viernes, 19 de abril de 2019

Santos del día 20 de abril

Santos del día 20 de abril
Duodecimo Kalendas maii
   San Aniceto, papa (1 coms.)   
En Roma, san Aniceto, papa, que recibió fraternalmente como huésped insigne a san Policarpo, para determinar juntos acerca de la fecha de la Pascua.
También en Roma, santos Sulpicio y Serviano, mártires, enterrados en el segundo miliario de la Vía Latina.
En Córdoba, en la Hispania Bética, san Secundino, mártir.
En Embrún, en la Galia, san Marcelino, primer obispo de esta ciudad, el cual, oriundo de África, convirtió a la fe de Cristo la mayor parte de la población de los Alpes Marítimos y fue ordenado obispo por san Eusebio de Vercelli.
   San Marciano, monje (1 coms.)   
En Auxerre, en la Galia Lugdunense, san Marciano, monje.
En Constantinopla, san Teodoro, que fue llamado «Triquino» por el áspero cilicio con que se cubría, y llevó una admirable existencia en la soledad.
En Antioquía de Siria, san Anastasio, obispo y mártir, que durante el reinado del emperador Focas fue asesinado cruelmente por unos sicarios.
En la región de Laurino, cerca de Pesto, en la Campania, santa Heliena, virgen, la cual, firme en el seguimiento de Cristo, abrazó una vida solitaria, en la que sirvió constantemente a Dios en las necesidades de los religiosos y de los enfermos.
En Osnabrück, población de Sajonia, san Vihón, obispo, oriundo de Frisia, que fue enviado por el emperador Carlomagno como abad para evangelizar la región y, ordenado obispo de esta iglesia, tuvo que sufrir mucho por Cristo.
En el monasterio de Cháteliers, en la región de Poitiers, en Francia, beato Geraldo de Salles, que, dedicado a la vida penitente, fue un canónigo pobre y un eremita más pobre aún, ejemplo con el cual atrajo a muchos al amor de Dios y a la vida eremítica, y además fundó varias casas de canónigos regulares.
En Pisa, de la Toscana, beato Domingo Vernagalli, presbítero de la Orden de los Camaldulenses, constructor de un orfanato.
En Montepulciano, también de la Toscana, santa Inés, virgen, que vistió el hábito de las vírgenes a los nueve años, y a los quince, muy a su pesar, fue elegida superiora de las monjas de Procene. Más tarde fundó un monasterio sometido a la disciplina de santo Domingo, donde dio muestras de una profunda humildad.
En Bolonia, de la Emilia, beato Simón Rinalducci de Todi, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que con su enseñanza y ejemplo edificó a los jóvenes estudiantes y a todo el pueblo de Dios.
En Lancaster, en Inglaterra, beatos Jacobo Bell y Juan Finch, mártires. El primero de ellos era sacerdote, aunque vivió durante veinte años en otra confesión hasta que se reconcilió con la Iglesia católica a instancias de una piadosa mujer, y el segundo, padre de familia, agricultor y catequista, por su fe estuvo encarcelado durante varios años y sufrió hambre y otras pruebas. Finalmente, ambos, en tiempo de la reina Isabel I, alcanzaron el premio de la gloria con su martirio.
En Londres, también en Inglaterra, beatos Ricardo Sageant y Guillermo Thompson, presbíteros y mártires, que condenados a muerte por haber entrado y permanecido en el país siendo sacerdotes, cumplieron su martirio en Tyburn.
En Clone, en Irlanda, beato Mauricio MacKenraghty, presbítero y mártir, que tras dos años encerrado en la cárcel por negarse a reconocer la autoridad de Isabel I sobre la Iglesia, fue llevado al suplicio del patíbulo.
En York, en Inglaterra, beato Antonio Page, presbítero y mártir, hombre manso y honesto, que por ser sacerdote fue condenado a crueles suplicios.
En Londres, de nuevo en Inglaterra, beatos Francisco Page, de la Orden de la Compañía de Jesús, y Roberto Watkinson, presbíteros y mártires. Este último había sido ordenado apenas un mes antes, y ambos, por su condición de sacerdotes, fueron ajusticiados en Tyburn, en tiempo de Isabel I.
En Pianello, cerca del lago de Como, en Italia, beata Clara (Dina) Bosatta, virgen, que, con la ayuda del beato Luis Guanella, fundó la Pequeña Casa de la Divina Providencia.
En el lugar de Hartheim, cerca de Linz, en Austria, mientras era conducido al campo de concentración de Dachau, beato Anastasio Pankiewicz, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores y mártir, que contra un régimen opresor de la dignidad cristiana dio fiel testimonio de su fe hasta la muerte.
En Sop Xieng, Xieng Khouang, Laos, beato Michel Coquelet, sacerdote profeso de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, y mártir.

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