miércoles, 4 de diciembre de 2019

Novena a la Inmaculada Concepción. Día 6: La pureza de Cristo y María (4 de diciembre)

Novena a la Inmaculada Concepción. Día 6: La pureza de Cristo y María

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Cristo fue Inmaculado porque él era Dios. De María Inmaculada, nació el Cristo Inmaculado. No podría haber sido de otra manera

  
María, también conocida como Santa María la Virgen, la Santísima Virgen María, Santa María, María Madre de Dios o la Virgen María, es considerada por muchos como la más grande de todos los santos cristianos. La Virgen Madre fue, después de su Hijo, exaltada por la gracia divina sobre todos los ángeles y los hombres.
María es venerada con un culto especial, llamado por Santo Tomás de Aquino, hyperdulia, como la más santa de todas las criaturas.
Los principales acontecimientos de su vida se celebran como fiestas litúrgicas de la Iglesia universal.
La vida y el papel de María en la historia de la salvación se prefigura en el Antiguo Testamento, mientras que los eventos de su vida se registran en el Nuevo Testamento.
Tradicionalmente, ella fue declarada la hija de los Santos. San Joaquín y Santa Ana. Nacida en Jerusalén, María fue presentada en el Templo y tomó un voto de virginidad. Viviendo en Nazaret, María fue visitada por el arcángel Gabriel, quien le anunció que se convertiría en la Madre de Jesús, por el Espíritu Santo.

Novena a la Inmaculada Concepción

Esta novena a la Inmaculada concepción, nos invita a la oración constante, a profundizar la Palabra de Dios y meditarla en el corazón
A continuación te indicamos el modo de rezar la novena a la Inmaculada Concepción
  • Señal de la Cruz
  • Acto de contrición
  • Oración inicial
  • Oración para el día correspondiente
  • Oración final

1. Señal de la Cruz.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

2. Acto de contrición.

Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén

3. Oración inicial.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.
Acuérdate, Virgen Santa, que has sido hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloría, sino también para nuestra salvación y provecho de todo el género humano.
Acuérdate que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección e implorado tu auxilio, haya sido desamparado. No me dejes, pues, a mi tampoco, porque si me dejas me perderé; que yo tampoco quiero dejarte, antes bien, cada día quiero crecer más en tu verdadera devoción.
Alcánzame principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte.
Además, dame la gracia particular que te pido en esta novena
- Realizar aquí su petición -

4. Meditación del sexto día: La pureza de Cristo y María.

"Como madre, como niño" reza el antiguo refrán
El que acepta al Salvador como su Señor y su Dios no puede dudar de la perfecta impecabilidad que tuvo Cristo. Es una blasfemia imaginar por un segundo que Cristo pudo haber estado en poder de Satanás, que su alma careciera de la plenitud de la vida divina, que Él fue incluso, brevemente, el enemigo de su Padre victorioso
Tal niño podría haber tenido solo una madre que fuese como Él, o más bien una madre a quien Él podría parecerse.
  • Cristo, completamente lleno de gracia, nació de una madre llena de gracia.
  • Cristo, el Hijo de Dios, nació de una persona que siempre había sido la hija de Dios.
  • Cristo, el más puro de los hombres, tuvo que haber nacido de la más pura de las mujeres.
Esta única distinción permanece: Cristo poseía toda esta gracia y pureza por su propio derecho divino; María fue concebida sin pecado, pura y llena de gracia, debido a que Dios estaba preparándola para ser una madre digna de su Hijo amado.
Cristo fue Inmaculado porque él era Dios. De María Inmaculada, nació el Cristo Inmaculado. No podría haber sido de otra manera
Oración: Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
Jaculatoria: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo"

5. Oración a la Inmaculada Concepción.

Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, hiciste preparar una morada digna de tu Hijo, te suplicamos que, así como a ella la preservaste de toda mancha en previsión de la muerte del mismo Hijo, concédenos también que, por medio de su intercesión, podamos llegar purificados de todo pecado a tu presencia.
Por el mismo Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

Novena a la Inmaculada Concepción


Redacción: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con aportes de: Bellarmine Forum

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