¿Cómo ayudar a alguien que está resentido con Dios?
"Nada puede
pasarme que Dios no quiera, y todo lo que Él quiere, por muy malo que nos
parezca, es en realidad lo mejor", Santo Tomás Moro.

28 NOVIEMBRE, 2019
Para apoyar a quien ha sufrido mucho y
culpa a Dios por ello, podemos, en primer lugar, mostrarle su cariño a través
de todos esos gestos que hablan más que mil palabras: su presencia
solidaria, su escucha, su ayuda en labores cotidianas (por ejemplo llevarle
algo de comer porque quizá no tenga ánimos de preparar nada, o prestarle algún
servicio que necesite).
En segundo lugar, pero no por
ello menos importante, ayudándola a ir comprendiendo y aceptando algo
fundamental: que Dios es amor y todo lo que permite, lo permite
porque nos ama; que nosotros estamos limitados por el tiempo y el espacio y no
podemos ver más allá de lo inmediato, pero Él sí, y si permite algo que por el
momento nos parece inexplicablemente doloroso, no lo hace por maldad o por
sadismo, sino porque desde su sabiduría y amor infinitos, considera que es lo
conveniente; y no es indiferente o ajeno a nuestro dolor, todo lo contrario, le
duele también y comparte nuestro sufrimiento, pero tiene claro que, por alguna
razón que nosotros no alcanzamos a comprender, es lo mejor.
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difíciles?
Un ejemplo aclara esto: un papá permite
que a su niño enfermo le pongan una inyección; el niño llora y siente que su
papá lo ha traicionado permitiendo que le claven la agujota; el papá sufre al
ver sufrir a su niño, pero permite la inyección porque es necesaria.
Recuérdale que enfermedad y el
sufrimiento nos ayudan a irnos desprendiendo de este mundo al que nos
aferramos. Enfermarnos, que se enfermen y mueran nuestros seres queridos, nos
ayuda a madurar, a crecer en compasión, en paciencia, a aprender a ver a los
demás con un corazón capaz de conmoverse.
Jesús nos salvó a través de Su
sufrimiento y muerte, si unimos nuestros sufrimientos al Suyo,
adquieren sentido redentor, podemos aprovecharlos para ofrecérselos por Su
amor, para bien de los demás y por nuestra propia santificación.
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