», iba recordando con sentimiento y explicándome lo que había allí antiguamente y lo delicioso que era aquel lugar. Yo aproveché la ocasión y le dije: «Pues, padre, si pudiésemos adquirirla mi deseo sería volverla a su primitivo estado». Y me contestó: «Vea si quieren venderla y yo se la compro». Estaba casualmente por allí trabajando el dueño, don José García, y le llamé para que tratase con el padre; y afortunadamente quedó concertada la venta, cuya escritura se hizo el día 28 de diciembre de dicho año 1886, poniéndose por entonces a nombre de cinco seglares, grandes bienhechores del convento y, por lo mismo, de toda confianza.

Satisfecho yo por esta adquisición empecé, desde luego ayudado de fray Roque de la Nava, el trazado de los caminales que hay actualmente, la plantación de pinos y cipreses y la restauración de la antigua capilla de santa María Magdalena, con una nueva y muy hermosa imagen de la santa. Más tarde, y a expensas de varios devotos, y de algunas congregaciones de la Tercera Orden, pude construir el calvario y hacer un pozo en la parte más alta, con una grande balsa para el riego de las plantas. ¡Gloria sea dada por todo al Señor, dador de todo bien!


PUIG DE CEBOLLA

La sede de la fortaleza musulmana que los cristianos llamaron Puig de Cebolla deformando la denominación árabe Jubaila,”montañuela”. Jaime I la ocupó y la convirtió en la base militar para la conquista de Valencia.

El Puig se encuentra a 15 kms de Valencia, a medio camino entre Valencia y Sagunto.

En 1240 Jaime I concede a Arnaldo de Cardona el castillo del Puig para que levantara un monasterio en veneración de Santa María del Puig en acción de gracias por la victoria que liberó a la ciudad de Valencia. Jaime I nombró a esta imagen patrona del reino de Valencia y en 1238 mandó levantar un monasterio.

El monasterio fue ampliándose hasta formar un grandioso edificio. En el siglo XIV Roger de Lauria, empezó la obra del santuario actual, sobre la primitiva iglesia, que ha sido declarado Monumento Nacional en 1969.


LA JOYA DEL CAMARIN DE LA IGLESIA

La importancia del Puig tiene un fundamento geo-topográfico: Les muntanyetes del Puig fueron testigos del asedio a la ciudad musulmana del Turia, y la importancia estratégica del lugar junto motivaron la erección del Santuario.

El singular descubrimiento de la Imagen, quedó magníficamente plasmado en los frescos que el valenciano José Vergara pintó en el Camarín. En el friso se puede leer en caracteres dorados la leyenda de la campana: «Santa María ruega por nosotros. Tu imagen sea nuestra defensora, que fue por los ángeles esculpida en la piedra de tu sepulcro, traída por ellos, y visitada por los apóstoles. Tus siervos te veneramos, líbranos de rayos y truenos con el sonido de la campana que hicimos en el 622. Los textos recogen la leyenda y la tradición -ya estereotipadas a partir del siglo XVI-: «Los ángeles cincelando la Imagen», «los mismos transportándola ante el altar» y «monjes benedictinos y mercedarios en actitud de adoración ante el mismo altar».


JAIME I RECIBE LAS LLAVES DE VALENCIA

En dos medallones elípticos están pintados al fresco a un lado a «Jaime I recibiendo de Zayyan las llaves de la Valencia conquistada» y al otro, al «Rey ofreciéndolas ante el altar de la Virgen». La cúpula contiene dos asuntos: «El enterramiento del Icono bajo la campana, ante la llegada de la caballería musulmana» y «El hallazgo del mismo por Fray Pedro Nolasco ante el monarca y Bernardo Guillén de Entenza».

Y en el altar, se encuentra el extraordinario Icono representando a la Teotokos o Madre de Dios ?in sede majestatis?.

Según la tradición la losa se atribuye al sepulcro de la Virgen. Abundantes son las representaciones en que apreciamos una equivalencia temática y una afinidad estilística con nuestra madona de El Puig y que corroboran su estilo bizantino de los siglos VI y VII: altorrelieve pronunciado, desproporción de la cabeza y las manos, policromía en el ropaje, rameados, estrellas como el Icono de Novgorod.

Una de las figuraciones más ilustrativas es la de la placa de marfil de la Virgen entronizada, con el Niño sentado sobre sus rodillas, como la del Museo de Cleveland, Ohio.

Quizá lo más señalado por los historiadores sea el hecho de sostener al Niño con la mano derecha, como la Teotokos de Vladimir , venerada en la iglesia de la Asunción de Moscú y que hoy permanece en la galería Trétiakov del Kremlin.

Dos fuentes iconográficas posibles -ambas del Nuevo Testamento- del altorrelieve: la Virgen como mediadora en el juicio final y como sede de la sabiduría, sedes sapientiae, y la Epifanía. La primera la presencia de los dos bustos alados (ángeles), que aparecen tanto junto a la Maiestas Domini como a la Maiestas Mariae, ambas de tradición bizantina.

Jesus Marti Ballester 
(fuente: tonibandin.wordpress.com)

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