sábado, 27 de julio de 2019

Santos del día 27 de julio

Santos del día 27 de julio
Sexto Kalendas augusti
En Nicomedia, ciudad de Bitinia, san Pantaleón o Pantalaimón, mártir, venerado en Oriente por haber ejercido como médico sin esperar retribución alguna.
En Lons-le-Saulnier, en los montes del Jura, san Desiderato, a quien se tiene por obispo de Besanzón.
En Roma, en el cementerio de Priscila, en la vía Salaria, san Celestino I, papa, que, esforzándose para que la Iglesia se mantuviese en la verdadera fe y ampliase su extensión, instituyó el episcopado en Gran Bretaña e Irlanda y promovió la celebración del Concilio de Éfeso, en donde se condenó a Nestorio y se saludó a María como Madre de Dios.
Cerca de Antioquía de Siria, san Simeón, monje, que durante muchos años vivió sobre una columna, por lo que recibió el sobrenombre de «Estilita», y cuya vida y trato con todos fue admirable.
En Loches, lugar del territorio de Tours, junto al río Indre, san Urso, abad, padre de muchos cenobios, célebre por su abstinencia y sus virtudes.
En Rávena, en la vía Flaminia, san Eclesio, obispo, que fue compañero del papa san Juan I en la resistencia a las crueldades del rey Teodorico y, después de haberlas sobrevivido tan sólo él, llevó a su Iglesia a un nuevo esplendor.
En Béarn, región cercana a los Pirineos vasco-franceses, san Galactorio, honrado como obispo y como mártir en Lescar.
En Mantinea, cerca de Claudiópolis, en la Honoríada, santa Antusa, monja, que, siendo emperador Constantino Coprónimo, por defender el culto de las sagradas imágenes sufrió la pena de azotes, tras lo cual fue desterrada, aunque, pasado un tiempo, pudo volver a la patria, donde murió en paz.
En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santos mártires Jorge, monje originario de Siria y diácono, Aurelio y Sabigótona, esposos, y Félix y Liliosa, esposos también, quienes, en la persecución desencadenada por los sarracenos, deseando dar testimonio de su fe, no cesaron de alabar a Cristo en la cárcel, en la cual fueron finalmente decapitados.
En Ochrida, en el Ilírico, san Clemente, obispo de Velica, insigne por su erudición y por sus conocimientos de las ciencias sagradas, que llevó la luz de la fe al pueblo búlgaro. Se conmemoran con él a los santos obispos Gorazdo, Nahum, Sabas y Angelario, continuadores en Bulgaria de la obra de los santos Cirilo y Metodio.
En el cenobio de Garsten, en Estiria, beato Bertoldo, abad, que estuvo siempre dispuesto a aconsejar a quienes se lo pedían y a favorecer a los necesitados que acudían a él.
Conmemoración de los Siete Santos Durmientes, que, como cuenta la tradición, tras haber sido martirizados descansan en paz en Éfeso, esperando el día de la resurrección.
En Piacenza, beato Raimundo Palmerio, padre de familia, que, al quedar privado de su esposa y de sus hijos, fundó un albergue para recibir a los pobres.
En Faenza, en Romagna, beato Nevolone, insigne por sus santas peregrinaciones, por su austeridad y por la práctica de la vida eremítica.
En Amelia, de la Umbría, beata Lucía Bufalari, virgen, hermana del beato Juan de Rieti y oblata de la Orden de San Agustín, ilustre por sus penitencias y por su celo en salvar almas.
En la ciudad de Stafford, en Inglaterra, beato Roberto Sutton, presbítero y mártir, ahorcado en tiempo de Isabel I por su condición de sacerdote.
En Beaumaris, en el País de Gales, beato Guillermo Davies, presbítero y mártir, que durante la misma persecución, solo por ser sacerdote, orando por los presentes sufrió el mismo suplicio.
En Brescia, en la región de la Lombardía, beata María Magdalena Martinengo, abadesa de la Orden de Clarisas Capuchinas, insigne por su abstinencia.
En Nápoles, Italia, beata María de la Pasión (Maria Gracia) Tarallo, virgen.
En Ollería, pueblo de la provincia de Valencia, en España, beato Joaquín Vilanova Camallonga, presbítero y mártir, que en tiempo de persecución contra la fe consiguió la gloria celestial.
En el pueblo de Llisà, cerca de Barcelona, también en España, beato Modesto Vegas Vegas, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que derramó su sangre por Cristo durante la misma persecución.
También en Barcelona, beatos Felipe Hernández Martínez, Zacarías Abadía Buesa y Santiago Ortiz Alzueta, religiosos de la Sociedad de San Francisco de Sales y mártires, que sufrieron el martirio durante la mencionada persecución.
En Aytona, provincia de Lérida, beato José Camí Camí, presbítero y mártir, postulante del monasterio trapense de Viaceli, en Cantabria.
En Auschwitz, lugar cercano a Cracovia, en Polonia, beata María Clemente de Jesús Crucificado Staszewska, virgen de la Orden de Santa Ursula y mártir, que, internada en un campo de exterminio por quienes odiaban la fe, murió a causa de los terribles suplicios a los que fue sometida.

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