sábado, 29 de agosto de 2020

Imitación de Cristo (Felicidad Espiritual)

PARTE TERCERA
FELICIDAD ESPIRITUAL.


Capítulo IX
TODO DEBE DIRIGIRSE A DIOS
 COMO FIN.


Jesucristo:
1. Hijo; yo debo ser tu supremo y último fin si deseas ser feliz de verdad. Por esta intención debes purificar tu afecto desviado malamente hacia ti o hacia la cosas creadas. Porque si te buscas a ti mismo en algún otro de inmediato decaes y te secas por dentro. Todo, por tanto debes dirigirlo a Mí principalmente porque Yo lo he dado todo. Considera así cada cosa como brotando del Sumo Bien y sólo a Mí, como a su origen orienta todas las cosas.

2. De Mí sacan agua, como de fuente viva el pequeño y el grande, el pobre y el rico; y los que me sirven espontánea y libremente reciben una gracia tras otra. En cambio, quien quiere triunfar fuera de Mí o deleitarse en algún bien exclusivo no  quedará establecido en el auténtico gozo ni su corazón se ensanchará sino que verá multiplicados los impedimentos y angustias. Por eso, no debes apropiarte de ningún bien ni atribuir la verdadera virtud a ninguna persona sino refiérelo todo a Dios, sin el cual nada tiene el hombre. Yo todo lo entregué y quiero que todo se me devuelva y con gran rigurosidad exigo que se me agradezca.

3. Esta es la verdad con la que desaparece la gloria vana. Y, si entra la gracia celestial y la verdadera caridad, no habrá la menor envidia, ni retraimiento de corazón ni te dominará el amor propio. Si lo entiendes bien, sólo en Mí te gozarás, sólo en Mí esperarás porque nadie es bueno, sino sólo Dios (Lc 18,19) el cual debe ser alabado sobre todas las cosas y bendecido en todas ellas.


Capítulo X
DULZURA DE SERVIR
 A DIOS DESPRECIANDO EL MUNDO.


Discípulo:
1. Ahora hablaré de nuevo, Señor, y no me callaré, diré a los oídos de mi Dios, mi Señor y mi Rey que está en los Cielos: ¡Qué grande es la abundancia de tu dulzura, Señor, que tenías escondida para los que te respetan! (Sal 31,20). ¡Qué será para los que te aman y para los que te sirven de todo corazón!. Verdaderamente es indescriptible la dulzura de contemplarte que otorgas a quienes te aman. En esto principalmente me mostraste la dulzura de tu caridad: en que cuando yo no existía, me creaste y cuando vagaba perdido lejos de Tí, me atrajiste para que te sirviera, y me ordenaste que te quisiera.

2. ¡Fuente perpetua de amor!. ¿Qué diré de Tí?. ¿Cómo podré olvidarme de Tí, que quisiste acordarte de mí, incluso después que me desmejoré y perdí?. Te comportaste conmigo misericordiosamente, más allá de toda expectativa y más allá de todo mérito de mi parte; me concediste gracia y amistad. ¿Cómo voy a pagarte este favor?. Porque no se les otorga a todos que lo abandonan todo, renuncian al mundo y asuman la vida religiosa. ¿Acaso es gran cosa que yo te sirva cuando todos los seres creados deben servirte?. No me debe parecer mucho servirte, sino más bien me parece grandísimo y admirable que hayas querido recibir como servidor a alguien tan pobre e indigno, y reunirlo con tus queridos servidores.

3. Todas las cosas son tuyas, las que tengo y con las que te sirvo. Pero por el contrario, Tú me sirves más a mí que yo a Ti. El cielo y la tierra, que creaste para el servicio de los seres humanos están dispuestos y hacen cada día todo lo que les mandas. Va más allá que todo esto que Tú hayas querido servir al hombre y le prometiste que te darías Tú mismo.

4. ¿Qué podré darte yo por todos estos innumerables bienes?. ¡Ojalá pudiera servirte yo todos los días de mi vida!. ¡Si solamente pudiera yo servirte bien un día!. Verdaderamente Tú eres digno de total servicio, de honor y alabanza eterna. Verdaderamente eres mi Señor y yo tu pobre servidor, que estoy obligado a servirte con todas mis fuerzas y jamás cansarme de alabarte. Esto quiero, esto deseo, Tú dígnate suplir lo que me falte.

5. Es gran honor y gran gloria servirte a Ti, y por ti despreciar lo demás. Recibirán gracia muy grande quienes se sometan espontáneamente a tu santísimo servicio. Encontrarán hermosísima consolación del Espíritu Santo quienes por amor a Tí rechacen los placeres sensuales. Conseguirán libertad de espíritu quienes en tu Nombre ingresen al camino difícil y desechen todo remedio mundano. ¡Grato y feliz servicio de Dios que hace al ser humano libre y santo de verdad!. ¡Sagrado estado de los religiosos que convierte a los hombres iguales a los ángeles, aplaca a Dios, atemoriza a los demonios, y es recomendable para los fieles!. ¡Servicio digno de ser abrazado y escogido, que promete el Sumo Bien y adquiere el gozo que permanece para siempre!.

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