En Nápoles, en la Campania, sepultura de san Quodvultdeus, obispo de Cartago, que desterrado junto con su clero por el rey arriano Genserico, fueron abandonados en el mar en naves viejas, sin remos ni velas, y, contra toda esperanza, llegaron a Nápoles, dónde murió el mencionado obispo como confesor de la fe.
Conmemoración de los santos monjes y demás mártires que en Palestina fueron víctimas, a causa de su fe cristiana, de crueles tormentos por parte de los sarracenos acaudillados por Alamondir.
En Milán, de Lombardía, san Mansueto, obispo, que luchó firmemente contra la herejía de los monotelitas.
Cerca de Benevento, en la Campania, san Barbado, obispo, de quien se cuenta que convirtió al pueblo de los longobardos, junto con su caudillo.
En el monasterio de Vabres, en la región de Rodez, en Aquitania, san Jorge, monje.
En Bisignano, cerca de Cosenza, en Calabria, san Proclo, monje, que, muy bien formado doctrinalmente, se convirtió en heraldo de la vida monástica.
En el monasterio de Camera, cerca de Bruselas, en Brabante, sepultura de san Bonifacio, que fue obispo de Lausana y después abrazó la vida ascética junto al monasterio cisterciense del lugar.
En Neto, en Sicilia, beato Conrado Confalonieri de Piacenza, eremita de la Tercera Orden Regular de San Francisco, el cual, abandonando los atractivos seculares, cultivó durante más de cuarenta años una vida austera de oración y penitencia.
En Córdoba, en la región española de Andalucía, conmemoración del beato Alvaro, presbítero de la Orden de Predicadores, célebre por su predicación y la contemplación de la Pasión del Señor.
En Mantua, en Lombardía, beata Isabel Picenardi, virgen, la cual, habiendo vestido el hábito de la Orden de los Siervos de María, se consagró a Dios en su casa paterna y recibió frecuentemente la comunión eucarística. Se dedicó a la celebración de la Liturgia de las Horas, a la meditación de las Sagradas Escrituras y a la devoción a la Santísima Virgen.
En la aldea de Kaiyang, cerca de Mianyang, en la provincia china de En Guizhou, santa Lucía Yi Zhenmei, virgen y mártir, que fue decapitada por confesarse católica.
En Dublin, Irlanda, beato Juan Sullivan, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús, cuyas virtudes, vividas en grado heroico, desplegó en el campo de la educación de los jóvenes.
En el campo de concentración de Dachau, cercano a Munich, en Alemania, beato José Zaplata, religioso de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús y mártir, que, condenado a un atroz encarcelamiento por razón de su fe, enfermó gravemente y consumó su martirio.
En la región cántabra de Liébana, en Hispania, san Beato, presbítero y monje del monasterio de San Martín de Turieno, que defendió la fe contra la herejía adopcionista y escribió un célebre Comentario sobre el Apocalipsis.
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