Detenido en Marruecos un joven que planearía atentados yihadistas contra la Semana Santa de Sevilla
El diario ABC ha contado con detalle y en primicia la detención en Rabat del marroquí Zouhair el Bouhdidi, de 23 años, quien habría confesado su intención de perpetrar un atentado yihadista en Sevilla, ciudad donde vive con su familia desde hace 9 años.
Zouhair es el hijo del imán de la comunidad musulmana Albaraka en Sevilla, Abderrahim Bouhdidi. En su barrio los miembros de esta comunidad declaraban al periódico que hay «normalidad absoluta de la familia» y que «no hay radicalización alguna».
ABC asegura que sus fuentes cercanas a la investigación, de máxima solvencia, confirman que el joven Zouhair estaba dispuesto a suicidarse en un escenario con mucho público,posiblemente la Semana Santa.
La Policía Nacional llevaba meses haciendo seguimiento del sospechoso en Sevilla. Aprovechando que viajaba a Marruecos, la Policía facilitó su identidad y su localización exacta a los agentes marroquíes, con los que hay buena colaboración. La policía marroquí detuvo al sospechoso.
"Estaba decidido a hacerlo", dicen las fuentes
«Se ha evitado una catástrofe, estaba decidido a hacerlo», certifica el interlocutor de ABC. Conviene subrayar además que la captura del sospechoso en el país vecino se debe a que España decidió dejar en manos de Marruecos el trámite del interrogatorio. Si el juez español no solicita su extradición, España se ahorra un tortuoso procedimiento judicial. La ley marroquí puede castigar al joven con hasta «30 años de prisión si fuera considerado culpable». Una condena muy superior a la que podría imponerle la Audiencia Nacional en España.
Fuentes de Interior aseguraron a ABC que en el transcurso del registro efectuado durante casi tres horas por la Policía en el domicilio familiar de Al Bouhdidi, situado en el barrio de la Carretera Su Eminencia, en el extrarradio de Sevilla, no se intervino «ninguna sustancia susceptible de formar parte de la receta de ningún explosivo», de modo que los agentes sólo se llevaron «documentación y material informático, que será analizado».
Desde los 14 años en Sevilla
En su casa en la barriada de La Plata de Sevilla Zouhair convive desde los 14 años con sus padres y sus tres hermanos, dos chicos y una niña. Zouhair El Bouhdidi estaba matriculado en el segundo curso de Estudios Árabes, anterior Filología Árabe, en la Universidad de Sevilla. Precisamente, desde hace unos días los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado se encontraban en la Hispalense buscando a este sospechoso y recabando información. Previamente había estudiado la Secundaria en el IES Luca de Tena.
La familia del detenido vive en Sevilla, su padre es imán;
la madre (en la foto) asegura que su hijo está "limpio" y "no ha hecho nada"
la madre (en la foto) asegura que su hijo está "limpio" y "no ha hecho nada"
Sus vecinos, también de lengua árabe, se mostraban asombrados al hablar con los periodistas: «Ese chico no es un radical, si le habla a las mujeres y hasta fuma shisha». Su madre ha salido a la puerta y ha defendido a su hijo, negando que su hijo sea un terrorista. Dice que la Policía sólo ha encontrado libros en árabe de los estudios que cursa en la universidad.
Sin embargo, entre los yihadistas se defiende a menudo la práctica de la «taqiyya», considerada un engaño lícito en la "guerra santa", que consiste en fingir una vida mundanal, asimilada a la del ambiente, para camuflarse mejor.
Un precedente de este año: un marroquí "soldado" de Daesh
Fuentes antiterroristas subrayan que es segundo gran éxito antiyihadista de este año 2019 la materialización de un atentado terrorista casi asegurado en España, todo ello después de que a mediados de enero fuera arrestado en Málaga y posteriormente enviado a prisión por integración terrorista un joven marroquí de 27 años que meses antes, en agosto, había enviado un vídeo suyo a Siria para anunciar a sus interlocutores de Daesh allí su intención de hacerse explotar en la feria de Manilva (Málaga). El individuo había jurado lealtad a Estado Islámico, lo que significa la antesala de la acción, sus líderes le habían pedido que actuara en España sin viajar al califato. La Policía precipitó su captura cuando el sospechoso manifestó en redes ser un soldado de Daesh y exponer en conversaciones privadas que la muerte no le asustaba porque quería morir mártir.
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