Beata María Esperanza de Jesús, virgen y fundadora
fecha: 8 de febrero
n.: 1893 - †: 1983 - país: Italia
otras formas del nombre: María Josefa Alhama Valera
canonización: B: Francisco 31 may 2014
hagiografía: Congregación
n.: 1893 - †: 1983 - país: Italia
otras formas del nombre: María Josefa Alhama Valera
canonización: B: Francisco 31 may 2014
hagiografía: Congregación
Elogio: En Collevalenza, en la provincia de Perugia, Italia, beata María
Esperanza de Jesús (Alhama Valera), virgen, fundadora de las congregaciones de
las Esclavas del Amor Misericordioso y de los Hijos del Amor Misericordioso.
Oración: Padre de Misericordia y Dios de todo
consuelo, te damos gracias porque, por medio de la vida y la palabra de la
Madre Esperanza de Jesús, nos llamas a tu Amor Misericordioso. Danos su misma
confianza en tu amor paternal y, si está en tus designios darle la gloria que
brindas a quien es fiel a tu Espíritu, y revela al mundo la bondad de Jesús,
por su intercesión, concédenos la gracia [pedir la gracia que se necesita].
Te la pedimos confiando en la ayuda de María, Medianera de aquella misericordia que queremos cantar eternamente. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
[Con aprobación eclesiástica]
Te la pedimos confiando en la ayuda de María, Medianera de aquella misericordia que queremos cantar eternamente. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
[Con aprobación eclesiástica]
María Josefa Alhama Valera, fue la primera
de nueve hijos, nació en Santomera (Murcia , España) el 29 de septiembre 1893.
Su padre era agricultor y su madre ama de casa. La familia era tan pobre que
los padres dieron el consentimiento para que María Josefa fuera a vivir con el
párroco de su pueblo y con las dos religiosas que le acompañaban. Esto le ayudó
a aprender las tareas del hogar y a estudiar sin tener que ir a ninguna
escuela.
En plena juventud va madurando en ella el
deseo de dedicar toda su vida a su amigo Jesús y a la gente pobre y necesitada
que ella bien conocía. Ansiosa de descubrir la voluntad de Dios sobre su vida,
se acerca a los lugares del sufrimiento humano, pero el discernimiento no es
fácil. Le hubiera gustado atender a los enfermos, pero en un hospital, al
sorprenderse del poco interés de la religiosa que la acompañaba ante un
moribundo, esta le expresó: “Tranquila, que pronto se te endurecerá el corazón
a ti también”, a lo que la buena Josefa replicó: “Antes de que se me endurezca
el corazón prefiero marcharme”, y se fue.
A la edad de veintiún años se decide a dar
el paso: consagrarse a Dios en la vida religiosa. Entra en Villena (Alicante)
en el último y pobre convento de las Hijas del Calvario, ya en vías de
extinción. Es aquí donde recibe, al hacer su profesión religiosa, el nombre de
Esperanza. Las Hijas del Calvario se fusionan, al poco tiempo, con el Instituto
de las Misioneras Claretianas dedicado a la enseñanza. También Esperanza entra
a formar parte de este Instituto, donde hace su profesión perpetua.
Años más tarde fue enviada al convento de
Vélez Rubio, dedicándose a la enseñanza de niños. Un año después fue trasladada
a Madrid, donde residió con los Padres Claretianos. En 1930, Madre Esperanza
fundó la Congregación de Esclavas del Amor Misericordioso en la capital
española, una congregación que acogía a pobres y niños.
La noche de Navidad de 1930, en un
minúsculo piso de la calle de Velázquez, en Madrid, con el apoyo económico de
la condesa de Fuensalida, y la asistencia espiritual del sacerdote Esteban
Ecay, Madre Esperanza de Jesús puede emitir sus votos con unas pocas Hermanas
que la han seguido en la naciente Congregación de Esclavas del Amor
Misericordioso. Pobres como Jesús en Belén, comen sopa de berzas, duermen en el
suelo, apoyando la cabeza en el único colchón que tienen … y desbordan alegría
y entusiasmo.
Los niños serán los primeros beneficiarios
y también los pobres, los ancianos y los sacerdotes. Y sin embargo, la
incomprensión, la oposición y la persecución seguirán acechando. Seguirá el
rosario de pruebas que marcan la especial presencia de Dios en las almas
realmente grandes. El Obispo de Madrid, niega su bendición y aprobación y
ordena y manda que nadie la ayude y colabore con ella. No teniendo
permiso para tener el Santísimo en la capilla, durante 30 años, niñas y
religiosas desfilaban cada mañana hasta la parroquia más próxima.
Con gran espíritu creativo y una
incansable actividad, ayudada por la Providencia y por las mediaciones humanas,
entre las que cabe destacar a su gran benefactora y amiga del alma Mª Pilar de
Arratia, abre en poco tiempo en España 12 casas para niños pobres y
necesitados, para ancianos y para enfermos que son atendidos incluso a
domicilio. Se trata de las comunidades de Madrid, Alfaro, Bilbao, Larrondo,
Colloto, Hecho, Ochandiano, Menagarai, Santurce, Sestao, San Sebastián y
Villava.
La actividad continua, aún más intensa,
cuando en 1936 se desencadena la guerra civil en España con todos los dramas
que trae consigo. En esa época hace su primer viaje a Roma, acompañada de la
fidelísima Pilar de Arratia, para dar comienzo, también allí, a un trabajo generoso
entre los pobres de la periferia romana, en la via Casilina.
Desde allí tiene que defenderse ante el
Santo Oficio de acusaciones y difamaciones sobre su persona y sobre la
Congregación recién nacida. Pilar es un ángel defensor, su confidente y su
mejor apoyo en este momento entre los más duros de su vida.
Estando en Roma, estalla la segunda guerra
mundial, entre las bombas y las amenazas de los alemanes, con las Hermanas
acoge niños, esconde prófugos sin miramientos ideológicos, cura los heridos de
los bombardeos, da de comer a millares de obreros y necesitados en mesas
improvisadas, consuela a todos.
La actividad caritativa en Roma adquirió
cotas difícilmente creíbles. Otra vez comida milagrosa en cantidades
industriales para los pobres, la gente que acude a millares a escudarse con el
cuerpo de la Madre cuando la alarma amenaza bombardeos y esta mujer española
que saca aguja e hilo y un cubo de agua limpia y lava vísceras, cose heridas,
recompone cuerpos mutilados, promete con energía supervivencia y recuperación.
En agosto de 1944 muere Pilar, dejando un
vacío enorme en su vida. Una vez superado este duro momento, reanuda las
actividades, los viajes, las nuevas iniciativas. La posguerra es dura, tanto en
Italia como en España; muchas son las heridas por curar y ella trabaja, anima,
y organiza con un ritmo incansable. Para el Año Santo de 1950 está ultimada la
casa generalicia de Roma para acoger a los peregrinos del mismo año y de los
sucesivos. Van naciendo una tras otra, nuevas fundaciones en Italia: Todi,
Gubbio, Pavia, Genova, Vazzola, Borsea, Francenigo, Perugia, Rieti, Colfosco,
Fratta Todina.
El 24 de febrero de 1951 anota de nuevo:
“El Buen Jesús me ha dicho… que ha llegado el momento de realizar la fundación
de la Congregación de los Hijos de sus Amor Misericordioso, y que el primero de
estos será Alfredo di Penta” Tras el consabido susto del principio, Alfredo
aceptó con ilusión los planes del Señor. A edad avanzada tuvo que ir a estudiar
al seminario de Viterbo, y a pesar de que no fue fácil unos años más tarde el
Santuario de Collevalenza albergó su primera Misa cantada.
El 15 de agosto de 1951 en la capilla de
las Hermanas en Roma hacían sus primeros votos los primeros tres Hijos del Amor
Misericordioso. Y tres días después, el 18 de agosto, se establece con ellos y
algunas Hermanas en Collevalenza, un pueblecito de la Umbria italiana.
Era un pueblo que no llegaba a los mil
habitantes, la mayoría diseminados en caseríos, famoso en la comarca por un
bosquecillo de robles "Roccolo", donde los cazadores se hartaban de
coger pájaros con sus redes. Ahí le dio Jesús la primera explicación:
“Esperanza, transformaremos este “roccolo” en lugar de captación de almas.
Llegarán a venir a bandadas, más numerosas que estos pajarillos. Aquí tienen
que aprender a conocerme mejor”
Collevalenza es el lugar donde Madre
Esperanza transcurre los últimos treinta años de su vida, alternando, en los
primeros tiempos, los trabajos del Santuario y edificios anexos, con frecuentes
viajes a las comunidades que van creciendo. En este momento cumbre de su vida
dice de sí misma que se siente como una flauta que difunde la melodía de la
misericordia, como un paño de lágrimas, o como la portera del Buen Dios que
abre los brazos a todos para acercarlos a su corazón de Padre.
Nunca quería ser la protagonista. Siempre
se consideraba un mero instrumento del Señor, y jamás se atribuía las
maravillas que por su medio Dios operaba. Era Jesús el autor, el protagonista
de Collevalenza; ella un simple instrumento en las manos de la Providencia.
La Madre Esperanza te recibía con la
nobleza de una hidalga española- escribe un italiano- siempre de pie, apoyada
un poco con una mano al borde de la mesa, ya que la salud no colaboraba; te
escuchaba atentamente, te miraba con aquella mirada suya penetrante, te
levantaba el ánimo, te encomendaba rezar al Amor Misericordioso, prometiendo
hacer ella lo mismo. Y lo hacía. A veces gran parte de la noche la dedicaba a
orar ante el crucifijo por cada uno de los que habían pasado ese día a hablar
con ella.
En la misma fundación falleció el 8 de
febrero de 1983, y en la cripta del Santuario del Amor Misericordioso descansan
desde entonces sus restos mortales. Fue beatificada la mañana del 31 de mayo de
2014.
Texto resumido de la biografía en el sitio del santuario
fuente: Congregación
accedido 1002 veces
ingreso o última modificación relevante: 31-5-2014
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El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo
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que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía,
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