Santa Clotilde, reina
fecha: 3 de junio
n.: 474 - †: 545 - país: Francia
otras formas del nombre: Clothilde, Chrodechilda, Clotilda
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
n.: 474 - †: 545 - país: Francia
otras formas del nombre: Clothilde, Chrodechilda, Clotilda
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En Tours, en la Galia Lugdunense, santa Clotilde, reina, cuyas
oraciones indujeron a su esposo Clodoveo, rey de los francos, a abrazar la fe
cristiana, y al enviudar se retiró a la basílica de San Martín, donde deseó no
ser considerada como reina sino como sierva de Dios.
Patronazgos: patrona de las esposas, los cojos y los notarios; para pedir por la
conversión del cónyuge, contra la peste, enfermedades de la infancia y muerte
súbita.
refieren a este santo: San Clodoaldo, San Remigio de
Reims
Clotilde, una burgundia cristiana, había
contraído matrimonio, alrededor del año 492, con Clovis (Clodoveo), rey de los
francos salianos. El monarca era un pagano, pero Clotilde llegó a ejercer una
gran influencia sobre su esposo y no escatimó esfuerzos para ganarlo a la
religión de Cristo. «Ya habrás oído hablar de cómo tu abuela, la reina Clotilde
de feliz memoria -escribía san Niceto de Tréveris a la princesa Clodovinda de
Francia- atrajo a la fe a su real esposo y de cómo él, un hombre de clara
inteligencia, no quiso ceder hasta que estuvo convencido de la verdad». En
efecto, Clovis permitió que fuera bautizado su hijo primogénito, un niño que
murió a los pocos meses, y toleró que su segundo vastago, Clodomiro, recibiera
las aguas bautismales; pero él, personalmente, todavía vacilaba en declararse
cristiano. Al fin tomó la decisión, cuando libraba una furiosa batalla. Se
hallaba en una situación desesperada: las huestes de los alemanes avanzaban
inconteniblemente y sus propias tropas retrocedían; en ese momento, el rey
Clovis apeló «al Dios de Clotilde» para que le ayudase y le prometió hacerse
cristiano si le daba la victoria. Aquel mismo día, venció a los alemanes y, en
la mañana de la Navidad del año 496, fue bautizado por san Remigio en
la catedral de Reims. Poco es lo que agrega la historia sobre la vida
matrimonial que Santa Clotilde llevó de ahí en adelante; los reyes fundaron
juntos en París la iglesia de los Apóstoles Pedro y Pablo, que después llevó el
nombre de Santa Genoveva. Ahí sepultó Clotilde al rey Clovis, quien murió en
511.
Desde entonces, la existencia de Clotilde
estuvo amargada por las disputas de familia y las peleas entre hermanos, con la
participación de sus tres hijos, Clodomiro, Childeberto y Clotario, así como
por el infortunio de su hija, también llamada Clotilde, maltratada y vejada por
su marido, el visigodo Amalarico. Clodomiro, el hijo mayor, atacó a su
primo, san Segismundo y,
tras de vencerlo en un encuentro, lo mató villanamente, junto con su mujer y
sus hijos; pero no tardó en recibir su castigo, puesto que el hermano de san
Segismundo lo atacó a su vez y, en la primera oportunidad, lo asesinó. Una vez
muerto Clodomiro, la reina Clotilde recogió a sus tres pequeños nietos, con el
propósito de educarlos para que llegaran a ocupar el trono algún día. Sin
embargo, ni Childeberto, ni Cloderico estaban dispuestos a renunciar a la
herencia de su padre y, por medio de la astucia, convencieron a su madre, la
reina, para que dejara a los tres niños con ellos. Tan pronto como tuvieron en
su poder a los príncipes, Clotario en persona mató a sus dos sobrinos de mayor
edad. A Clodoaldo, el más pequeño, se le perdonó la vida y, con el tiempo, fue
a terminarla convertido en monje, en el monasterio de Nogent, cerca de París,
el que tomó el nombro de Saint-Cloud en honor del infortunado príncipe.
Amargada y entristecida por todas aquellas
tragedias familiares, santa Clotilde abandonó París y se refugió en Tours para
todo el resto de su vida, dedicada a socorrer a los pobres y consolar a los
afligidos. Ahí se enteró de que sus dos hijos habían reñido, se hallaban en
guerra y a punto de enfrentarse en el campo de batalla. Llena de angustia por
las funestas nuevas, la reina Clotilde corrió a la iglesia de San Martín y se
entregó durante toda la noche a la oración, para rogar a Dios que le concediera
la gracia de terminar con aquel conflicto entre los dos hermanos y, según nos
dejó dicho san Gregorio de Tours, la respuesta del cielo no se hizo esperar: al
alba, mientras la reina rezaba aún y los dos ejércitos se hallaban frente a
frente, en espera de la orden de ataque, se desató de pronto una tempestad tan
violenta y prolongada, que fue necesario abandonar las operaciones militares.
Pero ya para entonces, estaban a punto de terminar las pruebas para Clotilde.
La reina murió a los treinta días de aquel suceso venturoso, luego de haber
permanecido viuda durante treinta y cuatro años. Sus dos hijos, que tantas
pesadumbres le habían causado, quedaron reconciliados y, juntos, llevaron a
enterrar a su madre en el mismo sepulcro del rey Clovis, cerca de su otro hijo
y de sus nietos.
Recientes investigaciones históricas han
relegado al reino de la fantasía muchos pintorescos incidentes relacionados con
Santa Clotilde que los cronistas de varias generaciones tenían por ciertos,
después de haberlos tomado de las páginas de San Gregorio de Tours y de otras
fuentes similares. Gracias a dichas aclaraciones, la santa reina quedó
reivindicada de algunos cargos de ferocidad y perversos deseos de venganza que
se formularon contra ella, y que no se hubiesen conformado con el carácter
virtuoso de la dama. La única biografía antigua de Santa Clotilde no tiene
mucho valor como documento histórico, puesto que no fue recopilada antes del
siglo diez. La historia de Santa Clotilde tuvo que ser formada con trozos
dispersos entre las páginas de autores dignos de confianza, como San Gregorio
de Tours, Fredegario y algunas biografías de santos.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedida 3158 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de
El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino
que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el siguiente
enlace: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_1881
No hay comentarios:
Publicar un comentario