Las 6 explosiones iniciales se dieron lugar en 3 iglesias y dos hoteles de lujo de distintas zonas del país, demostrando el gran despliegue de medios y premeditación que se ha necesitado para llevar a cabo el ataque, el cuál aún no ha sido reconocido como propio por ningún grupo extremista de la zona. La policía ha confirmado el arresto y la detención de 7 personas sospechosas de estar involucradas con los atentados.
Los cristianos del país se encontraban en plena celebración de la pascua, ofreciendo reuniones especiales en las iglesias y desayunos temáticos en los hoteles, convirtiéndose así en objetivos perfectos para aquellos que querían hacer daños a los cristianos de Sri Lanka.
Las autoridades han impuesto el toque de queda y han cortado el acceso a las redes sociales en toda la zona, aplicaciones como Whatsapp han dejado de funcionar, en un intento de controlar la situación y evitar los numerosos rumores y desinformación que se han extendido a partir del ataque.
Hasta ahora, podemos confirmar lo siguiente con respecto a los hechos ocurridos:
El domingo por la mañana 3 iglesias de Batticaloa, Kochchikade y Katuwapitiya sufrieron explosiones. Casi simultáneamente otras 3 bombas explotaron en 3 hoteles de lujo de la zona de Colombo. Al mediodía otras dos bombas explotaron, esta vez en dos edificios residenciales en las zonas de Dehiwala y Dematagoda. Es en este último ataque dónde se descubrieron las pistas que han iniciado la investigación policial y que han resultado en los arrestos mencionados arriba. Las autoridades han confirmado que el número de muertos asciende a más de 200 personas, mientras muchas otras están desaparecidas o forman parte de las al menos 450 personas que han sido heridas.


Sunil*, un colaborador de Puertas Abiertas en Sri Lanka que se dirigía a las zonas afectadas fue detenido por el toque de queda y está a la espera de poder continuar su viaje para valorar la situación y seguir informando.
Sri Lanka tiene una larga historia de conflictos violentos debido a diferencias étnicas y religiosas. Después de décadas de tensión entre distintos grupos, el país estalló en una guerra civil en 1983 que se cobró decenas de miles de vidas. Tras 25 años de enfrentamientos la guerra llegó a su fin en 2009 y aunque la paz y el entendimiento completo han sido objetivos pendientes, tras estos atentados parecen cada vez más lejos de conseguirse.
En un país mayoritariamente budista, múltiples grupos extremistas derivados de esta religión han emergido en las últimas décadas. Hindúes, musulmanes y cristianos son atacados de forma constante y recurrente por estos grupos principalmente locales y los cuales son liderados normalmente por monjes.
Aunque este tipo de despliegue a la hora de realizar un ataque no es común entre los grupos extremistas budistas, parece que han encontrado en organizaciones como el ISIS, ejemplos perfectos para poder aprender a desempeñar este tipo de ataques masivos y terribles.
En vista de la gravedad de la situación y la cobertura ofrecida por todos los medios, millones de cristianos y comunidades en el mundo están uniendo sus voces en oración, intercediendo por las iglesias de Sri Lanka y por los afectados en estos atentados. Twitter, Instagram y Facebook están siendo inundadas por palabras de ánimo y consuelo de miles de personas que quieren ser compañeros de oración y acompañar a la iglesia perseguida en Sri Lanka a pesar de la distancia.
*Seudónimo utilizado por cuestiones de seguridad.
**La noticia se irá actualizando conforme se reciba información de la zona.