Evangelio del día: No sigas revelaciones privadas que no
conducen a Dios
Evangelio del día. AUDIO. Mateo 12,1-8 - XV Tiempo ordinario:
Quiero misericordia y no sacrificios. El Hijo del hombre es dueño del sábado
Evangelio del día: Mateo 12,1-8
Evangelio del día: (El
Hijo del hombre es el Señor del sábado): "En aquel tiempo, Jesús
atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron
hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas. Al ver esto, los fariseos
le dijeron: "Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en
sábado". Pero él les respondió: "¿No han leído lo que hizo David,
cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y
comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni
a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes? ¿Y no han leído también en
la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin
incurrir en falta? Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que
el Templo. Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y
no sacrificios, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es
dueño del sábado"
Palabra del Señor
Reflexión del Papa Francisco
Jesús nos dice en su palabra:
"Yo soy el
Señor, el Señor también del sábado".
Jesús es el centro, es el Señor. Una definición que no
entendemos bien, porque no es fácil de entender. Lo cierto es que Jesús es el Señor en
cuanto que es Quien tiene el poder, la gloria, quien tiene la victoria. Es el
único Señor.
[...] Jesús es el centro que nos regenera y nos funda en la fe. En
cambio los fariseos ponían en el centro de su religiosidad muchos mandamientos.
Y Jesús dice de ellos: Imponen cargas en la espalda de la gente. Si no está
Jesús en el centro, hay otras cosas.
Los cristianos sin Cristo
En el día de hoy encontramos a muchos cristianos sin Cristo, sin
Jesús.
a) Por ejemplo, quienes tienen la enfermedad de los fariseos y
son cristianos que ponen su fe y su religiosidad, su cristiandad, en muchos
mandamientos: ¡Ah! Debo hacer esto, debo hacer lo otro. Cristianos de
actitudes: o sea, que hacen cosas porque se tienen que hacer, pero en realidad
no saben por qué lo hacen.
Pero ¿Jesús dónde está?. Un mandamiento es válido si viene de
Jesús.
b) Cristianos sin Cristo hay muchos, como los que buscan sólo
devociones, muchas devociones, pero Jesús no está. ¡Y entonces te falta algo,
hermano! Te falta Jesús. Si tus devociones te llevan a Jesús, entonces bien.
Pero si te quedas ahí, entonces algo no marcha.
c) Después está otro grupo de cristianos sin Cristo: los que
buscan cosas un poco raras, un poco especiales, los que van detrás de las
revelaciones privadas, mientras que la Revelación se concluyó con el Nuevo
Testamento.
Estos cristianos tienen deseo de ir al espectáculo de la
revelación, a oír cosas nuevas. Pero "¡toma el Evangelio!".
d) Entre los cristianos sin Cristo están también a los que se
perfuman el alma, pero no tienen virtudes porque no tienen a Jesús.
¿Cuál es entonces la regla para ser
cristiano con Cristo? ¿Y cuál es el signo de que una persona es
un cristiano con Cristo? Se trata de una regla muy sencilla: es valido sólo lo
que te lleva a Jesús, y sólo es válido lo que viene de Jesús.
Jesús es el centro, el Señor, como Él mismo dice. Así que si
algo lleva o viene de Jesús, ve adelante; pero si no viene o no lleva a Jesús,
entonces es un poco peligroso.
Es un signo sencillo el del ciego de nacimiento del que habla el
Evangelio de Juan en el capítulo noveno. El Evangelio dice que se postró ante
Él para adorar a Jesús.
Un hombre o una mujer que adora a Jesús es un cristiano con
Jesús. Pero si tú no consigues adorar a Jesús, algo te falta. (Homilía en Santa
Marta, 07 de octubre de 2014)
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